lunes, 11 de abril de 2022

En el comienzo de la humanidad.

Dios puso a Adán y Eva, el primer matrimonio, en el Huerto de Edén para que ellos administren ese lugar bajo las directivas de Dios su creador. Ellos tenían acceso a todo lo que había en el huerto, incluso al árbol de la vida, solo quedaba exceptuado el árbol de la ciencia del bien y del mal, del cual no podían comer, porque si lo hacían, Dios le dijo que iban a morir.

 El dilema humano, ¿A quién creer? ¿Lo que Dios dice, o lo que el diablo sugiere?

 Un día Eva caminando por el huerto, se encuentra con un ser maligno (la serpiente antigua o satanás) el cual le dice; ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Génesis 3:1-7

De esa manera el diablo o satanás engaña a Eva, haciendo que desobedezca a Dios y también hace que Adán, inducido por Eva, cometa el mismo error, desobedeciendo al Creador. Accedió al conocimiento del bien y del mal, sin estar todavía preparado para ese conocimiento. ¡Qué hecho desgraciado! En ese instante el ser humano entró en un proceso de muerte, alejado de Dios y a la deriva, sin Dios y sin esperanza en este mundo.

 Entonces Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Génesis 3:9-12

Adán, en este encuentro con su creador después de haber desobedecido, se da cuenta que hay cosas que han cambiado para mal, su relación con su creador, no es la misma. Adán tiene conocimiento del bien y del mal, pero no sabe cómo tratar ese asunto. Apareció el miedo en su vida, también la vergüenza de su desnudes.

 Dios dice al hombre: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:17-19

Esta desobediencia no solo afecta a Adán y su mujer, sino que también afecta a la creación. La tierra es maldita por causa de Adán, producir algo, será un duro trabajo para Adán, su vida estará llena de problemas y dificultades.

La muerte entra en escena por causa del pecado, algo desconocido para Adán, pero real y que cumplirá el propósito de poner fin a la existencia de Adán.

 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues  que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.

Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Génesis 3:21-24

La palabra de Dios se cumplió, Adán ¡Murió espiritualmente! Fue echado de la presencia de Dios y del huerto donde lo había puesto el creador.

¡Qué tristeza para la humanidad! Adán y Eva por causa del pecado, estaban siendo echados por Dios y privados del acceso al árbol de la vida. Cuando Dios echa al hombre de su presencia y del huerto, la humanidad toda, está siendo echada de la presencia de Dios. Porque Adán y Eva representaban a la humanidad en esos momentos. Continuará…..

 

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