viernes, 27 de octubre de 2023

El llamamiento de Dios y sus exigencias

Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. Y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.

Si ustedes poseen estas cosas y las desarrollan, ni su vida será inútil ni habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no las posee es como un ciego o corto de vista; ha olvidado que fue limpiado de sus pecados pasados. Por eso, hermanos, ya que Dios los ha llamado y escogido, procuren que esto arraigue en ustedes, pues haciéndolo así nunca caerán. De ese modo se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  2 Pedro 1:3-11

La vida en Cristo, no es una vida rutinaria de cumplir con rituales eclesiásticos y religiosos solamente, es mucho más que eso.

La vida en Cristo, es una vida desafiante y con mucha exigencia personal, no para ser salvos, sino porque somos salvos. Es una carrera hacia arriba con muchos obstáculos permanentes, pero tiene una plataforma de descanso que acompaña durante el trayecto, para que cuando la persona se sienta cansada a punto de desfallecer, puede descansar ahí. Esa plataforma es Cristo y su palabra.

La vida en Cristo, es una vida de esfuerzo y superación diaria, compitiendo con uno mismo tratando de ser cada día mejor persona, sin creerse mejor que los demás, sino diferente, cada día tratar de acercarse más al modelo de vida que nos mostró nuestro Señor Jesucristo.

Para lograr eso es necesario estar atento a la enseñanza bíblica, saber discernir qué   cosa hace Dios en mi vida, y que cosa debo hacer yo para mantener eso y continuar creciendo en el conocimiento de mi Dios y Señor. En este pasaje se encuentra una guía práctica de conducta propia del creyente, que mantiene siempre en victoria aun en medio de circunstancias adversas.

El Señor fortalezca espiritualmente por medio de su Santo Espíritu, a cada uno que quiera vivir de esta manera.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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