La prosperidad que viene de Dios, comienza en el interior de la persona.
El anciano saluda al querido Gayo, a quien ama en verdad. Querido hermano, pido a Dios que, así como te va bien espiritualmente, te vaya bien en todo y tengas buena salud. Me alegré mucho cuando algunos hermanos vinieron y me contaron que te mantienes fiel a la verdad. No hay para mí mayor alegría que saber que mis hijos viven de acuerdo con la verdad. 3 Juan 1
Si hay algo que todo ser humano anhela, es ser prosperado, tener bienes, ser rico, por lo tanto busca de distintas manera lograr ese objetivo, lo cual muchas veces les lleva a errar el camino recto, atrayendo sobre su vida y su familia muchos inconvenientes y problemas. Ahora bien, ser rico, tener bienes, ser prosperado no está mal, no es pecado, son cosas necesarias para desarrollar la vida humana.
Debemos recordar que la biblia no está en contra de ser prosperado, tener bienes materiales y una cuenta bancaria, al contrario, Dios quiere que seamos ricos, pero en el buen sentido de la palabra, porque ser rico no significa amontonar riquezas, una persona puede tener todas las riquezas materiales, pero eso no le garantiza que sea rico. Dios dice; Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Apocalipsis 3:17
La verdadera riqueza y la salud humana, comienza
en el interior de la persona, en el espíritu, una persona rica, próspera, saludable,
siempre será generosa, desinteresada, se manifiesta continuamente en lo
cotidiano, aun cuando no cuente con grandes riquezas materiales, comparte con
los que más necesitan, porque sabe que para un buen vivir, es Dios quien le
provee por medio de su bendición. La bendición del Señor es riqueza
que no trae dolores consigo. Proverbios 10:22
Por último, es mi oración y ruego al Señor, que todos sean personas prósperas, tengan buena salud y les vaya bien en todo.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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