viernes, 15 de noviembre de 2024

Para meditar.

Dios hace una pausa en el trato con Israel.

Mientras ocurre la salvación por gracia de los gentiles.

Pero yo pregunto: ¿Será que los israelitas, al tropezar, cayeron definitivamente? ¡De ninguna manera! Al contrario, debido a su transgresión vino la salvación a los gentiles, a fin de provocarlos a celos. Y si su transgresión ha servido para enriquecer al mundo, y su caída, a los gentiles, ¿cuánto más lo será su plena restauración? Hablo a vosotros, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pudiera provocar a celos a los de mi sangre y hacer salvos a algunos de ellos, porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. Si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, recuerda que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. Tal vez dirás: "Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado". Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Así que no te jactes, sino teme, porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad, pues de otra manera tú también serás eliminado. Y aún ellos, si no permanecen en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Romanos 11:9-24

Dios nunca se olvidó de Israel, ni de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob a pesar de la infidelidad de Israel. Solo que por un tiempo se vuelve a los gentiles, o sea a nosotros, dándonos por la fe, la salvación por gracia, para provocar a celos a Israel con un pueblo que nada conocía de leyes morales ni buscaban a Dios, pero que al oír la palabra de Dios reconocieron su necesidad de perdón y creyeron en Jesús. Una vez que se complete el número de gentiles que serán salvos, Cristo viene por su novia, que es la iglesia, y una vez cerrado este capítulo de la iglesia, Dios continuará tratando con su pueblo Israel, porque tiene una promesa hecha y Dios es Fiel en cumplir con sus promesas.

Loas abraza en Cristo. P. Sosa. 

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