El libro de Proverbios es el, Manual de instrucción personal y de la familia.
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello. Proverbios 1:8
Dios como el creador y sustentador de la familia, estableció el orden correcto de autoridad para el buen funcionamiento de la misma. La responsabilidad de la crianza, formación, educación y orientación de los hijos, corresponde al padre y a la madre por igual.
Tanto el varón que engendra y la mujer que concibe en su vientre al hijo, delante de Dios ambos son responsables de esa nueva persona que están trayendo al mundo.
Es por eso que Dios estableció las responsabilidades compartidas. El padre como responsable del hogar es quien instruye, da las directivas del hogar para una convivencia matrimonial y familiar armoniosa, y la madre es la que ejecuta esas instrucciones de común acuerdo con su marido. Cuando eso por alguna razón se omite, es donde comienza los problemas matrimoniales y familiares.
Es verdad, esto es el ideal de Dios para que el matrimonio y la familia funcionen sin sobresaltos. Pueden aparecer algunos inconvenientes o problemas, pero nada que no pueda solucionarse a través del amor, la comprensión, el dialogo y el respeto mutuo.
Lamentablemente, los seres humanos han desvirtuado y descartado todo esto, creando sus propias reglas. Han cambiado la constitución de la familia, con un nuevo orden de funcionamiento, sin principios ni valores, sin límites, un ambiente donde todo es válido. Los que sufren las consecuencias son todos los integrantes del grupo familiar, porque no hay, no encuentran, o no tienen una contención que ayude en caso de surgir en el grupo, algún tipo de problema. El matrimonio y la familia bíblica son una especie en extinción. Ahora hay nuevas formas de constituir familias, nuevos modelos de crianzas, sin responsabilidad, la formación y educación depende de los organismos gubernamentales, en definitiva, nadie se hace responsable de los problemas intrafamiliar.
Todas estas situaciones que se viven en la mayoría de las familias actuales, hace que haya tanta violencia de género, niños abortados, violados o abandonados, mujeres golpeadas y desprotegidas, hombres irascibles y violentos. ¿Cómo cambiar todo esto, cómo se soluciona?
La solución no está en los derechos humanos, tampoco en la justicia, menos aún en la religión. La solución está en tener un encuentro personal y voluntario con Cristo Jesús, quien ha venido a este mundo para reconciliarnos con Dios Padre. Cada persona al reconciliarse con Dios, Dios le perdona su pecado, le da una nueva vida en Cristo, es adoptada como hijo por Dios, y en esa condición comienza a encaminar su vida de acuerdo a las enseñanzas de Cristo y su palabra escrita. Entra en un proceso de cambio personal que dura toda la vida terrenal, con el propósito de aprender, para cuando tenga que irse de este mundo al reino de Cristo, donde formará parte de la gran familia de Dios.
Les animo amados amigos, lean en la biblia el libro de los proverbios de Salomón, no como un libro de religión, sino como un manual instructivo de la vida personal y familiar.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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