¿Cuál es esa riqueza que nos trajo Jesús?
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:8-10
Hay que hacer la diferencia, esto no es apología de la pobreza, sino que hace énfasis en estar contentos y agradecidos disfrutando con gozo lo que se tiene. Solamente una persona agradecida, generosa y rica puede hacerlo, no quien acumula riquezas, porque acumular riquezas produce avaricia, egoísmo e insatisfacción personal.
Ser una persona rica comienza por lo interior, esto escribió el apóstol Juan; Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. 3 Juan 1
La persona rica es aquella que tiene un corazón bondadoso, lleno de misericordia y compasión. Es una persona que siempre está dispuesta para los demás, aun cuando le hayan fallado o calumniado. Una persona que aparentemente no tiene nada, pero lo posee todo. Que piensa en lo que pueda estar necesitando el prójimo, antes que pensar en sus propias necesidades. Esa actitud nunca permite que el egoísmo entre a su corazón, sino que con toda generosidad está dispuesta a darse a sí mismo, para luego continuar ayudando al que necesita. Sabiendo que ayudar, no siempre es dar cosas materiales, porque lo más importante es darse, estar cerca del que necesita, esto lleva a una búsqueda de comunión diaria con Dios, quien se encarga de suplir todas las necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Esto es un vivo ejemplo que estamos siguiendo las pisadas del Maestro por excelencia, Jesús, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, entregando su propia vida por nosotros, aun cuando éramos enemigos de Dios por causa del pecado que había en nuestras vidas. Sin embargo eso no fue un impedimento para su gran acto de amor.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario