En tiempo de tanta esclavitud de corrupción de la política, de la moral y religiosa, debemos preguntarnos. ¿Cómo debemos usar esta libertad con la cual Cristo nos hace libres?
Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estén otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron
llamados; solamente que no usen la libertad como ocasión para la carne, sino sírvanse
por amor los unos a los otros.
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. Pero si se muerden y se comen unos a otros, miren
que también no se consuman unos a otros. Gálatas 5:1 y 13
A todas las personas que vivimos en este mundo, nos gusta ser libres y vivir en libertad. Pero no todas consiguen concretar ese deseo. ¿Cuál será la razón?
Cada persona en este mundo vive esclavizada de su propia naturaleza pecaminosa, eso explica la inmoralidad, la corrupción, la violencia y la injusticia en la cual se vive. Solamente creyendo en Cristo y su obra en la cruz, podemos salir de esa condición. Esa es la libertad que Cristo ofrece.
La biblia es muy clara con respecto a la libertad, con la cual Cristo nos hace libres. Ahora bien, lo que hay que entender es que, esta libertad solo funciona permaneciendo en Cristo y su palabra, porque es ahí donde el Espíritu de verdad, nos enseña el correcto modo de vivir en esa libertad, sino la libertad, se convierte en libertinaje. También es verdad que muchas veces esas personas que fueron libres en Cristo, los líderes religiosos los vuelven a esclavizar con prácticas religiosas, ritualismo y tradiciones que nada tienen que ver con la salvación por gracia, que se recibe de Dios por medio de creer en Cristo.
Es muy importante conocer las Sagradas Escrituras y la enseñanza dada por el Espíritu de Cristo, quien nos lleva al verdadero conocimiento de Dios y así evitar ser engañados por falsos maestros, que con astucia hacen mercaderías de los creyentes. La biblia nos advierte; Mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento. Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.
Las personas sin el conocimiento suficiente del evangelio de Cristo, son esclavizadas por el sistema religioso de las religiones, incluyendo la religión cristiana. Una vez que la persona pierde la libertad que Cristo le dio, pasa a ser un instrumento para esclavizar también a otros, con ritualismo y legalismo religioso. Es por todo esto que Jesús dijo; Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:32.
Cristo nos libertó del pecado y de nuestra vieja naturaleza pecaminosa, ya no somos esclavos de nuestros malos deseos ni de nuestros malos pensamientos. El Señor nos hizo libres y más que vencedores, pues ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús. Esa libertad hace que podamos en forma consciente escoger servir a Dios y vivir para él, pero no encerrados en un determinado lugar, sino donde vivimos, estamos y nos movemos.
La libertad que Cristo nos da, es para que en los hogares haya armonía, donde el esposo ame a la esposa, donde la esposa viva al amparo de su esposo, donde los hijos sean educados por sus padres, donde los padres educan y corrigen a sus hijos sin violencia. Somos libres para vivir de acuerdo a la palabra de Dios, y no esclavizados de las falsas enseñanzas, que fluyen a raudales desde los púlpitos ocupados por los falsos maestros, que con astucias emplean las artimañas del error, infundiendo miedo, temor y confusión. Cuando leemos las Sagradas Escrituras, es necesario dejarnos enseñar por el Espíritu de Verdad, para no tergiversar el evangelio de Cristo, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
En Cristo somos libres para, desarrollar las capacidades, los talentos y los dones que Dios ha puesto en cada uno de nosotros, para que seamos testigo del amor, la misericordia, la compasión, y el poder de Dios obrando a nuestro favor. Por favor, esté atento, no se deje esclavizar, viva en la libertad con la cual Cristo le hizo libre.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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