jueves, 16 de abril de 2020

¿Héroes o villanos?



Es tiempo que pensemos.
Cuando el miedo no te permite pensar.
El ser humano es muy complejo, hay actitudes y comportamientos que son contradictorios.
Somos muy cambiantes en nuestra manera de actuar, podemos estar delante de algo bueno y necesario que una persona hizo y felicitarla, y sin embargo al minuto siguiente somos capaces de volvernos contra ella y atacarla.
Eso lo estamos viendo muy a menudo en los noticieros, vemos imágenes de personas dando un aplauso a los profesionales y colaboradores de la salud, como una forma de reconocimiento y gratitud por la tarea que están haciendo. Pero, ¡qué sorpresa! Cuando estos trabajadores de la salud vuelven a sus casas, en vez de gratitud encuentran que son personas declaradas no gratas para sus vecinos. ¡¡¡Qué Tristeza!!! Cuanta ignorancia por parte de sus vecinos, y todo por desconocimiento.
Este comportamiento humano de contradicción no es nuevo. La persona sabe que necesita de los servicios de alguien que sabe tratar con el problema que le afecta, pero a la vez, el miedo y temor a lo desconocido, hace que desconfíe de la persona que le está ayudando y no tiene mejor idea que pedirle que se aleje o que se vaya.
Esto me recuerda un relato bíblico, de cuando Jesús estaba físicamente en esta tierra.
Cuenta el relato que un día Jesús iba pasando por la localidad de Gadara y en ella había un hombre que estaba poseído por demonios. Tan mal estaba que nos cuenta el relato, que era atado con cadenas y no lo podían sujetar, además de eso este hombre vivía desnudo en el cementerio y atacaba a toda persona que pasaba cerca.
Jesús iba pasando por ese lugar y este hombre le sale al encuentro, luego de una corta conversación, Jesús lo deja libre de los demonios.
Cuando las gentes llegaron a donde estaba Jesús, vieron al hombre que antes estaba endemoniado, y lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente. Los que estaban allí temblaban de miedo.
Las personas que vieron cómo Jesús había sanado a aquel hombre empezaron a contárselo a todo el mundo. Pero la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar. Allí no lo querían Marcos 5
¡Así hace reaccionar el miedo! Ante lo desconocido mejor poner distancia.
Pasa lo mismo cuando se habla de Dios, por el desconocimiento que la persona tiene de Dios, no se quiere acercar a él. Cree que Dios le hará daño o le rechazará si se acerca. Nada más lejos de la verdad. Dios dice en su palabra lo siguiente: Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Jeremías 29:11. Si tan solamente las personas entendieran esto, creo que cambiarían su actitud.
Al pueblo de Israel también le pasó lo mismo cuando Dios lo sacó de Egipto y lo llevó al Monte Sinaí, para darles los Diez Mandamientos. Dios se manifestó de una manera gloriosa frente a ellos, sin embargo ellos dijeron lo siguiente: Verdaderamente el Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su poder, y hemos oído su voz, que salía de en medio del fuego. Hoy hemos comprobado que Dios puede hablar con los hombres sin que éstos mueran. Sin embargo, ¿para qué exponernos a morir consumidos por este terrible fuego? Si volvemos a escuchar la voz del Señor nuestro Dios, moriremos;  pues, ¿qué hombre hay que pueda escuchar la voz del Dios viviente hablando de en medio del fuego, como la hemos oído nosotros, sin que le cueste la vida?  Mejor acércate tú, y escucha todo lo que el Señor nuestro Dios te diga, y ya luego nos dirás lo que te  haya comunicado, y nosotros cumpliremos lo que se nos diga. Deuteronomio 5:22
El hombre es el mismo en todas las épocas, sigue reaccionando de la misma manera, por eso no me sorprende lo que está ocurriendo en este tiempo. Pero no es necesario que las personas continúen esclavizadas del miedo. Si se pone la confianza en Cristo y se lo invita a vivir en nuestra vida, ¡todo miedo desaparece! Porque Dios protege a todos aquellos que ponen su confianza en Jesús.
Los abraza en Cristo. P. Sosa

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