viernes, 5 de enero de 2024

Consejo práctico para transitar este nuevo año.

Honrar al Señor Dios, tiene sus beneficios.

Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos. Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. Brilla una luz en la oscuridad para los hombres  honrados, para el que es compasivo, clemente y justo. El hombre de bien presta con generosidad y maneja con honradez sus negocios; por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Su corazón está firme; no tiene miedo, y aun mira con burla a sus enemigos. Reparte limosna entre los pobres, su generosidad es constante, levanta la frente con honor. El malvado se enfurece al verlo; en su impotencia rechina los dientes. La ambición de los malvados fracasará. Salmo 112

Si hay algo que toda persona quiere y necesita, es tener asegurado el sustento diario y el bienestar de su familia. Es normal que todo padre de familia desee darle lo mejor a su esposa e hijos. Pero, muchas veces no lo consigue, a pesar de sus esfuerzos. ¿Cuál será la razón?

El salmista nos declara cual debe ser la vida y conducta de esa persona, para ser constantemente bendecido por Dios. No es muy difícil lo que pide, solamente honrar a Dios y ser generoso con el prójimo. Eso hace que sea librado de un montón de dificultades que constantemente causan problemas en el ámbito familiar. Cuando una persona depende de Dios a través de su relación personal con Cristo, todo es más fácil, porque Cristo en nuestra vida lo simplifica. El apóstol Pablo dice; Mi Dios suplirá todo lo que necesiten conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. No es de acuerdo a la economía de este mundo, no es de acuerdo al gobierno de turno, es conforme a la riqueza de Dios que tiene para otorgar sustento y bienestar a sus hijos. ¡Maravilloso Dios y Padre celestial! ¡Él cuida de cada uno sus hijos! ¡Nunca los deja en la pobreza, menos en la indigencia!

Ahora bien, ¿Qué significa honrar a Dios? ¿Cuándo honramos a Dios? Esa es la pregunta que debemos hacernos y encontrar la respuesta.

Honramos a Dios cuando aceptamos a su Hijo como nuestro salvador. Honramos a Dios cuando vivimos creyendo su palabra. Honramos a Dios cuando obedecemos sus mandamientos, no los mandamientos humanos, sino los de Dios. Honramos a Dios cuando seguimos las enseñanzas de Cristo. Honramos a Dios cuando amamos a Dios y a nuestro prójimo. Honramos a Dios cuando buscamos su reino y su justicia. Honramos a Dios cuando perdonamos al que nos ofende.

En definitiva honrar al Señor que nos salvó, significa vivir de acuerdo a las Sagradas Escrituras, tener comunión con los hermanos en la fe, una buena relación con las personas que nos rodean, estando siempre dispuesto para ayudar a quien lo necesite, manifestando amor, respeto y responsabilidad. El Señor les de sabiduría e inteligencia espiritual para entender y comprender lo maravilloso que es vivir de acuerdo con el reino de Dios.

Por último, recuerde que es la bendición de Dios la que enriquece y no trae tristeza con ella.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

 

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