viernes, 3 de mayo de 2024

¡Dios no acepta coimas ni se deja sobornar!

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Más el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16

La verdad absoluta es que Dios nos amó, nos ama y amará, pero eso solo no nos hace salvos, no alcanza con que Dios nos ame, no es suficiente para entrar a su reino y disfrutar una eternidad con Él. ¿Por qué? usted dirá si es verdad que nos ama, tiene que dejarnos entrar a su reino de cualquier manera. La realidad es que su amor nos acerca a su reino, su misericordia nos lleva a Cristo como única entrada al reino y a la vida eterna. Pero, depende de cuál sea la respuesta y nuestra decisión con respecto al amor, la misericordia y compasión que Dios nos tiene, si aceptamos o rechazamos, eso hace la diferencia. Cuál será su  decisión para con el Señor, ¿creerá en Cristo, o rehusará creer?

Esto dicen las Sagradas Escrituras; Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1 Juan 5:10. Les guste o no esta es la realidad, si se quiere buscar otra forma de obtener la vida eterna, presentando buenas obras, sacrificios físicos,  promesas o cualquier otra obra humana, es querer coimear a Dios para que mire para otro lado y les deje entrar sin cumplir con el único requisito de ingreso, que es tener a Cristo en sus vida, es lo que Dios en su Soberanía ha decidido.

Nuestra sociedad actual está muy corrompida, y es por eso que el soborno está vigente en todos los componentes sociales, como ser política, servidores públicos, dirigentes sociales, sindicatos e inclusive en las religiones. Las personas han naturalizado esta forma de conseguir cosas en esta vida, que muchas veces piensan que en la vida eterna con Dios también se puede conseguir de la misma manera, lo cual es un error. Pero sepa qué; Dios no se deja sobornar ni acepta coimas.

Los abraza en Cristo. P. sosa. 

 

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