Dios dice.
Todos los que tengan sed, vengan a beber agua; los
que no tengan dinero, vengan, consigan alimento gratis y coman; consigan vino y
leche sin pagar nada.
¿Por qué dar dinero a cambio de lo que no es pan?
¿Por qué dar su salario por algo que no deja
satisfecho?
Óiganme bien y comerán buenos alimentos, comerán
cosas deliciosas.
Vengan a mí y pongan atención, escúchenme y
vivirán. Isaías 55:1
Dios en su gran amor y misericordia, continuamente nos hace saber, que cada día nos espera en su Trono de Gracia y misericordia. Con el propósito de darnos las bendiciones que tiene para nosotros este día.
Pero está en mí, está en usted el acercarse a ese lugar para recibir lo que está disponible desde antes que el mundo fuese, y lo maravilloso es que no se debe pagar nada, solamente creer que Cristo ya pagó por mí y por usted.
Seguramente, si nos invitaran de un supermercado, que nos acercáramos diariamente a la sucursal más cercana, que allí tienen disponible los alimentos necesarios para nosotros en forma gratuita. No dudaríamos un segundo en presentarnos todos los días a retirar los mismos. ¡Tonto sería que no lo hagamos!
Eso es justamente lo que Dios hace con el ser humano, pone a nuestra disposición todo lo necesario para nuestro diario vivir no solo en lo espiritual, sino también en lo físico, afectivo y emocional, y todo de manera gratuita para la persona, porque Cristo ya pagó por nosotros. Jesús dijo; Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. ¿Qué cosas?, las necesarias para su diario vivir.
Pero está en usted creerle o no, ya que Él nos hizo libres para tomar decisiones, no se mete compulsivamente en nuestras vidas ni nos obliga a nada, solo nos invita y espera.
Que el Espíritu de Dios les de sabiduría y determinación para aceptar lo que Dios le ofrece en Cristo y su obra redentora, acercándose en oración cada día ante el trono de la gracia de Dios, sin tener que salir de su casa.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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