Pilato, que quería dejar libre a
Jesús, les habló otra vez; pero
ellos gritaron más alto:
¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Por tercera vez Pilato les
dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Yo no encuentro en él nada que merezca la pena de
muerte. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre. Pero ellos insistían a
gritos, pidiendo que lo crucificara; y tanto gritaron que consiguieron lo que
querían. Pilato
decidió hacer lo que le estaban pidiendo; así que dejó libre al hombre que habían escogido, el
que estaba en la cárcel por rebelión y asesinato, y entregó a Jesús a la
voluntad de ellos. Lucas 23
Siempre es un buen momento para tener
un tiempo de reflexión, un tiempo de meditación, un tiempo para pensar y
preguntarse. ¿Por qué se sacrificó Jesús? ¿Qué cambió en la historia humana? ¿A
quiénes les beneficia ese sacrificio? ¿Qué afecta en mi vida ese sacrificio?
Quizás usted sea una persona muy
religiosa. Quizás sea una persona piadosa. Pero ¿Quién es Jesús para usted?
¿Qué influencia tiene en su vida? ¿Lo reconoce como su Salvador personal?
¿Puede asegurar que él vive en usted? ¿Es su Dios y Señor? Jesús ¿Se sacrificó
por usted? Usted ¿Está seguro de su salvación?
Estas preguntas deben hacerse cada
persona sincera y encontrar la respuesta
bíblica que satisfaga su necesidad espiritual, que le devuelva la paz
interior, que llene el vacío existencial y que le de la seguridad de la vida
eterna junto a Dios.
Como persona piadosa y religiosa ¿Está
dispuesta a pensar y reflexionar en esto?
Los abraza en Cristo. P. Sosa
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