miércoles, 15 de marzo de 2023

¡Increíble! Dos en uno, ¡Perfecta creación!

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente…

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él… Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. Génesis 2:18

Es interesante poder descubrir y ver en la creación de la humanidad, el amor, la sabiduría, y la inteligencia de Dios al crear la raza humana. Fue una creación diferente al resto de los seres vivos, como ser los peces, las aves, las bestias salvajes y los animales del campo.

En la creación del primer hombre, Dios se toma el trabajo de formarlo del polvo de la tierra. Pero, al crear la primera mujer no pasó lo mismo, no tomó polvo de la tierra, sino que toma una costilla del hombre creado. ¿Por qué? Esa es seguramente la pregunta que muchas personas se hacen. La respuesta está, en el acto mismo de creación. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Génesis 1:27

La idea y el propósito de Dios al crear al ser humano, fue crear la raza de un solo linaje, así al reproducirse, no estaría contaminado con otra especie. El hombre al ser creado a la imagen y semejanza de Dios, ya contenía en su ser, todo lo necesario para la reproducción de la especie, dando origen a la raza humana cumpliendo con el propósito de Dios.

Adán necesitaba alguien que le ayudara a cumplir el propósito para el cual ha sido creado, por lo tanto Dios decide crear de una costilla suya, otro ser como él, pero diferente, que se complemente con él, y sea así su ayuda idónea.

Ahora bien, si Dios tomara otro puñado de polvo, ya no sería parte del varón, sería algo externo, algo ajeno al primer hombre. Es por eso que, Dios en su sabiduría toma una costilla de Adán, y con ella forma la primera mujer, siendo así una parte de Adán y no algo fuera de Adán. Recordemos que la historia bíblica nos cuenta que, antes de la creación de Eva, Dios trajo toda clase de animales para que Adán le pusiera nombre y estuvieran con él, pero, en ninguno de esos animales, había ayuda idónea para Adán.

Por eso Dios decide crear a Eva, para que cumpla ese propósito. Una vez creada Eva y presentada al varón, Adán reconoce a Eva como una parte suya y dice: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. ¡Gloriosa declaración del hombre! Dando el reconocimiento que toda mujer se merece. Ella no es propiedad del varón como algo adquirido, sino que, es parte del varón porque de él fue tomada para ser su ayuda idónea. Desde ese momento el varón y la mujer, como matrimonio, son una sociedad indivisible en cuanto al plan y propósito de Dios para la humanidad.

Es verdad, todo esto ha sido contaminado y distorsionado por causa del pecado. Desde la antigüedad distintas corrientes filosóficas y libres pensadores, fueron dando una interpretación equivocada, con respecto al rol y función de la mujer en la sociedad.

En este tiempo, los movimientos feministas, la diversidad de género, los llamados derechos humanos, etc., han llevado a confundir y degradar, los roles y las funciones del ser humano. Eso trae aparejado un sinfín de problemas y dificultades en la relación varón/ mujer, porque no terminan de entender que son complementos entre sí, y no competidores de roles y funciones.

Pero Dios, en Cristo, está restaurando las conductas equivocadas y los pensamientos erróneos, que desconocen la verdad, no aceptando la realidad de que uno es parte del otro, porque así fuimos creados.

La obra redentora de Cristo hace que el varón ame, cuide, proteja, valore y respete a las mujeres, tratándolas como lo que son, personas preciosas y necesarias, y no como un objeto descartable sin valor. En cuanto a la mujer, hace que se valore y respete a sí misma, no ofreciéndose como un producto de mercado, sino, como alguien importante y necesaria en los planes y propósitos de Dios. Siendo co-heredera de la gracia de Dios, para dar a luz la vida que lleva en su vientre, y no ser el verdugo sin compasión de ese inocente.

Bendita obra de Dios de restauración en Cristo, a través de su obra redentora en la cruz, restaurando así a cada persona que desea tener una vida mejor, siendo parte del perfecto plan de Dios para la humanidad. Si los seres humanos entendiéramos esto, ¡Que distinta seria la sociedad! 

Los abraza en Cristo. P. Sosa

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