miércoles, 6 de abril de 2022

Para reflexionar, preparándonos para Semana Santa.

 

Jesús el Hijo de Dios. ¿Para qué vino a este mundo?

 

Vino para rescatar al hombre de la esclavitud del pecado.

Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23

 

Vino para salvar a la humanidad de la condenación eterna.

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan. Hechos 17:30

 

Vino para restaurar la creación afectada por el pecado.

Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza, porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Romanos 8:20-21

 

Vino para derrotar al diablo.

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo. Hebreos 2:14

 

Es por eso que podemos recurrir a Dios por medio de Jesucristo, en cualquier momento, con un corazón contrito y humillado, buscando reconciliarnos con él obteniendo el perdón de nuestros pecados, lavándonos con la preciosa sangre de Su Hijo, derramada en el Calvario.

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31.

 

Su vida en la tierra

 

Debemos recordar que Jesús nació como todas las personas en este mundo, creció, se hizo hombre, y a la edad de 30 años comenzó específicamente con la tarea por la cual vino a esta tierra.

Toda la gente hablaba bien de él. Y así Jesús pronto llegó a ser muy conocido en toda la región. Después volvió a Nazaret, el pueblo donde había crecido.

Un sábado, como era su costumbre, fue a la sinagoga. Cuando se levantó a leer, le dieron el libro del profeta Isaías. Jesús lo abrió y leyó: El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los  prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados  y para anunciar a todos que: ¡Éste es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación!  Jesús cerró el libro, lo devolvió al encargado y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga se quedaron mirándolo. Entonces Jesús les dijo: Hoy se ha cumplido ante ustedes esto que he leído. Todos hablaban bien de Jesús, pues se admiraban de lo agradables que eran sus enseñanzas. La gente preguntaba: ¿No es éste el hijo de José?  Lucas 4:15

 

¿Dónde está ahora?

 

Ascendió al cielo prometiendo que volverá.

Jesús,  habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.

Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. Hechos 1:9

¡Esperamos el tiempo de su segunda venida!

 

Está sentado a la Diestra de Dios.

¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica.  ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. Romano 8:33-34

¡Gracias Señor Jesús por tu intercesión!

 

Está recibiendo a todos los que se acercan buscando salvación.

Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos. Hebreos 7:25

¡Gracias Señor Jesús porque a todos les da una oportunidad!

 

Cristo por medio de su Espíritu, también vive en cada vida rendida a él.

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1 Corintio 3:16-17

¡Gracias Señor Jesús por habitar en nuestros corazones!

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario