miércoles, 8 de noviembre de 2023

El rapto de la iglesia y el regreso de Cristo.

Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Más vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.  1 Tesalonicenses 5

El rapto de la iglesia y el día del Señor, son dos momentos diferentes a saber. El rapto de la iglesia es cuando el Señor nos saca de este mundo, sin que el mundo se entere de este acontecimiento, solo que desapareceremos y ya no nos verán más. En cambio, el día del Señor es algo que todo el mundo lo va a ver, es el tiempo de juicio para los moradores de la tierra, por haberlo rechazado en el tiempo de la gracia.

La iglesia, en Cristo escapa del tiempo de la ira, se va con el Señor para recibir los galardones, para luego venir con el Señor a reinar por mil años. Mientras eso ocurra en los cielos, acá en la tierra, serán juzgados sus moradores con tremendos dolores y destrucción. Esto también marca la diferencia entre el pueblo de Israel y la iglesia. El pueblo de Israel nunca fue reemplazado por la iglesia. Israel es el pueblo escogido, a quien Dios le hace promesas firmes que serán cumplidas en el tiempo de Dios. Nadie puede invalidar esas promesas, esto dicen las Escrituras; Así ha dicho Jehová: Si no permanece mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra, también desecharé la descendencia de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Porque haré volver sus cautivos, y tendré de ellos misericordia. Jeremías 33:25.

El Dios de Israel, es Dios Fiel, Dios que guarda el pacto y la misericordia, por lo tanto todo lo que ha prometido a su pueblo escogido, lo cumplirá. La iglesia también tiene todo lo prometido en Cristo, como ser las riquezas espirituales, la salvación por gracia, la santificación, la justificación, y la vida eterna, porque en Cristo estamos completos.

Este es el Dios de la biblia, amoroso, misericordioso y compasivo. Usted, ¿lo conoce?

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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