miércoles, 12 de octubre de 2022

No es religión, es vida inteligente.

Ahora más que nunca hay prestar atención a esto que está escrito en la biblia, porque es necesario reconocer por qué pasa lo que pasa, en nuestra vida y sociedad actual. En el libro de los proverbios de Salomón podemos leer esto.

Atiende a mi sabiduría, hijo mío; presta atención a mi inteligencia. Así sabrás ser discreto y podrás hablar con conocimiento. Pues la mujer ajena habla con dulzura y su voz es más suave que el aceite; pero termina siendo más amarga que el ajenjo y más cortante que una espada de dos filos. Andar con ella conduce a la muerte; sus pasos llevan directamente al sepulcro. A ella no le importa el camino de la vida ni se fija en lo inseguro de sus pasos.

Por lo tanto, hijo mío, atiéndeme, no te apartes de mis enseñanzas. Aléjate de la mujer ajena; ni siquiera te acerques a la puerta de su casa, para que no pierdas la riqueza de tus años en manos de gente extraña y cruel; para que ningún extraño se llene con el fruto de tu esfuerzo y tu trabajo. De lo contrario, acabarás por lamentarlo cuando tu cuerpo se consuma poco a poco. Y dirás: ¡Cómo pude despreciar la corrección! ¡Cómo pude rechazar las reprensiones! ¡No quise escuchar a mis maestros, no atendí a los que me instruían,  y por poco llego al colmo de la desgracia ante la comunidad entera!

Proverbio 5

Este pasaje bíblico está alertando acerca de la pureza sexual, la fidelidad matrimonial y el amor conyugal, conductas muy desvalorizadas en los tiempos modernos. Desde los años 60 se fueron quitando barreras morales, lo que fue dando paso a comportamientos destructivos aumentando la violencia social, el libertinaje sexual, los niños sin padres, hijos no deseados, infidelidad conyugal, lo que condujo a la necesidad de crear leyes, leyes que avalen este tipo de conducta, que permita destruir inocentes, que permita continuar la degradación moral, leyes que en lugar de prevenir y corregir lo malo y destructivo, acompañan y protegen comportamientos equivocados, para  que nadie sienta ningún tipo de remordimiento o vergüenza al vivir de esa manera. No es la religión, no son los religiosos, tampoco los puritanos, quienes dicen que este comportamiento es malo y destructivo. Es el Santo Dios quien declara en su palabra, cuál es el comportamiento y conducta que espera que tengamos los seres humanos, para que podamos tener una vida llena de gozo y plenitud. Esto, pues, es lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus equivocados criterios  y tienen oscurecido el entendimiento. Efesios 4:17

El enojo de Dios, no es contra las personas, es contra el estilo de vida de las personas. No vivir conforme a lo establecido por Dios, nos deja fuera de su reino eternamente, y el Señor quiere salvarnos.

Quiera el Señor por medio de su Santo Espíritu, convencer a cada persona de esta realidad, del peligro real que encierra las conductas equivocadas, no solo destruyen la vida aquí y ahora, sino que también privan a la persona de entrar en la eternidad al reino de Dios. La diferencia está, en prestar atención a las Sagradas Escrituras o no.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario