viernes, 29 de marzo de 2024

Meditemos en la resurrección de Jesús el Cristo de Dios.

Pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado. Al llegar, se encontraron con que la piedra que tapaba el sepulcro no estaba en su lugar; y entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué pensar de esto, cuando de pronto vieron a dos hombres de pie junto a ellas, vestidos con ropas brillantes. Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron: ¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo? No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría. Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús, y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once apóstoles y a todos los demás. Las que llevaron la noticia a los apóstoles fueron María Magdalena, Juana, María madre de Santiago, y las otras mujeres. Pero a los apóstoles les pareció una locura lo que ellas decían, y no querían creerles. Sin embargo, Pedro se fue corriendo al sepulcro; y cuando miró dentro, no vio más que las sábanas. Entonces volvió a casa, admirado de lo que había sucedido. Lucas 24:1-12

La semana santa es un tiempo para recordar el cumplimiento del gran amor de Dios hacia la humanidad. Recordando lo que escribió el apóstol Pablo; Primeramente les he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. 1 Corintios 15:3. Aquí se nos dice que esto ya ocurrió, fue una sola vez, no se volverá a repetir. Recordar no significa que ocurra cada año, por lo tanto debemos saber que, Cristo no muere ni resucita cada año en semana santa, es solo un tiempo de recordación. Todo esto es tiempo pasado.

Nuestro presente es que ¡Cristo vive! Y está sentado a la diestra de Dios intercediendo por nosotros. Y porque él vive, vivimos nosotros, porque Cristo es la vida. Pero no cometamos el error de aquellas mujeres que fueron a buscar a Jesús entre los muertos.

Muchas veces se trata de encontrar a Jesús entre los ídolos, mal llamados santos, imágenes inerte que representan a personas que ya han muerto, y que nada pueden hacer por nosotros porque ya están en otra dimensión, sin poder tener contacto con nosotros. La biblia dice; ¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?

La única persona que murió y resucitó para nunca más morir, es nuestro Señor Jesucristo. Él está vivo, y por medio de la fe, creyendo en su obra redentora, recibimos perdón de nuestros pecados y la vida eterna. Jesús dice; No temas; yo soy el primero y el último;
y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Apocalipsis 1:17. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Apocalipsis 22:12.
No desaproveche esta oportunidad de conocer al Cristo vivo, con él todos los días son días de gloria, humíllese y hable con Él por medio de la oración, exprésele su necesidad de perdón de sus pecados, e invítelo a entrar a su corazón para que cambie su vida, y sin duda Cristo responderá esa oración, dándole paz interior y el gozo de la salvación.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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