lunes, 30 de octubre de 2023

El Evangelio ¿Religión cristiana o vida en Cristo?

Cuando se habla de religión cristiana, ¿qué se quiere decir? Porque una inmensa mayoría de personas en el mundo, dicen que son practicante de la misma. Sin embargo nuestra sociedad, cada vez está más deteriorada. Sin embargo Jesús nunca habló de religión, Él dijo; Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia. Juan 10:10 

Cuando vamos a las enseñanzas bíblicas descubrimos que ellas permanentemente hablan de vivir en Cristo, y no de prácticas religiosas. Las prácticas religiosas son circunstanciales en la vida de las personas, son rituales que se deben cumplir de acuerdo al programa que tenga la religión, la denominación o la congregación. Pero, que normalmente no inciden en la conducta y comportamiento diario de las personas, a tal punto que existe una dualidad de vida, que se conoce como vida secular y vida religiosa. Es decir que en la práctica lo espiritual no hay que mesclar con el diario vivir, lo espiritual se debe dejar para vivir en los templos o catedrales, pero no en el hogar con la familia, menos aún en el trabajo o en las salidas con los amigos. Son actitudes paralelas. ¿Será que es así? La biblia dice; El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió nuestro Señor Jesucristo. 1 Juan 2:6

La vida en Cristo es diferente, no es una vida religiosa, es vida espiritual, es una actitud práctica de vida, es integral, afecta para bien todo el ser, espíritu, alma, y cuerpo, e involucra todas las circunstancias del diario andar. Conduce a ser una persona íntegra, de una sola pieza, no hay lugar para algo secular, todo es espiritual, en todo tiempo y lugar se debe depender del Espíritu de Cristo.

El trato con la familia, la responsabilidad en el trabajo, los momentos de diversión, todo debe estar “supervisado” o aprobado por la palabra de Dios y guiado por el Espíritu de Cristo. Ahora bien, no hay que confundir palabra de Dios, con enseñanza humana que muchas veces está direccionada para manipular la vida de la persona.

Por eso es necesario conocer a Dios, conocer su palabra escrita, meditarla y permitir que el Espíritu de verdad enseñe y convenza, cuál es la voluntad o propósito de Dios para cada persona en particular. Esto dijo Jesús; Escrito está en los profetas: Y todos serán enseñados por Dios. Así que, todo aquel que ha oído al Padre y ha aprendido de él viene a mí. Cuando Dios nos enseña por medio de su Espíritu, todo es diferente, comenzamos a vivir en Cristo de una manera natural, sin religiosidad, sin ritualismo.

Esto libera porque no hay que pensar, “que puedo hacer para Dios”, sino sencillamente preguntar a Dios, ¿Cuáles son las buenas obras que tu preparaste, para que yo ande en ellas? Sin dudar el Espíritu le hará entender que todo lo bueno que usted haga en beneficio del prójimo sin distinción, es obra que Dios le impulsa a realizar y de esa manera, está sirviendo a Dios.

La vida en Cristo es preciosa, es desafiante, nos impulsa a buscar más de él, a tener una mayor dependencia del Espíritu Santo, a meditar más en su palabra, nos hace sabio para  hacer el bien, e inteligente para apartarnos del mal. Además en las peores circunstancias se puede tener paz interior, y el mayor compromiso se tiene con el Señor que redimió nuestros pecados, haciéndonos caminar continuamente a la luz de su preciosa palabra.

Podemos decir como el apóstol Pablo; Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

viernes, 27 de octubre de 2023

El llamamiento de Dios y sus exigencias

Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. Y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.

Si ustedes poseen estas cosas y las desarrollan, ni su vida será inútil ni habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no las posee es como un ciego o corto de vista; ha olvidado que fue limpiado de sus pecados pasados. Por eso, hermanos, ya que Dios los ha llamado y escogido, procuren que esto arraigue en ustedes, pues haciéndolo así nunca caerán. De ese modo se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  2 Pedro 1:3-11

La vida en Cristo, no es una vida rutinaria de cumplir con rituales eclesiásticos y religiosos solamente, es mucho más que eso.

La vida en Cristo, es una vida desafiante y con mucha exigencia personal, no para ser salvos, sino porque somos salvos. Es una carrera hacia arriba con muchos obstáculos permanentes, pero tiene una plataforma de descanso que acompaña durante el trayecto, para que cuando la persona se sienta cansada a punto de desfallecer, puede descansar ahí. Esa plataforma es Cristo y su palabra.

La vida en Cristo, es una vida de esfuerzo y superación diaria, compitiendo con uno mismo tratando de ser cada día mejor persona, sin creerse mejor que los demás, sino diferente, cada día tratar de acercarse más al modelo de vida que nos mostró nuestro Señor Jesucristo.

Para lograr eso es necesario estar atento a la enseñanza bíblica, saber discernir qué   cosa hace Dios en mi vida, y que cosa debo hacer yo para mantener eso y continuar creciendo en el conocimiento de mi Dios y Señor. En este pasaje se encuentra una guía práctica de conducta propia del creyente, que mantiene siempre en victoria aun en medio de circunstancias adversas.

El Señor fortalezca espiritualmente por medio de su Santo Espíritu, a cada uno que quiera vivir de esta manera.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

lunes, 23 de octubre de 2023

Esto escribió el apóstol Pedro referente a este tiempo que estamos viviendo.

La venida del Señor por su iglesia, cada vez está más cerca.

Ésta es, queridos hermanos, la segunda carta que les escribo. En las dos he querido, con mis consejos, hacerlos pensar rectamente.  Acuérdense de lo que en otro tiempo dijeron los santos profetas; y del mandamiento del Señor y Salvador, que los apóstoles les enseñaron a ustedes. Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, y que en son de burla preguntará: ¿Qué pasó con la promesa de que Cristo iba a volver? Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el mundo fue creado. Esa gente no quiere darse cuenta de que desde tiempos antiguos ya existía el cielo, y también la tierra, que Dios con su palabra hizo salir del agua y la mantiene en medio del agua. También por medio del agua del diluvio fue destruido el mundo de entonces. Pero los cielos y la tierra que ahora existen, están reservados para el fuego por el mismo mandato de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los malos. Además, queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios. Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes! Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas; pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa. Tengan en cuenta que la paciencia con que nuestro Señor nos trata es para nuestra salvación. Acerca de esto también les ha escrito a ustedes nuestro querido hermano Pablo, según la sabiduría que Dios le ha dado. En cada una de sus cartas él les ha hablado de esto, aunque hay en ellas puntos difíciles de entender que los ignorantes y los débiles en la fe tuercen, como tuercen las demás Escrituras, para su propia condenación. Por eso, queridos hermanos, ya que ustedes saben de antemano estas cosas, cuídense, para que no sean arrastrados por los engaños de los malvados ni caigan de su firme posición. Pero conozcan mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo y crezcan en su amor. ¡Gloria a él ahora y para siempre! Amén. 2 Pedro 3

En el mundo desde tiempos antiguos existen muchas profecías. Todas tienen cosas que decir sobre el fin del mundo. Pero, la profecía bíblica es la única verdadera, porque viene de Dios y cuenta con exactitud de detalles de los acontecimientos futuros, relacionados con el fin de los tiempos.   

Por lo tanto es necesario, prestarle mucha atención a todo lo que la biblia dice, para no estar angustiados ni desprevenidos ante lo que está aconteciendo. Las señales que mencionó nuestro Señor Jesucristo se están cumpliendo, en cualquier momento la iglesia de Cristo es sacada de este mundo, para que el resto de la profecía también se cumpla. Esto nos debe llevar a una vida de santidad y compromiso con el Señor y el prójimo. Esperando el rapto, pero sirviendo al prójimo a través de anunciarles la salvación por gracia.

El mundo espera a un superhéroe para que los salve, pero, el único salvador es nuestro Señor y Salvador Jesucristo, quien ya hizo todo lo necesario para la salvación del ser humano, solo espera la respuesta de cada persona a esa invitación del amor de Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

viernes, 20 de octubre de 2023

¡Qué bueno es aceptar el mandamiento de Dios, en nuestra vida!

