sábado, 4 de septiembre de 2021

La sabiduría y sus ventajas

 

Querido jovencito, acepta mis enseñanzas; valora mis mandamientos. Trata de ser sabio y actúa con inteligencia. Pide entendimiento y busca la sabiduría como si buscaras plata o un tesoro escondido.  Así llegarás a entender lo que es obedecer a Dios y conocerlo de verdad. Sólo Dios puede hacerte sabio; sólo Dios puede darte conocimiento. Dios ayuda y protege a quienes son honrados y siempre hacen lo bueno. Proverbios 2:1-7

 

Dios, sabiduría, inteligencia, conocimiento y obediencia, son algunas de las palabras a las que no siempre se le presta atención, algunos piensan que eso no es para ellos, creen que eso tiene que ver con la religión y es para los religiosos únicamente, por lo tanto rechazan la idea de acercarse a esta invitación de Dios.

Los jóvenes por naturaleza casi nunca están satisfechos con el presente, siempre están tratando de encontrar algo mejor, y eso muchas veces hace que se metan en algún problema. Pero es bueno que así sea, porque eso lo lleva a descubrir cosas que de otra manera no lo podría hacer, puede descubrir su vocación, capacidades y talentos algo tan útil en su vida, sobre todo reconocer que la sabiduría proviene de Dios y su palabra, y que eso es lo que necesita para ser sabio y actuar con inteligencia en su diario andar.

Ahora bien, lo que a veces impide que el joven o las personas se acerquen a Dios y busquen de Él, es que confunden, Dios con religión.

Muchas veces la religión resulta  ser un impedimento para acercarse a Dios, por sus rituales y exigencias que limitan el libre acceso al conocimiento de la persona de Dios. No hay que temer dudar de la religión y la enseñanza de los religiosos, sobre todo de aquello que no contribuye al bienestar físico y espiritual de la persona.

Sin embargo si actúa con inteligencia buscando la sabiduría, encontrará la ayuda de Dios al darle conocimiento para tomar decisiones sabias y correctas en el diario andar, construyendo una vida saludable en plenitud.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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