domingo, 9 de octubre de 2022

La importancia de ser sabio.

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. Santiago 3:13-18

Ser una persona sabia, ¡Es todo un tema esto! ¿Cómo evaluamos si la sabiduría que tenemos, es la correcta? Porque, la biblia nos enseña que hay dos tipos de sabiduría, y sin duda es el ser humano, quien debe escoger cual sabiduría quiere tener, eso depende para que la quiere usar en su vida, o como utilizarla en su diario andar.

La sabiduría terrenal, animal, diabólica, abunda en el mundo actual y se manifiesta continuamente en las acciones de los gobernantes de turnos, en personas poderosas e influyentes, en los hogares, en el trabajo, y en los lugares de esparcimientos. Por eso el mundo, las naciones y la sociedad están como están, con aumento de la corrupción, guerras continuas, injusticia social, imposición de ideas perversas, esclavitud en sus diversas formas, aumento de la pobreza, inmoralidad sexual, crímenes por encargo, etc. Es muy larga la lista de daños y perjuicios que causa la sabiduría humana.

Evidentemente la sabiduría que viene de Dios es diferente, y poco frecuente en la vida cotidiana de las personas. Sin embargo hay quienes la buscan con el propósito de mejorar sus propias vidas y el entorno en el cual viven.

Las Sagradas Escrituras hablan de la sabiduría que viene de Dios y dicen; La sabiduría clama a voz en cuello; la inteligencia hace oír su voz. Se para en lo alto de las colinas, se detiene donde se cruzan los caminos, se hace oír junto a las puertas, a la entrada de la ciudad: Para ustedes los hombres van estas palabras mías. Porque hallarme a mí es hallar la vida y ganarse la buena voluntad del Señor; pero apartarse de mí es poner la vida en peligro; ¡odiarme es amar la muerte! Proverbio 8

¡Qué tremendo desafío para el intelecto humano! porque escoger y usar la sabiduría que viene de Dios, va en contra sentido de la corriente de este mundo, y la persona debe estar dispuesta a luchar contra esa corriente. No contra las personas, sí, contra ideas, pensamientos, actitudes, conductas, comportamiento que se fundamentan dentro de esas corrientes. Eso, no es fácil, pero es posible hacerlo con voluntad y escogiendo la sabiduría que viene de Dios. Con la sabiduría de lo alto, se puede aportar mucho para mejorar nuestras propias vidas, y el mundo en que vivimos. Yo, desde mi adolescencia, escogí la sabiduría que viene de Dios. Usted, ¿Se anima a acompañarme en esa decisión?

Bendecido y feliz comienzo de semana.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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