Este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. 1 Juan 3:23

Nunca lo que Dios nos pide, nos manda o permite en nuestra vida es para nuestro mal, tampoco para hacernos daño, porque Dios es amor, y el amor no hace daño a nadie. Pero el amor del cual se habla en este contexto, es el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones, con ese amor solamente podemos cumplir este mandamiento, porque con el amor nuestro, nunca podríamos amarnos unos a otros, por el egoísmo y la maldad que hay en nuestros corazones por causa de nuestra naturaleza pecaminosa. Esto dice la biblia; Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

En nuestra fuerza, jamás podemos amar a Dios, y menos aún a nuestro prójimo. Pero recuerde que Dios nunca va a pedirnos algo que no podamos hacer, es por eso que nos ha dado de su Espíritu, para que podamos obedecer sus mandamientos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7

Toda esta ayuda está a disposición nuestra para que podamos amar a Dios, y amar al prójimo, creer en Jesús y creerle a Dios, de esa manera permanecer en Dios, y Dios en nosotros. La biblia dice; Todo el que tiene fe en que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios; y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga, porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo. 1 Juan 5

¡Maravilloso amor de Dios! Que nos enseña como amarle a Él y como amar al prójimo.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

miércoles, 18 de octubre de 2023

Partícipes de la naturaleza divina

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 2 Pedro 2:3

La vida en Cristo, nos ha sido dada para que nuestra calidad de vida en este mundo sea con propósito. Esto es lo que la biblia dice; Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.

Nuestra naturaleza humana es inclinada al mal y la maldad, es por eso que Dios nos ha dado la salvación por gracia y nos bendijo espiritualmente en Cristo, haciéndonos participantes de su naturaleza divina. Ese cambio interior que Cristo produce en nosotros, nos capacita para una vida de santidad en Cristo, ya que Dios hizo todo lo necesario para darnos las herramientas, que edifican nuestras vidas.

Ahora a nosotros nos toca añadir con toda diligencia a nuestra fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor. ¿De dónde sacamos eso para añadir? Quizás se pregunte usted. Todo eso está en el fruto del Espíritu de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones, solo es cuestión de proponernos creer lo que dice la palabra escrita de Dios, utilizar esto que tenemos para no estar ociosos y sin frutos.

Pero recuerde siempre, esto no es para ser salvos, sino porque somos salvos por gracia, debemos vivir de esta manera para la gloria de Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

 

lunes, 16 de octubre de 2023

Ataque a Israel. ¿Señales antes del fin?

Más tarde estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos, cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado: ¿Cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo? Tengan cuidado de que nadie los engañe, les advirtió Jesús, Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: 'Yo soy el Cristo', y engañarán a muchos.
Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores. Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. Mateo 24:3

La llegada del fin del mundo, es lo que a muchos les preocupa y con justa razón, porque somos humanos y estamos apegados a esta tierra. Para el cristiano esto no es un problema, porque nuestro Señor y Salvador Jesucristo viene por nosotros a sacarnos de este mundo y llevarnos con Él, antes de que la ira de Dios se desate sobre esta tierra.

¿Cómo sabemos que esto será así? Nuestro Señor y Salvador por medio de su palabra escrita, dejó varias señales que sucederán antes, para que estemos atentos y no seamos sorprendidos por los acontecimientos finales.

Las personas pueden creer o no creer, pueden reírse, pueden burlarse, pueden pensar que los que creemos esto estamos locos, o somos tontos e ilusos. Pero nada de eso hará cambiar los planes y propósitos de nuestro Dios para con su pueblo y con este mundo que está en rebeldía contra Él. Pero, para cada persona esto es cuestión de vida o muerte.

Para el fin del mundo, falta mucho todavía. El arrebatamiento de la iglesia, puede suceder en cualquier momento, y cuando eso suceda, dará comienzo los siete años de tribulación para los que se queden en esta tierra.

La buena noticia es que, LA PUERTA DE LA SALVACIÓN POR GRACIA, todavía está abierta. Jesús dijo; Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. ¿Qué estás esperando? ¡Entra por esa puerta y tendrás la seguridad de una salvación eterna! Después será tarde, será el lamento por no haber aprovechado la oportunidad, y salvarse costará muy caro.

