jueves, 6 de julio de 2023

¿Hacer las obras de Dios?

Entonces le preguntaron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. Juan 6:28

Tal vez usted habrá escuchado decir o quizás lo dijo alguna vez, hay que hacer la obra de Dios. Normalmente eso lo asociamos con testificar, predicar, visitar, o también cuando se hace alguna cosa en el templo. Es muy del ser humano asociar todo con el hacer, y no tanto con el ser o el vivir. Sin embargo cuando las personas le preguntaron a Jesús, ¿Cómo poner en práctica las obras de Dios? fue una respuesta diferente a la esperada la que dio Jesús.

Seguramente esperaban que Jesús les dijera, tienen que hacer esto o aquello, o tal vez ir a un determinado lugar, o cumplir con ciertos rituales, creo que Jesús les sorprendió con esta respuesta que le dio, incluso hoy día creo que continúa sorprendiendo a muchos esa enseñanza.

Las personas muchas veces hacen cosas que no saben, o no están seguras si es lo que Dios quiere que se haga. ¿Por qué ocurre eso? Sencillamente porque no le creen a Dios, y por no creer, no llegan al conocimiento de Dios y su voluntad para con nosotros.

Por eso la respuesta de Jesús hace énfasis en creer en aquel que Dios ha enviado. Porque al creer en Jesús, tenemos un nuevo nacimiento espiritual. Dejamos de estar muertos espiritualmente o separados de Dios, se restaura la comunión con Dios, mediante el perdón de nuestros pecados, somos adoptados como hijos siendo sellados con el Espíritu Santo y la obra de Dios se manifiesta en nuestra vida, recibiendo la plena salvación.

Quizás usted se pregunte, ¿Qué es la obra de Dios? la respuesta nos dan las Sagradas Escrituras. La obra de Dios es algo que solamente él puede hacer, y tiene que ver con la restauración de todas las cosas creadas, que el diablo ha dañado, incluyéndonos a nosotros.

Esto es lo que dice la biblia al respecto. Cristo existe antes que todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo. Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino, y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz. Ustedes antes eran extranjeros y enemigos de Dios en sus corazones, por las cosas malas que hacían, pero ahora Cristo los ha reconciliado mediante la muerte que sufrió en su existencia terrena. Y lo hizo para tenerlos a ustedes en su presencia, santos, sin mancha y sin culpa. Pero para esto deben permanecer firmemente basados en la fe, sin apartarse de la esperanza que tienen por el mensaje del evangelio que oyeron. Colosenses 1:17-23

¡Esa es la obra de Dios! En la cual participamos creyendo en Jesús como nuestro Salvador, viviendo una vida apartada del mal y dando el mensaje de la salvación por gracia, a todos aquellos que quieran escuchar, orando por ellos para que sea el Espíritu Santo que los convenza, tal como lo hizo con nosotros. Practicar la obra de Dios es tener una vida grata a los ojos de Dios. No hay otra cosa que podamos hacer nosotros, porque todo ha sido hecho por Jesús en la cruz del calvario. Nosotros solo debemos andar en las buenas obras que Dios preparó de antemano para que andemos en ellas.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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