Cuando se
junten o se reúnan, canten salmos, himnos y canciones espirituales. Alaben a
Dios el Padre de todo corazón, y denle siempre gracias por todo, en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5:19
¡Cómo se extrañan las reuniones! ¡Cómo
se extraña el juntarnos! Poder vernos, conversar, hacer planes, compartir
experiencias de vida, eso es gratificante. Aunque también hay veces que
juntarse para pasar un rato, no siempre termina bien, porque si hay algo que al
ser humano le cuesta es ponerse de acuerdo sobre algo.
En este pasaje bíblico hay sugerencias
prácticas de cosas que se pueden realizar en común, y que sin duda no traerá
ningún conflicto. Pero muchas veces esto se toma como algo que se hace solo en
las reuniones religiosas, y no creo que sea así. Porque las personas siempre
tenemos motivos al encontrarnos para dar gracias a Dios. Por su amor, por su
bondad, por su misericordia, por su cuidado, por darnos el don de la amistad,
por sus provisiones y por sobre todo, por darnos vida y salud.
Si se practica esto sin duda que no
habrá espacio para las críticas innecesarias de unos a otros, ni tendrá entrada
el chisme que tanto daño hace, ni la calumnia destructiva de personas y
amistades. Todo lo que se haga será edificante, redundará en beneficio propio y
de los demás, la amistad será fortalecida, el compañerismo crecerá, y lo más
lindo será el hecho de construir momentos inolvidables para que otros también
tengan el deseo de participar de estos encuentros.
Todos estamos esperando el momento de
las “juntadas”, cuando vuelvan, aprovechemos para construir una mejor
convivencia colectiva de amistad y compañerismo en nuestra sociedad.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.