Dios no desecha a su pueblo Israel, siempre hay un remanente fiel.
Por tanto, pregunto: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera!, porque también soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis lo que dice la Escritura acerca de Elías, de cómo se quejó ante Dios contra Israel, diciendo: "Señor, a tus profetas han dado muerte y tus altares han derribado; solo yo he quedado y procuran matarme"? Pero ¿cuál fue la divina respuesta? "Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal". Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no sería gracia. Y si es por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no sería obra. ¿Qué, pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; como está escrito: "Dios les dio espíritu insensible, ojos que no vean y oídos que no oigan, hasta el día de hoy". Y David dice: "Sea vuelto su banquete en trampa y en red, en tropiezo y justo castigo. Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y agóbiales la espalda para siempre".
Romanos 11:1-8
Muchas veces se ignora la importancia del pueblo de Israel para Dios y su plan de salvación. Israel es el pueblo escogido por Dios, para dar a conocer sus leyes, decretos y estatutos, también para manifestar su amor, misericordia, compasión, fidelidad, poder y justicia. Además es el pueblo a través del cual conocemos las Sagradas Escrituras, y vino Cristo para ser el salvador del mundo. Solo que el pueblo judío no entendió el plan de Dios, y rechazó a Jesús como el Mesías.
El cristiano debe ser respetuoso del pueblo Judío, gracias a que ellos rechazaron a su Mesías, nosotros fuimos beneficiados con la salvación por gracia. Eso quiere decir que sin merecer el perdón de Dios, y la vida eterna, y la adopción como hijos, a Dios le ha placido darnos por gracia todo eso, por el solo hecho de creer en Cristo. ¡Bendito amor de Dios!
Pero no se ha olvidado de Israel, solo hizo una pausa, todavía el pueblo Hebreo continúa en los planes y propósitos de Dios, sobre todo para los últimos tiempos de la humanidad, cuando la iglesia ya no esté en este mundo.
Ahora, en este tiempo, le toca a la iglesia de Cristo extender el reino de Dios, predicando el evangelio de Jesucristo, la salvación por gracia creyendo en Cristo y su obra en la cruz. Pero no somos enemigos de Israel, sino que en este tiempo a nosotros nos toca ser testigos de la obra de Cristo en la cruz, mientras Israel espera ser redimido, entendamos el plan y propósito de Dios con Israel y con la Iglesia.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario