domingo, 26 de abril de 2020

¡Convivencia humana!


La convivencia humana nunca ha sido fácil. Y menos aun cuando surgen diferencias en lo que piensa cada uno, o cuando aparecen problemas externos de difícil solución.
Está registrado en las Sagradas Escrituras, mandamientos para desarrollar una vida de convivencia en amor, sin violencia y con mucha gratitud a Dios.

Mis queridos hermanos y amigos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.  Porque la gente violenta no puede hacer lo que Dios quiere.  Por eso, dejen de hacer lo malo, pues ya hay mucha maldad en el mundo. Hacer lo malo es como andar vestido con ropa sucia. Más bien, reciban con humildad el mensaje que Dios les ha dado. Ese mensaje tiene poder para salvarlos.
¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si lo escuchan, pero no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les pasará lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era. Por el contrario, si ustedes ponen toda su atención en la palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices en todo lo que hagan. Porque la palabra de Dios es perfecta y los libera del pecado.
Si alguien se cree muy santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí mismo y de nada le sirve tanta religiosidad.  Creer en Dios el Padre es agradarlo y hacer el bien, ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren, y no dejarse vencer por la maldad del mundo.
Santiago 1:19
Esto es lo que necesita toda familia y sociedad civilizada para tener un ambiente de paz y armonía, formando generaciones respetuosas, responsables y pacíficas trabajando para el bien común.
Los abraza en Cristo. P. Sosa

domingo, 19 de abril de 2020

Esto es necesario

Es tiempo que pensemos y meditemos en esto que dice nuestro Señor Jesucristo.
En aquel tiempo Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. Mateo 11:25-30
Ese es el descanso que toda persona necesita en medio de esta pandemia que agobia al alma humana y no se sabe cuando terminará.
Que tengan un bendecido comienzo de semana descansando en Jesús.   P. Sosa

sábado, 18 de abril de 2020

Oración del apóstol Pablo


Es tiempo que pensemos en esta oración que el apóstol Pablo hace por los hermanos de la iglesia de Éfeso. Es la oración que debemos hacer unos por otros en este tiempo complicado que vivimos, poniéndonos en las manos del Señor.

Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los santos,  no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.  Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos,  y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz  que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales,  muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo. Efesios 1

Sin duda que si todos hacemos esta clase de oración, la iglesia de Cristo será fortalecida en el poder de la fuerza del Señor, quien fortalece nuestra vida espiritual a través de la revelación de su palabra en cada una de nuestras vidas.
Los abraza en Cristo. P. Sosa

viernes, 17 de abril de 2020

¡Hay esperanza de vida renovada!



Aun en las peores circunstancias, siempre hay que seguir confiando.
Esto escribió el apóstol Juan para los que creen y prestan atención a la palabra de Dios.
Dios dijo desde su trono: ¡Yo hago todo nuevo! Y también dijo: Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.
Después me dijo:
¡Ya todo está hecho! Yo soy el principio y el fin. Al que tenga sed, a cambio de nada le daré a beber del agua de la fuente que da vida eterna. A los que triunfen sobre las dificultades y sigan confiando en mí, les daré todo eso, y serán mis hijos, y yo seré su Dios. Pero a los cobardes, a los que no confíen en mí, a los que hagan cosas terribles que no me agradan, a los que hayan matado a otros, a los que tengan relaciones sexuales prohibidas, a los que practiquen la brujería, a los que adoren dioses falsos, y a los mentirosos, los lanzaré al lago donde el azufre arde en llamas; y allí se quedarán, separados de mí para siempre. Apocalipsis 21:5-9
Tan grande es el amor de Dios hacia nosotros. Que esto también es una advertencia de parte de Dios, para que no se siga el camino equivocado y confiemos siempre en Él.
Los abraza en Cristo. P. Sosa

jueves, 16 de abril de 2020

¿Héroes o villanos?