¡Hoy es el día de salvación!  Por favor no sea incrédulo, crea en el Señor Jesucristo, y será salvo usted y su casa.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

sábado, 14 de octubre de 2023

¡Ya está viniendo!

¡Jesucristo está viniendo, el Señor que me salvó!

Viene por cada persona, que con su sangre limpió.

Seremos varios millones, los sacados de este mundo,

Nos reuniremos en el aire, rodeados de su amor,

Aunque seamos millones, un alma y un corazón.

¡Qué glorioso ese momento! Ver a Cristo el Salvador,

No como un manso Cordero, sino como el que venció

En esa cruz de madera donde al diablo derrotó.

 

Viviremos para siempre con Jesús nuestro Señor,

Donde mora la justicia, donde el dolor ya no habrá,

Ni sufrimiento, ni muerte, menos aún separación,

Este es un reino de amor, donde su presencia reina,

Donde nada impedirá, que su voluntad se haga,

Con alegría con gozo, celebrando a nuestro Rey,

Teniéndonos por dichosos por estar muy junto a él,

Por toda una eternidad en presencia del Gran Rey.

PS 2020

 

viernes, 13 de octubre de 2023

Llamamiento a una vida de santidad en Cristo.

Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.  1 Pedro 1:13-23

La santidad en la vida del creyente es todo un tema, no siempre es aceptado por la persona, le da cosas decir “soy santo”, porque eso también implica ser diferente a la mayoría de las personas en su entorno social. Vivir en santidad, es vivir apartado del mal y de la maldad,  dentro de un entorno social pecaminoso, relacionándose con las personas, pero, sin participar de sus acciones, conductas y vocabulario. 

Cuesta entender que la santidad en una persona, no evita cometer errores o equivocaciones en su diario andar, pero esos errores cometidos, son justamente eso, errores, decisiones mal tomadas, pero no es su estilo de vida, ni su comportamiento habitual, ni bien se da cuenta y corrige esa actitud o conducta.

Una vida de santidad conlleva todo un aprendizaje de decisiones diarias a tomar en obediencia a las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, por la sencilla razón que estamos acostumbrados a decidir de acuerdo a las circunstancias, y no siempre en concordancia con los principios y valores establecidos en la palabra de Dios. Pero hay que recordar que solamente el obrar del Espíritu Santo en nuestra vida, hace que diferenciemos entre lo bueno y lo malo de nuestras acciones y conductas.

El sistema del mundo actual está viciado de corrupción y pecado, por lo tanto no se puede tomar todo ejemplo de vida que ofrece, porque muchas veces está en conflicto con la moralidad bíblica afectando las conductas personales, y el comportamiento colectivo en la sociedad de la cual formamos parte.

Siempre debemos recordar lo que nuestro Señor ha dicho; estamos en el mundo, pero no somos del mundo, somos ciudadanos del reino celestial, y nuestra vida debe reflejar esa realidad, manifestando de esa manera que somos hijos del Dios, tres veces santo, por eso nuestra vida debe ser de santidad. Teniendo presente que; sin santidad nadie verá al Señor.

Los abraza en Cristo. P. Sosa

jueves, 12 de octubre de 2023

¡En Dios está mi esperanza!

 

El año está terminando, ya no queda mucho tiempo,

Las noticias no son buenas, en todo el mundo, problemas,

Tormentas, inundaciones, terremotos y volcanes,

Tempestades y violencia, dictadores y asesinos,

La vida, muy complicada, solo se vive el momento.

 

Esta triste realidad golpea fuerte el presente,

Las personas pasan hambre, injusticias y miserias,

Los gobiernos hacen promesas, que nunca van a cumplir,

Tal vez no quieran hacerlo, son promesas nada más,

Para llegar al poder, y desde allí dominar.

 

Hoy quiero hacer un balance, para saber con certeza,

Si hubo pérdida o ganancia, de los momentos vividos,

¿Cómo invertí yo mí tiempo? ¿De qué cosas me ocupé?

¿Ayudé al necesitado? ¿Defendí una causa justa?

¡Con Dios siempre hay esperanza para un futuro mejor!

PS 2021

miércoles, 11 de octubre de 2023

Sirviendo al Dios que nos salvó.

