Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 2 Pedro 2:3
La vida en Cristo, nos ha sido dada para que nuestra calidad de vida en este mundo sea con propósito. Esto es lo que la biblia dice; Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.
Nuestra naturaleza humana es inclinada al mal y la maldad, es por eso que Dios nos ha dado la salvación por gracia y nos bendijo espiritualmente en Cristo, haciéndonos participantes de su naturaleza divina. Ese cambio interior que Cristo produce en nosotros, nos capacita para una vida de santidad en Cristo, ya que Dios hizo todo lo necesario para darnos las herramientas, que edifican nuestras vidas.
Ahora a nosotros nos toca añadir con toda diligencia a nuestra fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor. ¿De dónde sacamos eso para añadir? Quizás se pregunte usted. Todo eso está en el fruto del Espíritu de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones, solo es cuestión de proponernos creer lo que dice la palabra escrita de Dios, utilizar esto que tenemos para no estar ociosos y sin frutos.
Pero recuerde siempre, esto no es para ser salvos, sino porque somos salvos por gracia, debemos vivir de esta manera para la gloria de Dios.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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