Es tiempo que pensemos.
Cuando el miedo no te permite pensar.
El ser humano es muy complejo, hay actitudes y comportamientos que son contradictorios.
Somos muy cambiantes en nuestra manera de actuar, podemos estar delante de algo bueno y necesario que una persona hizo y felicitarla, y sin embargo al minuto siguiente somos capaces de volvernos contra ella y atacarla.
Eso lo estamos viendo muy a menudo en los noticieros, vemos imágenes de personas dando un aplauso a los profesionales y colaboradores de la salud, como una forma de reconocimiento y gratitud por la tarea que están haciendo. Pero, ¡qué sorpresa! Cuando estos trabajadores de la salud vuelven a sus casas, en vez de gratitud encuentran que son personas declaradas no gratas para sus vecinos. ¡¡¡Qué Tristeza!!! Cuanta ignorancia por parte de sus vecinos, y todo por desconocimiento.
Este comportamiento humano de contradicción no es nuevo. La persona sabe que necesita de los servicios de alguien que sabe tratar con el problema que le afecta, pero a la vez, el miedo y temor a lo desconocido, hace que desconfíe de la persona que le está ayudando y no tiene mejor idea que pedirle que se aleje o que se vaya.
Esto me recuerda un relato bíblico, de cuando Jesús estaba físicamente en esta tierra.
Cuenta el relato que un día Jesús iba pasando por la localidad de Gadara y en ella había un hombre que estaba poseído por demonios. Tan mal estaba que nos cuenta el relato, que era atado con cadenas y no lo podían sujetar, además de eso este hombre vivía desnudo en el cementerio y atacaba a toda persona que pasaba cerca.
Jesús iba pasando por ese lugar y este hombre le sale al encuentro, luego de una corta conversación, Jesús lo deja libre de los demonios.
Cuando las gentes llegaron a donde estaba Jesús, vieron al hombre que antes estaba endemoniado, y lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente. Los que estaban allí temblaban de miedo.
Las personas que vieron cómo Jesús había sanado a aquel hombre empezaron a contárselo a todo el mundo. Pero la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar. Allí no lo querían Marcos 5
¡Así hace reaccionar el miedo! Ante lo desconocido mejor poner distancia.
Pasa lo mismo cuando se habla de Dios, por el desconocimiento que la persona tiene de Dios, no se quiere acercar a él. Cree que Dios le hará daño o le rechazará si se acerca. Nada más lejos de la verdad. Dios dice en su palabra lo siguiente: Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Jeremías 29:11. Si tan solamente las personas entendieran esto, creo que cambiarían su actitud.
Al pueblo de Israel también le pasó lo mismo cuando Dios lo sacó de Egipto y lo llevó al Monte Sinaí, para darles los Diez Mandamientos. Dios se manifestó de una manera gloriosa frente a ellos, sin embargo ellos dijeron lo siguiente: Verdaderamente el Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su poder, y hemos oído su voz, que salía de en medio del fuego. Hoy hemos comprobado que Dios puede hablar con los hombres sin que éstos mueran. Sin embargo, ¿para qué exponernos a morir consumidos por este terrible fuego? Si volvemos a escuchar la voz del Señor nuestro Dios, moriremos;  pues, ¿qué hombre hay que pueda escuchar la voz del Dios viviente hablando de en medio del fuego, como la hemos oído nosotros, sin que le cueste la vida?  Mejor acércate tú, y escucha todo lo que el Señor nuestro Dios te diga, y ya luego nos dirás lo que te  haya comunicado, y nosotros cumpliremos lo que se nos diga. Deuteronomio 5:22
El hombre es el mismo en todas las épocas, sigue reaccionando de la misma manera, por eso no me sorprende lo que está ocurriendo en este tiempo. Pero no es necesario que las personas continúen esclavizadas del miedo. Si se pone la confianza en Cristo y se lo invita a vivir en nuestra vida, ¡todo miedo desaparece! Porque Dios protege a todos aquellos que ponen su confianza en Jesús.
Los abraza en Cristo. P. Sosa

martes, 14 de abril de 2020

¡Qué buena noticia!


 Par los que creemos en Cristo. Para que sigamos confiando en Dios.

El Señor destruirá para siempre la muerte,
secará las lágrimas de los ojos de todos
y hará desaparecer en toda la tierra
la deshonra de su pueblo.
El Señor lo ha dicho.
En ese día se dirá:
Éste es nuestro Dios,
en él confiamos y él nos salvó.
Alegrémonos, gocémonos, él nos ha salvado.
Isaías 25:8-9

¡Arriba el ánimo! Esto está registrado en la Sagradas Escrituras. Es para que no se pierda la esperanza. Bendiciones 

lunes, 13 de abril de 2020

Para meditar.


El camino de los justos es recto;
tú, Señor, haces llano su camino.
Nosotros también nos sentimos seguros
en el camino señalado por tus leyes, Señor.
Lo que nuestro corazón desea es pensar en ti.
De todo corazón suspiro por ti en la noche;
desde lo profundo de mí ser te busco.
Cuando tú juzgues la tierra,
los hombres aprenderán lo que es justicia.
Aunque tengas compasión de los malos,
ellos no aprenderán a ser rectos;
son perversos en tierra de gente honrada
y no tienen en cuenta la grandeza del Señor.
Señor, tienes el castigo preparado,
pero ellos no quieren darse cuenta;
cuando vean tu ardiente amor por tu pueblo,
quedarán en ridículo. Isaías 26:7-11
Bendiciones.

sábado, 11 de abril de 2020

Aprendiendo a cuidarnos



Es tiempo que pensemos en lo que estamos viviendo, no solamente nosotros sino también el mundo entero. Este momento tan particular de nuestra historia nos tiene que llevar a reflexionar con respecto a nuestras conductas y actitudes, cuanto estamos dispuestos a valorar al otro, dejando de lado nuestro egoísmo, no solo con los de afuera sino más bien con los integrantes de la familia propia. Esta situación nos obliga a permanecer más tiempo junto unos a otros en espacios reducidos como son nuestros hogares, o el ámbito donde desarrollamos nuestras tareas, en esos ámbitos, muchas veces hay que ceder espacio al otro o perder algo de privacidad. Eso molesta, no siempre cae bien, pero es necesario hacerlo, para una armoniosa relación de convivencia, por eso las Sagradas Escrituras tiene buenos consejos para dar a cada uno que quiera escuchar y de esa manera pasarla bien, aun en las peores circunstancias.

Las Sagradas Escrituras dicen: Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.
Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. Queridos amigos y hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Pues en la Biblia Dios dice: A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido. Y también dice: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.
No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien. Romanos 12:9
El quedarse en la casa por motivos de evitar el contagio, debe sacar lo mejor de cada persona, la generosidad, el respeto, la responsabilidad, esto debe llevar a la práctica de la misericordia, la fe, el amor, el dominio propio, en fin todas estas cosas que son necesarias para una buena y pacífica convivencia y saber que Dios está dispuesto para ayudarnos a que esto sea posible, no por un día, sino a lo largo de toda nuestra vida. Es posible cuidarse unos a otros y pasarla bien alegrándonos el día a día.
Bendiciones. P. Sosa


viernes, 10 de abril de 2020

¡Para pensar!


Proverbios escritos por Salomón rey de Israel



Presta toda tu atención a los dichos de los sabios;
concéntrate en lo que te enseño.
Te agradará guardarlos en tu memoria
y poder repetirlos todos juntos.
Hoy te los hago saber
para que pongas tu confianza en el Señor.
Yo te he escrito treinta dichos
que contienen consejos y conocimientos,
para enseñarte a conocer la verdad,
para que puedas dar un fiel informe a quien te pregunte.

Bendiciones. P. Sosa 

martes, 7 de abril de 2020

¿Cuál es el significado actual?



Semana Santa, última parte.
¡Eso es lo más glorioso!, lo que hoy significa para nosotros los seres humanos, ese sacrificio del Hijo de Dios hecho hombre. Tú y yo tenemos esperanza cierta en cuanto a poder acercarnos a Dios. Pues por medio de ese sacrificio allá lejos y hace tiempo, tenemos la puerta abierta al trono de la gracia de Dios para nuestras vidas hoy.
La persona hoy, puede entrar confiadamente a la Presencia de Dios, mediante la sangre de Jesucristo, el Salvador propuesto por Dios, reconociendo que necesita ser perdonado de sus pecados, y puede hallar oportuno socorro para la vida.
Pues la Biblia en Miqueas 6:19 dice;  Él volverá a tener misericordia de nosotros, sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Entonces no es necesario vivir apartado de Dios, sin fe y sin esperanza en este mundo, sin saber que va a pasar conmigo cuando el creador me llame a Su Presencia.
Hoy, si reconocemos nuestros pecados, y nos arrepentimos, y pedimos a Dios que nos perdone por medio de Cristo, él lo hace porque nos ama.
¿Qué más se puede decir? ¿Seguiremos pecando para que Dios nos ame más todavía? ¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos ni debemos seguir pecando.  
Nosotros bien sabemos que, por medio del bautismo en agua, nos hemos unido a Cristo en su muerte.  Al decidir ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios el Padre lo resucitó con gran poder.
Si al bautizarnos participamos en la muerte de Cristo, también participaremos de su nueva vida. Una cosa es clara: antes éramos pecadores, pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado ya no nos gobierna.  Al morir, el pecado perdió su poder sobre nosotros.
Si por medio del bautismo morimos con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él. Sabemos que Jesucristo resucitó, y que nunca más volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él. Cuando Jesucristo murió, el pecado perdió para siempre su poder sobre él. La vida que ahora vive, es para agradar a Dios.
De igual manera, el pecado ya no tiene poder sobre nosotros, sino que Cristo nos ha dado vida, y ahora vivimos para agradar a Dios. Así que no dejemos que el pecado nos gobierne, ni que nos obligue a obedecer los malos deseos de nuestro cuerpo. 
Nosotros ya hemos muerto al pecado, pero ahora hemos vuelto a vivir. Así que no dejemos que el pecado nos use para hacer lo malo. Más bien, entreguémonos a Dios, y hagamos lo que a él le agrada.  Así el pecado ya no tendrá poder sobre nosotros, porque ya no somos esclavos de la ley. Ahora estamos al servicio del amor de Dios.
Alguien podría decir que, como ya no somos esclavos de la ley, sino que estamos al servicio del amor de Dios, podemos seguir pecando. Pero eso no es posible.  
Nosotros sabemos que quien siempre obedece a una persona, llega a ser su esclavo. Nosotros podemos servir al pecado y morir, o bien obedecer a Dios y recibir su perdón.  Antes, nosotros éramos esclavos del pecado. Pero gracias a Dios que obedecimos de todo corazón la enseñanza que se nos dio.  Ahora nosotros nos hemos librado del pecado, y estamos al servicio de Dios para hacer el bien.
Como todavía cuesta entender esto, se lo explico con palabras sencillas y bien conocidas. Antes nosotros éramos esclavos del mal, y cometíamos pecados sexuales y toda clase de maldades. Pero ahora debemos dedicarnos completamente al servicio de Dios.
Cuando nosotros éramos esclavos del pecado, no teníamos que vivir como a Dios le agrada.  ¿Pero qué provecho sacamos? Tan sólo la vergüenza de vivir separados de Dios para siempre.  Sin embargo, nosotros ya no somos esclavos del pecado. Ahora somos servidores de Dios. Y esto sí que es bueno, pues el vivir sólo para Dios nos asegura que tendremos la vida eterna. Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6
¡Gracias sean dadas a Dios, por su regalo precioso! ¡Vivamos la vida con alegría y gratitud!
Bendiciones. P. Sosa

lunes, 6 de abril de 2020

¿Qué significado tiene?



