miércoles, 31 de mayo de 2023

Reflexión para comenzar un nuevo mes.

¡Hay esperanza para los que creen en  Jesús!

El mundo está atravesando un momento difícil en lo económico, social, laboral y de la salud humana, y nuestro País no es la excepción, todo esto es consecuencia de las políticas erróneas, las guerras sin sentidos, la destrucción del planeta por medio de la contaminación ambiental, el gran egoísmo y ansias de poder por parte de algunos pocos, pero con mucha ambición.

Es un tiempo para dejar de lado toda religiosidad, y tener una búsqueda individual y personal de Dios, clamando por misericordia para atravesar este momento. Es un tiempo que está siendo probada la fe de muchos, como está y dónde está puesta, porque la fe, es más valiosa que el oro y siendo aprobada produce salvación. Es un tiempo para unificar la fe que tienen, con la que dicen tener. Un tiempo para analizar cuanto se cree, de lo que se sabe de las Escrituras, un tiempo de mayor acercamiento a Dios y a su palabra. Un tiempo para cerrar toda grieta espiritual y quitar toda contaminación de enseñanza humana y espiritual, buscando la santidad, que solo llega por medio de una relación directa con el  Señor Jesucristo. En definitiva, un tiempo de revisar la integridad como seres humanos.

La respuesta a lo que está pasando en el mundo, no está en los gobiernos, no está en la política, no está en la religión, no está en la ciencia, no está en la psicología, menos aún en el ocultismo ni en las propuestas orientales de meditación y vaciamiento mental.

¿Dónde entonces está la respuesta a las dificultades actuales?

Dice Dios el Señor; Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.

¡Esto es el evangelio! ¡Maravillosa buena noticia de parte del Dios de amor! Nos aísla de toda dependencia humana, para tratar directamente con cada uno de nosotros mostrándonos que, Él es suficiente, y así continuar firmes en la fe, en medio de una sociedad mundial que se desmorona. Está escrito; Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

lunes, 29 de mayo de 2023

Esto escribió el apóstol Juan, para nuestra edificación.

Esta carta habla de la Palabra de vida, la cual ya existía desde antes de que Dios creara el mundo. La escribimos para contarles lo que hemos visto y oído acerca de ella, para que juntos podamos alegrarnos completamente. Así ustedes se mantendrán unidos a nosotros, como nosotros nos mantenemos unidos a Dios el Padre y a su Hijo Jesucristo.

La Palabra de vida es Jesucristo, que es quien da la vida verdadera: la vida eterna. Jesucristo estaba con Dios el Padre, pero vino a nosotros. Y nosotros, sus discípulos, lo vimos con nuestros propios ojos, lo escuchamos hablar, y hasta pudimos tocarlo.

Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad.  Éste es el mensaje que ahora les anunciamos. 1 Juan 1

Esto es muy importante recordar, que Jesús el Hijo de Dios existió siempre en la eternidad junto a su Padre Dios. Llegado el tiempo de venir a este mundo, enviado por su Padre para redimir la humanidad, es engendrado por el Espíritu Santo en el vientre de la virgen María.

Es el único ser humano que nace sin pecado, porque no hubo participación de un varón, para que María quedara embarazada, único caso que no se volverá a repetir nunca.

Jesús, es el Cordero que Dios envía a este mundo, para el sacrificio universal de redención del ser humano. El sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, es el único sacrificio aceptado por Dios, para perdón de pecados. He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Juan 1:29.

Jesús al ser resucitado con poder de entre los muertos, significa que su sacrificio fue aceptado por Dios. Venció al diablo que nos lleva a pecar, venció al pecado que nos separa de Dios, y venció a la muerte dándonos vida eterna junto a Dios. Su sangre derramada en la cruz a favor nuestro, es lo único que limpia de pecado al ser humano arrepentido.

Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.

El Señor nos ayude por medio de su Espíritu a vivir en la luz de Dios, creyendo que nuestra salvación, y el perdón de nuestros pecados, está asegurado en el sacrificio redentor de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y no en todo lo bueno que nosotros hagamos o podamos hacer. Por gracia somos salvos, por medio de la fe en Jesús.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

sábado, 27 de mayo de 2023

¿Juzgar o no juzgar? Esa es la cuestión.

No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. Mateo 7:1

Los seres humanos no tenemos la capacidad de conocer todas las cosas, menos aún de conocer el pensamiento de las personas, aunque muchos creemos conocer, pero es producto de nuestros propios pensamientos. Eso hace que sea fácil y rápido emitir juicio sobre alguien, por el solo hecho de haber escuchado un comentario, o por haber visto alguna actitud o comportamiento equivocado. Pero el mandato bíblico es no juzguéis, para no ser juzgado. Aunque también dice; ¿Acaso no hay entre ustedes ninguno con  capacidad suficiente para juzgar un asunto entre sus hermanos? 1 Corintios 6

Usted quizás diga, Entonces, ¿La biblia se contradice? ¿Hay que juzgar o no? La verdad es que no hay contradicción en las Sagradas Escrituras.

La prohibición de emitir juicio, es sobre las personas. Porque normalmente lo que hacemos es, juzgar a la persona por algún hecho cometido, sin tener el conocimiento suficiente del porque lo hizo o dijo. Ejemplo; alguien dice una mentira, y rápidamente se lo llama mentiroso. En lugar de decir; lo que dijo es una mentira, o tal vez veamos que alguien se lleva algo que no le pertenece, y decimos es un ladrón. En lugar de preguntarnos, ¿Por qué lo habrá hecho? Estos son simplemente dos ejemplos de lo rápido que juzgamos a las personas. No es lo que corresponde, porque ese juicio corresponde hacer, solo a Dios. Ahora bien, ¿Cuál es el juicio que sí debemos hacer nosotros?

La biblia dice; Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no son capaces de juzgar estos asuntos tan pequeños? ¿No saben que incluso a los ángeles habremos de juzgarlos nosotros? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida!1 Corintio 6

Como personas estamos habilitados para juzgar hechos, comportamientos, conductas, enseñanzas,  doctrinas y vocabulario, con el propósito de no errar nuestro camino, también para no caer en lo mismo. Además poder ayudar y corregir a la persona que ha cometido un error o equivocación con su vida, dándole la oportunidad de cambiar su actitud, comportamiento o conducta y así manifestar nuestro amor al prójimo, haciéndole ver que no juzgo su persona, sino su actitud, conducta o comportamiento. Teniendo empatía con el prójimo, haciéndole ver que con esa forma de ser, se está perjudicando a sí mismo y a los que bien le quieren.

Por eso, esto es demasiado importante para no tenerlo en cuenta, a la hora de emitir algún tipo de juicio sobre alguna situación en particular. Recordando que, no se debe juzgar a la persona, sino sus hechos. A saber que, con la misma medida que medimos a los demás, seremos medidos nosotros. Por último, es necesario y debemos juzgar todos los hechos o acontecimientos, no para condenar personas, sino para resguardo propio, y ayudar a los demás.

Los abraza en Cristo. P. Sosa

jueves, 25 de mayo de 2023

Esto está escrito en la biblia, para enseñarnos a ser misericordiosos.

Si el justo deja de hacer lo bueno y hace lo malo, morirá por culpa de sus malas acciones. Por el contrario, si el malvado se aparta de su maldad y hace lo que es recto y justo, salvará su vida.  Ezequiel 18

Debemos saber que no hay pasado en la vida de cada persona que Dios no pueda solucionar. No importa en qué tipo de cosas estaba metido y que conducta tenía, o a cuantas personas dañó y cuánto daño se hizo a sí mismo. Si viene a Cristo arrepentido y le confiesa sus pecados, y se aparta de su mal camino, Dios le perdona y cambia su vida para bien.

Por lo tanto dejemos a Dios el juicio, nosotros practiquemos la misericordia, eso nos hace bien y ayuda a los demás a salir de la situación en la que están metidos.

La persona ya tiene suficiente dificultad al tener que luchar con su propia conducta o actitudes, que sin duda por más terrible que parezca esa persona, su conciencia también le acusa. Es verdad lo que merece cada uno que hace mal es un castigo, pero lo que necesita es ser perdonada y tener otra oportunidad.

Si yo fuera ese sujeto ¿qué me gustaría que se hiciera conmigo? Que me condenen o que tengan misericordia. Usted tiene la respuesta. Recuerde que Jesús dijo; Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

El Señor nos dé su sabiduría para que hagamos siempre lo correcto con misericordia y compasión, que es lo justo delante de Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

miércoles, 24 de mayo de 2023

¡Él me ha dado la vida!

 

Al Dios que me dio la vida

No me canso de dar gracias

Porque es Todopoderoso

Creador de cielo y tierra

Hacedor de maravillas.

 

Él está conmigo siempre

No me abandona jamás

Cuida de mí todo el tiempo

Me recuerda su palabra

Que me librará del mal.

 

Los mandamientos divinos

A los niños hay que enseñar

Con nuestro ejemplo diario

Llevarlos por el camino

Del respeto a los demás.

 

Así andarán seguro

Cuidados y protegidos

Aunque nosotros no estemos

El Poder del Dios viviente

Los guardara de la muerte.

PS. 20219