Carácter bíblico que la persona debe tener para liderar una congregación o grupo.
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. 2 Timoteo 2:24
Aunque usted no lo crea estos requisitos bíblicos están en vigencia, aunque hay que reconocer con mucha tristeza, que hay denominaciones y congregaciones que a la hora de escoger un líder para poner al frente de un grupo o congregación, no tienen en cuenta estos requisitos sino solamente las ganas, el deseos o disponibilidad de la persona.
Pastorear una congregación, liderar un grupo de estudios bíblicos, estar a cargo de un grupo de oración, es algo muy anhelado por muchos creyentes, y es loable querer hacerlo. Pero, hay que tener en cuenta que no es de cualquier manera, sino que la biblia establece las condiciones para llevar adelante esa tarea. Hay que recordar que, quien está liderando un grupo por más pequeño que sea, está trabajando con vidas salvadas por el Señor, por las cuales Cristo ha pagado un alto precio, aunque para la persona, la salvación es gratis. Muchas veces lo que interfiere o perjudica el buen entendimiento, crecimiento y madurez de los creyentes, son los intereses personales de los líderes, quienes no permiten ningún tipo de cuestionamiento o inquietud con respecto a la enseñanza, conducta o comportamiento personal o con el grupo al que dirige, se olvida que es humano y que puede estar cometiendo algún error. También es una equivocación escoger líderes basados solo en las capacidades intelectuales o académica de la persona, olvidando que la tarea a encomendar o realizar es espiritual. Por lo tanto, lo que debe resaltar en aquellos que quieran liderar, son los principios y valores morales, su vida en Cristo, el conocimiento de las Sagradas Escrituras, como así también la dependencia del Espíritu Santo en todo lo que hace y enseña.
La biblia recomienda; Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Santiago 3:1. Por eso es necesario que todo aquel que quiera liderar o enseñar a otros, tenga la certeza de que Dios lo ha llamado a esa tarea, y sin duda será capacitado por el Señor. Porque el líder cristiano no está para trasmitir conocimiento académico solamente sino también y principalmente debe trasmitir vida en Cristo.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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