Semana Santa, parte 2
Como he mencionado en el artículo anterior, la humanidad está separada de Dios por causa del pecado, que hace separación entre Dios y el ser humano. Además nos constituye como enemigos de Dios, nos aleja y nos enfrenta con nuestro hacedor, es por esa causa que la vida del hombre en esta tierra está llena de conflictos, sufrimientos y enfermedades que amargan y destruyen la existencia humana.
Pero Dios nos ama de tal manera que al ver el penoso peregrinar del hombre por este mundo, recordando su promesa, decidió enviar a su Único Hijo a este mundo, para cargar y castigar en él, el pecado de la humanidad y así librar al hombre de la maldición del pecado.
En la cruz del calvario Dios muestra su amor, al cargar sobre su Unigénito Hijo Jesús nuestras miserias, maldades, sufrimientos  y enfermedades abriendo una puerta de escape de esa situación. Recuerde las palabras de Jesús que dijo; Yo soy la puerta, el que por mi entra será salvo.
Es la manifestación visible e inmutable del Gran Amor de Dios hacia nosotros, sus criaturas.
Cuando nosotros los pecadores no podíamos salvarnos, Cristo murió por nosotros. Murió en el momento elegido por Dios. En realidad, no es fácil que alguien esté dispuesto a dar su vida por otra persona, aunque sea buena y honrada. Tal vez podríamos encontrar a alguien que diera su vida por alguna persona realmente buena. Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores. Romanos 5:6

¿Qué sucedió allí?

Para entender eso debemos volver al Jardín del Edén, donde Dios puso al hombre con un propósito y le dio mandamientos, especialmente que no comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que comiera le dijo Dios; ciertamente morirás, pero lamentablemente el hombre desobedeció, comió del fruto prohibido y murió espiritualmente.
Fue echado del huerto y así el hombre quedó bajo la maldición del pecado, y al echar Dios al hombre del huerto del Edén y de Su Presencia, la humanidad toda, representada en Adán y Eva estaba siendo echada de la presencia de Dios. Pero Dios se propuso rescatarlo, sacarlo de esa triste y penosa condición.
Es por eso que Dios desde antes de la fundación del mundo ya había hecho provisión para salvarlo. Dios ya había dispuesto el Cordero para el sacrificio que hiciera posible perdonar al hombre su pecado, y traerlo de vuelta a Su Presencia.
Y allí en el Calvario sucede el cumplimiento de la promesa que Dios se había propuesto en sí mismo de salvar al hombre.
Dios nos declara inocentes por medio de la muerte de Cristo, con mayor razón, gracias a Cristo, nos librará del castigo final. Si cuando todavía éramos sus enemigos, Dios hizo las paces con nosotros por medio de la muerte de su Hijo, con mayor razón nos salvará ahora que su Hijo vive, y que nosotros estamos en paz con Dios. Romanos 5
Continuará… Bendiciones. P. Sosa 

domingo, 5 de abril de 2020

Semana Santa 1


Semana Santa, parte 1
Cuando se acerca la fecha que según se ha establecido para celebrar Semana Santa, mucho se habla acerca de ella, incluso se da como apertura el domingo de ramos y se da por terminada el domingo de Resurrección.
Pero entre esos dos domingos, ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿A qué se refieren cuando se  habla de esta semana? ¿Cuál es el pensamiento cuando se acerca esa fecha? ¿Qué incidencia tiene en nuestras vidas hoy ese acontecimiento?
Son muchas las preguntas que uno se podría hacer, o tal vez ninguna, simplemente vivirlo como un feriado más o pasarlo con los amigos y familiares.  Pero creo que es una fecha demasiada importante para tomarla livianamente. Y la primera pregunta que deberíamos hacernos es;

¿Qué se celebra?

Dice la Biblia que la humanidad toda está bajo la maldición del pecado, por causa de la desobediencia de nuestros primeros padres Adán y Eva.
Y para nosotros, los seres humanos, era imposible solucionar ese tema, porque la paga del pecado es muerte, declaran las Sagradas Escrituras.
Es por eso que Dios nuestro creador nos promete un Salvador, alguien que vendría a ocupar nuestro lugar para librarnos del pecado y pagar esa deuda con Dios.
Justamente en esa fecha se recuerda la crucifixión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Quien venció a la muerte y se levantó con Poder de entre los muertos, para no morir nunca más, pagando el precio que requiere el pecado, aunque Él nunca pecó.
Aquí es donde comenzó a manifestarse la salvación de la humanidad, en la persona de Jesús el Santo Hijo de Dios, en su condición de ser humano nacido de mujer pero sin pecado.

