domingo, 4 de junio de 2023

¡Libertad! Divino tesoro.

Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.

Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad. Pero no usen esta libertad para dar rienda suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. Gálatas 5: 1-14

¡Vivir en libertad! ¡Ser libre! Es algo que toda persona desea, además necesita ser libre para tomar sus propias decisiones de vida. Lo triste es que se piensa que la esclavitud es solamente física, algo que ya no es tan frecuente porque hay leyes que evitan la proliferación de la misma. Sin embargo, existen varias formas de esclavitud que muchas veces pasan desapercibidas, por desconocimiento o por no querer aceptar esta realidad.

Hay que reconocer, que todo aquello que domina a la persona en su vida personal la esclaviza, sea persona, cosas materiales, placeres, sentimientos, vicios nocivos, conductas erróneas, vocabulario soez, pensamientos impuros, etc. Todas esas cosas físicas o espirituales, que afectan a las personas es muy difícil creer que le hacen daño, por lo tanto no buscan ayuda para salir de eso, y a veces cuando se dan cuenta, ya es demasiado tarde.

Con mucha tristeza, también hay que reconocer que las religiones, incluyendo la evangélica, aprovechando la vulnerabilidad de las personas con problemas o conflictos, que asisten a los templos buscando ayuda espiritual. En nombre de Dios, las retienen con engaños, mentiras y rituales religiosos, condicionando sus vidas, haciéndolas trabajar en los templos, decidiendo por ellas, sin permitir que tomen sus propias decisiones, muchas veces separando a la familia, hacen creer que es más importante ir a una reunión, que atender su trabajo, su esposo, esposa o hijos. Eso produce mucho daño, porque la persona sigue vacía y con una nueva forma de esclavitud en su vida, además de las que ya traía, afectando también al resto de sus seres queridos.

Cuando la verdad del evangelio es aceptada de corazón por la persona, entra el Espíritu de Cristo y echa fuera toda obra de las tinieblas que la esclavizaba. Son perdonados sus pecados, recibe la vida eterna, el Espíritu de Dios llena su vida, y es libre para vivir en la presencia de Dios continuamente, dependiendo de Él, porque ahora es su hijo. Cristo le hizo libre, no se deje esclavizar por ningún sistema de ritualismo religioso. ¡Viva su vida en Cristo en plena libertad! Tome sus propias decisiones con sabiduría de Dios, ayudando al prójimo, visitando al enfermo, haciendo misericordia, teniendo buena relación familiar, y siendo un buen profesional, obrero, o empleado. La libertad en Cristo hará que usted no se encierre entre cuatro paredes, sino que disfrute esa libertad en la presencia de Dios, al aire libre con hermanos en la fe, familiares y amigos. ¡Viva en libertad! ¡Dios le ha hecho libre!

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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