Nuestra justificación es por la gracia de Dios, no por algo que hayamos hecho.
Recuerda a los otros que se sometan al gobierno y a las autoridades, que sean obedientes y que siempre estén dispuestos a hacer lo bueno. Que no hablen mal de nadie, que sean pacíficos y bondadosos, y que se muestren humildes de corazón en su trato con todos. Porque antes también nosotros éramos insensatos y rebeldes; andábamos perdidos y éramos esclavos de toda clase de deseos y placeres. Vivíamos en maldad y envidia, odiados y odiándonos unos a otros. Pero Dios nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad, y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu Santo. Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el Espíritu Santo, para que, después de hacernos justos por su bondad, tengamos la esperanza de recibir en herencia la vida eterna. Esto es muy cierto, y quiero que insistas mucho en ello, para que los que creen en Dios se ocupen en hacer el bien. Estas cosas son buenas y útiles para todos. Tito 3
La humanidad toda comenzó a transitar los últimos tiempos de la gracia de Dios para salvación a todo aquel que cree en Cristo. La salvación por gracia de Dios, tiene fecha de vencimiento, y está llegando al final, se crea o no, se acepte o no, se ignore o no. La puerta de la gracia está próxima a cerrarse. Cristo viene por los que somos suyos, y luego los que han rechazado la gracia de Dios, tendrán que pasar por un periodo de sufrimiento sin igual, es por esto la advertencia bíblica que dice; Hermanos, cuídense de que ninguno de ustedes tenga un corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios viviente. Al contrario, anímense unos a otros cada día, mientras dura ese «hoy» de que habla la Escritura, para que ninguno de ustedes sea engañado por el pecado y su corazón se vuelva rebelde. Porque nosotros tenemos parte con Cristo, con tal de que nos mantengamos firmes hasta el fin en la confianza que teníamos al principio. Por lo cual dice: Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron. Hebreos 3:12
Esto no es para asustar ni condenar a nadie, es un llamado a reflexionar en nuestra conducta diaria, a la luz de la palabra de Dios, siendo personas sabias en el trato y relación con los demás, alentándonos unos a otros a permanecer en la verdad bíblica, o sea en Cristo en quien está asegurada la salvación de nuestra alma.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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