¿Por qué el pueblo evangélico no cree, ni adora las imágenes religiosas y por qué no hace peticiones a ellas?
La gran mayoría de las religiones utilizan imágenes o figuras para representar una deidad, así de esa manera los fieles pueden ver a quien está adorando o siguiendo, de otra manera sería imposible convencerlos para practicar esa religión.
No pasa lo mismo con el pueblo evangélico. Primeramente porque el evangelio no es una religión que hay que practicar, sino que es una nueva vida en Cristo que hay que vivirla. Además, el cristianismo evangélico no está fundamentado en enseñanzas humanas, prácticas religiosas o sacramentos ritualistas. Sino, en el creer y obedecer las enseñanzas de vida que nuestro Señor Jesucristo nos dejó. Viviendo en todo tiempo y lugar, ese estilo de vida diferente a lo que la sociedad propone. Esto es posible con la ayuda del Espíritu Santo, que vive en la persona que tiene a Cristo como su Salvador personal. La vida en Cristo, es diferente de cualquier otra práctica religiosa, porque es una vida sobrenatural, que se vive en lo natural, en el diario andar. Esto hace que la persona, no necesite ninguna imagen o figura que represente a la deidad, porque nuestro Dios está en nosotros, y nosotros vivimos en Dios.
La biblia dice; Siendo, pues, descendientes de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea como el oro, la plata o la piedra: escultura hecha como resultado del ingenio y de la destreza del ser humano. Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan. Hechos 17:29
En el mundo existen muchas religiones que se fundamentan en el ocultismo esotérico, que tratan de desviar la atención al verdadero Dios, ofreciendo atractivas prácticas religiosas con imágenes, figuras, talismanes, y sahumerios que confunden y seducen a las personas que con sinceridad están en busca de la verdad espiritual para sus vidas, llevándolas por distintos caminos que lo alejan de Dios y las mantienen en la oscuridad.
Sin embargo, toda persona que viene a Cristo, y nace de nuevo espiritualmente, entiende que debe adorar al único Dios vivo y verdadero, que lo rescató de la condenación, sacándolas de las tinieblas y llevándolas a la luz de Cristo.
Somos seguidores del Cristo resucitado, y nuestro manual de vida, es la palabra escrita de Dios. En la biblia leemos todos los mandamientos de Dios y las enseñanzas de Jesús para nuestro diario vivir. Además nos ha dado su Santo Espíritu para que viva en nosotros, y así capacitarnos para discernir la enseñanza espiritual que viene de Dios, para no ser engañados por espíritu malignos, que buscan destruir al ser humano. El mandamiento divino dice; No tengan otros dioses aparte de mí. No hagan ídolos, ni imágenes de nada que esté en el cielo, en la tierra o en lo profundo del mar. No se arrodillen ante ellos, ni hagan cultos en su honor.
Éxodo 20:1. Nuestro Señor Jesucristo nos dijo; Todo lo que pidieran al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo piden en mi nombre, yo lo haré. Juan 14:12-14. Además, el Señor nuestro Dios, nos ha dejado mandamientos específicos, con respecto a las imágenes, y posibles figuras que el ser humano podría hacer, y qué actitud tomar con respecto a ellas, que lugar deben ocupar en cuanto a nuestra creencia y adoración a Dios.
Por lo tanto, el pueblo evangélico no usa imágenes para su adoración a Dios, ¡porque es imposible representar físicamente con algo al Dios viviente! Además ¡Él está con nosotros!
El conocimiento de la persona de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, es espiritual y no física, los que vivieron en la época cuando Jesús estuvo físicamente en esta tierra, lo vieron en lo físico nosotros lo vemos en el Espíritu.
No rezamos, ni oramos a los santos varones o mujeres, que ya han partido para estar en la presencia de Dios, porque esa práctica está prohibida por nuestro Dios.
Está escrito que ningún hombre o mujer, deberá consultar a los muertos o hablar con ellos. Levítico 20:27. Ellos ya cumplieron con el propósito de Dios en esta tierra, ahora ya se fueron a descansar, por lo tanto ya no tienen conexión con el mundo de los vivos, están en otra dimensión. Cuando en La Biblia leemos acerca de los santos, son aquellas personas que fueron santificadas por Dios en Cristo.
Se refiere, a las personas que viven físicamente, que aman, trabajan, estudian, atienden a su familia, sufren, lloran, se divierten, asumen responsabilidades, son parte de la sociedad, pero diferente, pues son personas que han nacido de nuevo en Cristo Jesús, por lo tanto practican la santidad de vida diaria, dependiendo de Cristo para todas sus acciones. O sea que, los santos no son solamente los que han muerto en santidad, sino los que vivimos una vida de santidad, y cuando partimos de este mundo, continuamos viviendo eternamente en esa condición.
La única persona que vivió, murió y resucito es nuestro Señor Jesucristo. Él dice esto; No tengas miedo. Yo soy el primero y el último, y estoy vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre, y tengo poder sobre la muerte. Apocalipsis 1:17-18
Esto explica porque los evangélicos no tenemos necesidad de imágenes. Nuestra adoración y petición es al que vive por los siglos de los siglos.
Los abrazo en Cristo. P. Sosa
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