Dios guardará en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Dios persevera; porque en Dios ha confiado. Isaías 26:3
Se ha preguntado ¿Qué pensamientos ocupa su mente?
Porque tal es el pensamiento de la persona, tal es la persona. Proverbios. 23:7
Las personas tenemos la necesidad de pensar en algo todos los días, pero en nuestra condición de seres humanos apartados de la comunión con Dios, es más fácil pensar en lo malo que pensar en lo bueno.
Todos aquellos que decimos ser seguidores de Cristo y su Evangelio, debemos tener un pensamiento diferente de aquellas personas que no escuchan el evangelio ni aceptan a Cristo como el Señor de sus vidas.
Es por eso que necesitamos renovar nuestra mente y pensamiento cada día.
¿Cómo hacerlo? Acercándonos a esa Persona maravillosa Jesucristo, quien nos ama sin condiciones y nos quiere bien.
Si le pide que forme parte de su diario vivir y le enseñe a pensar correctamente, Él lo hace, y le enseñará como ejercitarse en esto que dice su Palabra; Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto piensen. Filipenses 4:8
Tomando las enseñanzas que Cristo nos da por medio de su Espíritu Santo y lo aplica en su diario andar, su vida y pensamiento va a ir siendo diferente, y también la calidad de vida, ya no será una persona deprimida ni miedosa de lo que pueda pasar, sino que los pensamientos estarán condicionados por la palabra de Dios.
No se conformen a este siglo, sino sean transformados por medio de la renovación de sus entendimiento, para que comprueben cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
En otras palabras, cambien su manera de pensar y así entenderán el obrar de Dios en sus vidas y familia.
Hermosa promesa de bienestar, vale pensar bien, es sanador mantener el pensamiento en Dios y su palabra.
Los abraza en Cristo. P. Sosa
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