miércoles, 13 de julio de 2022

¿Esclavos o libres?

Dos estados de las personas en este mundo ante Dios.

Porque cuando eran esclavos del pecado, eran libres acerca de la justicia.
¿Pero qué fruto tenían de aquellas cosas de las cuales ahora se avergüenzan? Porque el fin de ellas es muerte. Más ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23

Ahora en este tiempo, pleno siglo 21, podríamos preguntarnos ¿Qué es la esclavitud? Y también ¿Qué es ser libre? Porque en este mundo cambiante, cambian las palabras y cambian los conceptos. Eso muchas veces trae confusión de valores en la sociedad actual para juzgar algunos delitos, y no hay ley que pueda juzgar ciertos comportamientos o conductas, menos aún aplicar el castigo correspondiente. Es como que todo el tiempo se está re definiendo todo, sin llegar a nada en concreto.

Sin embargo, Dios y su palabra no tienen cambio ni sombra de variación. Lo que Dios dice, lo sostuvo, lo sostiene y lo sostendrá. Jesús dijo; cielo y tierra pasará, pero mi palabra no pasará.

A qué nos lleva esto; a saber que las leyes establecidas por Dios, sus mandamientos, sus valores morales, no sufren ningún cambio y tampoco dejan de ser. Lo que Dios estableció desde el comienzo de la humanidad, para el ser humano, estará vigente hasta que la última persona humana deje este planeta.

Debemos saber que las personas somos seres espirituales que habitamos un cuerpo físico. Desde esa óptica debemos entender la palabra de Dios, porque esa palabra está dirigida directamente al espíritu del hombre. Porque es el espíritu del hombre quien tiene autoridad sobre su cuerpo y alma.

Es por eso que cuando el espíritu humano está muerto a causa del pecado, su naturaleza humana es quien toma el mando en la persona, y le conduce por el camino de la desobediencia a Dios, llevándola a cometer toda clase de impureza que lo esclaviza. Cuando la persona se arrepiente de su pecado y se acerca a Dios creyendo en la obra redentora de Cristo en la cruz, recibe vida.

Esto dice la biblia; Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2

Esta condición espiritual ante Dios es la que define si la persona es libre, o todavía permanece en esclavitud. Si tiene vida en Cristo, es libre, si no tiene vida en Cristo, todavía permanece en esclavitud y por lo tanto bajo condenación.

La esclavitud física del ser humano es despreciable, pero mucho más lo es la esclavitud espiritual. Porque de la esclavitud espiritual el único que nos puede sacar, es Dios por medio de la obra redentora de Cristo en la cruz. ¡No hay otra manera de ser liberado! Creamos o no, aceptemos o no, Jesucristo es el único camino a la libertad.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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