¿Cuál es el significado actual?
¡Eso es lo más glorioso!, lo que hoy significa para nosotros los seres humanos, ese sacrificio del Hijo de Dios hecho hombre. Tú y yo tenemos esperanza cierta en cuanto a poder acercarnos a Dios. Pues por medio de ese sacrificio allá lejos y hace tiempo, tenemos la puerta abierta al trono de la gracia de Dios para nuestras vidas hoy.
Hoy, la persona puede entrar confiadamente a la Presencia de Dios, mediante la sangre de Jesucristo, el Salvador propuesto por Dios, reconociendo que necesita ser perdonado de sus pecados, y puede hallar oportuno socorro para la vida. ¡No es por medio de ninguna religión, sino, por medio de Jesucristo, el Santo Hijo de Dios hecho hombre!
Pues la Biblia en Miqueas 6:19 dice; Él volverá a tener misericordia de nosotros, sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Entonces no es necesario vivir apartado de Dios, sin fe y sin esperanza en este mundo, sin saber que va a pasar conmigo cuando el creador me llame a Su Presencia.
Hoy, si reconocemos nuestros pecados, y nos arrepentimos, y pedimos a Dios que nos perdone por medio de Cristo, él lo hace porque nos ama.
¿Qué más se puede decir? ¿Seguiremos pecando para que Dios nos ame más todavía? ¡Por supuesto que no!
Porque creyendo en Jesús y recibiéndole en nuestra vida, nuestros pecados son perdonados, nuestra culpa es quitada, somos libres de toda condenación, pasamos de muerte a vida.
Recuperamos la comunión con Dios porque ocurre un nuevo nacimiento, no físico sino espiritual, nacemos de Dios y para Dios.
Cuando nosotros éramos esclavos del pecado, no teníamos que vivir como a Dios le agrada. ¿Pero qué provecho sacamos? Tan sólo la vergüenza de vivir separados de Dios para siempre. Sin embargo, si nosotros creemos en Cristo y aceptamos su sacrificio en la cruz, ya no somos esclavos del pecado.
Ahora somos servidores de Dios. Y esto sí que es bueno, pues el vivir sólo para Dios nos asegura que tendremos la vida eterna. Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6
¡Gracias sean dadas a Dios, por su regalo precioso! ¡Vivamos la vida con alegría y gratitud!
Los abraza en Cristo. P. Sosa
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