Es la victoria de la humanidad por medio de Jesucristo, sobre el pecado que nos apartaba y alejaba de Dios, dejándonos en condenación.

La Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin necesidad de cumplir la ley.  Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son.  Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios.  Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados. Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.
Ante Dios, no tenemos nada de qué estar orgullosos. Pues Dios nos acepta porque confiamos en Jesucristo, y no por obedecer la ley de Moisés. Dios no es solamente Dios de los judíos; en realidad, él es Dios de todos, sean o no judíos. Hay un solo Dios, y es el Dios que acepta a todos los que confían en Jesucristo, sean judíos o no lo sean. Pero si confiamos en Jesús, eso no quiere decir que la ley ya no sirva. Al contrario, si confiamos en él, la ley cobra más valor. Romanos 3:21
Continuará…   P. Sosa 

sábado, 4 de abril de 2020

Dios siempre triunfa.



El diablo trata de destruir a la humanidad 
con guerras, pestes y ambiciones egoístas. 
Dios quiere salvar a cada persona 
por medio de la obra de Cristo 
en la cruz del Calvario. PS

viernes, 3 de abril de 2020

Consejo útil para este tiempo.


Es bueno recordar este consejo del apóstol Pablo a su joven discípulo Timoteo, para que corrija algunas conductas equivocadas que había en la iglesia de Éfeso que estaba bajo su responsabilidad, para que el evangelio de Cristo no sea contaminado.
Te pido que les enseñes a amar de verdad. Sólo los que tienen la conciencia tranquila, y confían sinceramente en Dios, pueden amar así.
Algunos han dejado esa clase de amor y pierden su tiempo en discusiones tontas. Pretenden ser maestros de la Ley, y se sienten muy seguros de lo que dicen y enseñan, pero ni ellos mismos saben de qué están hablando.
Todos sabemos que la ley es buena, siempre y cuando se use correctamente. También sabemos que las leyes no se dan para los que hacen lo bueno, sino para los que hacen lo malo. Son para los rebeldes, los desobedientes, los pecadores y los que no respetan a Dios ni a la religión. También son para los que matan a sus semejantes, y hasta a sus propios padres y madres. Son para los que tienen relaciones sexuales prohibidas y para los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres; para los secuestradores y los mentirosos, y para los que juran decir la verdad pero luego mienten. En fin, las leyes son para corregir a los que no están de acuerdo con la correcta enseñanza del maravilloso mensaje del evangelio que nuestro Dios bendito me ha encargado enseñar.
1 Timoteo 1:5-11
Evidentemente en ese momento se había infiltrado en la iglesia cristiana naciente falsas enseñanzas, que estaban confundiendo y dañando la vida y costumbre de las personas que se congregaban en ese lugar con el propósito de aprender y conocer más al Dios que les salvó.
Esas falsas enseñanzas distorsionaban la palabra de Dios que había sido enseñada por Cristo cuando anunció el evangelio del reino de Dios. Es por eso que el apóstol Pablo le da este encargo a Timoteo con el propósito de recuperar la sana enseñanza bíblica, que es la única que trae verdadera paz y confianza al corazón atribulado.
En este tiempo también dentro de la iglesia cristiana, en algunas congregaciones hay falsas enseñanzas que nada tienen que ver con el mensaje del evangelio de Cristo. En algunos líderes espirituales y miembros de congregaciones, el amor fraternal, el perdón, el arrepentimiento, la pureza sexual, la responsabilidad, la santidad, y la gratitud al Dios que los salvó son temas que no se viven ni se enseñan, solo alguna mención de vez en cuando pero sin convicción de que eso es lo que realmente agrada al Señor. Se prioriza cobrar los diezmos y las ofrendas antes que reclamar una vida de santidad en el creyente. Las divisiones denominacional, las enemistades entre hermanos en la fe, las habladurías y falsos conceptos vertidos entre los pastores, son monedas corriente que afecta las relaciones y atenta contra la unidad del pueblo de Dios. Eso no es el mensaje ni el propósito del evangelio de Cristo.
Es tiempo de volverse a Dios si se quiere que Dios intervenga en nuestra vida y en la sociedad de la cual formamos parte.
El mundo está desorientado, la sociedad está confundida con todo esto que está sucediendo. Las personas sin Cristo, están sin Dios y sin esperanza en este mundo. ¡Cristo viene pronto! Su iglesia tiene el mensaje vivificador y la solución para el problema humano, Jesucristo y su obra redentora.
Pero recordemos que, Jesús en su segunda venida ya no viene como el Salvador, sino como el Juez justo que viene a juzgar con justicia la conducta de los hombres. Por eso este es el tiempo de la gracia de Dios y hay que aprovechar para estar a cuenta con Él, proclamar el mensaje y esperar con gozo el regreso de Cristo.
No es que Dios sea lento para cumplir la promesa de su venida, como algunos piensan. Lo que pasa es que Dios tiene paciencia con nosotros, porque él no quiere que nadie se pierda, sino que todos volvamos a obedecerle.
Todo lo que vemos será destruido, hay que obedecer sólo a Dios, hacer el bien,  y esperar el día en que Dios juzgará a todo el mundo. Por eso, queridos amigos y hermanos, mientras esperamos que esto suceda, hagamos todo lo posible por estar en paz con Dios, para que él nos encuentre sin pecado. Recuerden que nuestro Señor Jesucristo nos trata con paciencia, para que podamos ser salvos.
Queridos amigos y hermanos, con esto somos advertidos. Así que cuídense mucho, no sea que los engañe la gente malvada y ustedes dejen de creer firmemente en Dios. Mejor dejen que el amor y el conocimiento, que nos da nuestro Señor y Salvador Jesucristo, los ayude a ser cada vez mejores cristianos.  2 Pedro 3
La iglesia tiene el mandato de entregar el mensaje del poder del evangelio que cambia la vida de las personas afectadas por el pecado, pero, la iglesia debe prepararse espiritualmente para esta tarea reconociendo el señorío de Cristo sobre ella, purificándose por medio del arrepentimiento y confesión del pecado de algunos de sus miembros y dirigentes, para que el Señor traiga un despertar manifestándose con poder y autoridad por medio de la iglesia que es su cuerpo.
Durante mucho tiempo Dios perdonó a los que hacían todo lo que ofende a Dios, porque no sabían lo que hacían; pero ahora Dios ordena que todos los que habitan este mundo se arrepientan, y que lo obedezcan sólo a él. Porque Dios ha decidido ya el día en que juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Hechos 17:30
¡Qué hermosa esperanza para todos aquellos que hemos creído a Jesús! Porque aunque por ahora tengamos dificultades y problemas por vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, no nos desespera ni nos derrota la ansiedad, porque esperamos confiado en Cristo, ¡Él es nuestra gloria! Porque cuando Dios dé la orden por medio del jefe de los ángeles, y oigamos que la trompeta anuncia que el Señor Jesús baja del cielo, los primeros en resucitar serán los que antes de morir confiaron en él. Después Dios nos llevará a nosotros, los que estemos vivos en ese momento, y nos reunirá en las nubes con los demás. Allí, todos juntos nos encontraremos con el Señor Jesús, y nos quedaremos con él para siempre. Así que, anímense los unos a los otros con estas palabras.
 1 Tesalonicenses 4
Como dice el apóstol Pablo; Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Que el Señor que da la paz, les dé paz en todo lugar y en todo tiempo, y los acompañe siempre.  Bendiciones. P. Sosa

jueves, 2 de abril de 2020

La Biblia Gaucha


Aquí me pongo a cantar,
Para referir cosa santa,
Que al hombre que lo quebranta
Cualquier malestar sin cura
Encontrará en la Escritura
A un Padre que lo levanta.
Ese Padre es el buen Dios
Que desde el triste suceso
En que el hombre fuera preso
De tan tremenda agonía
No ha pasado un solo día
Sin que espere su regreso.
Y en esa espera se va
A veces toda la vida
Que poco el hombre se cuida
De volver a su Creador
No considera que sea mejor
Pegar la vuelta enseguida.