La biblia dice lo siguiente al respecto.
Porque el reino de Dios no es cuestión de comer o beber determinadas cosas, sino de vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo. El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es aprobado por los hombres. Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación mutua. Romanos 14:17
¡Qué difícil es entender lo que significa ser parte del reino de Dios! Muchas personas lo relacionan con actividades eclesiásticas y rituales a cumplir.
Pero, la realidad es que ser parte del reino de Dios, tiene que ver con la vida, la conducta, la actitud, el orden, el comportamiento, la responsabilidad, tratar con amor a la persona, sea quien sea, usar misericordia, ser compasivo, tener paciencia con los que todavía no han encontrado el camino.
Esto es lo que agrada a Dios y es aprobado por las personas. Todo el bien que se pueda hacer, sin mirar a quien, es lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. Todo el ritualismo eclesiástico, si no conduce a esto, es pura religiosidad y no vidas consagradas a Dios y al servicio de Cristo.
Lo que se come, se bebe o se hace, casi siempre conduce a enfrentamientos innecesarios, y a juicios separatistas, en cambio la vida en el Espíritu conduce al amor, la tolerancia, querer ayudar al prójimo. Vivir en el reino de Dios, es ser misericordioso y compasivos, dispuesto siempre a dar consuelo al alma dolorida. ¿Le gustaría ser parte del reino de Dios y vivir en él, amando a Dios y al prójimo? Si es así, entre en su habitación y póngase de acuerdo con Dios, por medio de Cristo, acepte las condiciones del reino, y, a ¡comenzar!
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario