lunes, 17 de julio de 2023

Todo lo bueno viene de Dios.

Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación. Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. Santiago 1:16-18

Cuando una persona nace de nuevo, no solo son perdonados sus pecados, sino que también se potencian los principios y valores cristianos. Desde el nuevo nacimiento hasta que entremos al reino de Dios en el cielo, vamos siendo transformados por la obra del Espíritu Santo que mora en nuestra vida. ¿Cómo? Dirá usted.

A medida que vamos leyendo las Sagradas Escrituras o escuchamos la palabra de Dios, el Espíritu nos da el entendimiento de todo lo que necesitamos aplicar en nuestro diario vivir. Esto nos hace ver que, todos podemos y debemos meditar en la palabra escrita de Dios, si hay algo que todavía no puede entender, es porque eso no es necesario saber en ese momento, pero cuando llegue el tiempo de necesidad, el Espíritu le recordará y le hará entender esa palabra, porque ahora es el momento.

Recuerde que al tener un nuevo nacimiento espiritual, usted comienza siendo como niño espiritual, y a medida que se va alimentando de la leche espiritual, que es la palabra de verdad, va creciendo su conocimiento de Dios, su fe se va fortaleciendo, comienza a caminar en la verdad del evangelio, sus ojos son abiertos y ve la realidad de un mundo de maldad, que antes no podía ver, descubriendo que de ese lugar lo sacó el Señor tan solo por su gracia y misericordia.

Ahora puede decir confiadamente, el Señor es mi ayudador, no temeré. Todo lo bueno que me está sucediendo, viene de Cristo que me amó y se entregó por mí, y aunque tenga que pasar por dificultades, sé que ya no estoy solo o sola porque Cristo está conmigo, y nunca me dejará, nunca me desampará, siempre me sostendrá con su mano poderosa.

¡Esto es liberador! Saber y conocer a un Dios y Padre que me ama, que me cuida, que me sana, que me alimenta, que me sostiene y que suple y provee todo lo que necesito para mi diario vivir. Y aun cuando por alguna causa yo le sea infiel o me equivoque, Él permanece Fiel, porque en Él no hay mudanza ni sombra de variación.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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