Dios es quien nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no porque lo merecieran nuestras obras, sino porque tal ha sido su designio conforme al don que se nos ha concedido por medio de Cristo Jesús antes que el tiempo existiera. Un don que ahora se ha hecho manifiesto por la aparición de Cristo Jesús, nuestro Salvador, cuyo mensaje ha destruido la muerte y ha hecho brillar la luz de la vida y de la inmortalidad.

2 Timoteo 1:9-10

Todos aquellos que queremos servir a Dios, debemos tener en cuenta esto que dicen las Sagradas Escrituras, porque esto trae claridad a nuestro entendimiento en cuanto a quien estamos por servir y porqué.

Lo primero que debemos saber es que; para servir a Dios es necesario haber nacido de nuevo, no ser un religioso solamente. A partir de ahí, también entender que, hay muchas cosas espirituales desconocidas para nosotros, las cuales debemos ir aprendiendo con la ayuda del Espíritu de Cristo, nuestro salvador. Las personas tenemos conocimiento terrenal, pero para vivir, y llevar el mensaje celestial del reino de Dios, necesitamos discernimiento espiritual, porque solamente así sabremos lo que pertenece a Dios, y lo que no pertenece a Dios, aunque se parezca. 

Esto es muy importante tener presente, sin este conocimiento, podemos ser engañados por el enemigo de nuestras almas. Recordemos lo que Dios dice por medio del profeta Oseas; mi pueblo fue destruido por falta de conocimiento, y por medio del profeta Isaías dice; mi pueblo fue llevado cautivo por falta de conocimiento.

Estar al servicio de Dios es maravilloso, pero, no de cualquier forma, porque Dios es el Soberano, y nosotros simples instrumentos en sus manos. Si no es Él quien nos utiliza, sin duda que estaremos haciendo muchas cosas tal vez, pero no sirviendo a Dios.

Esto es saludable saber, para evitar caer en manos de personas inescrupulosas, que usaran nuestras vidas, para sus beneficios personales y no para extender el reino de Dios. La comunión íntima que desarrolle con Dios, hará que usted sepa con seguridad que es un instrumento útil en las manos de Dios, y eso también hará de usted, una persona humilde que glorifica a Dios, teniendo una vida consagrada a Él.

Por último, recuerde que conocer a Dios es mucho más que, asistir a los cultos, dar sus ofrendas, orar y leer su biblia. Conocer a Dios implica obediencia a su palabra, amar al prójimo, perdonar al ofensor, tener compasión de los perdidos, pagar las deudas contraídas, como así también los impuestos. Dejar las quejas y vivir una vida de gratitud hacia el buen Padre celestial, con los ojos puestos en Jesús, siguiendo sus pisadas.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

domingo, 8 de octubre de 2023

¿Es la vida que anhelamos?

 

Me pregunto y les pregunto, ¿tiene sentido la vida?

Encuentra satisfacción a lo largo de sus días,

Sus esfuerzos y sus sueños, ¿acaso no son frustrados?

En medio de la impotencia, ¿Cuáles son sus pensamientos?

¡Qué le propone la vida entre tanto sufrimiento!

Usted se ha puesto a pensar ¿Cómo salir de este embrollo?

 

Hace muchísimos años, que un humilde carpintero,

Propuso a cada persona, poder llegar a destino,

Él, se ofreció a ser el guía, a ser luz y ser camino,

Para que todo el que acepte transitar con valentía,

Entienda que el sufrimiento, la frustración y los miedos,

Son escalones que llevan y dan sentido a la vida.

 

La vida es una aventura, un constante desafío,

A cada paso propone, ¿nos quedamos, o seguimos?

La gracia está en continuar, aunque débil y cansado,

Trepar las altas montañas, cruzar caudalosos ríos,

Luchar con algunas fieras, escapar de algún peligro,

Conquistar la ansiada meta, ¡Feliz llegar al destino!

 

Por eso hay que recordar, que Jesús un día dijo,

Yo Soy ese buen camino en el cual deben estar,

Yo Soy la verdad que quieren cada día escuchar,

Yo Soy la vida abundante que todos quieren tener,

Yo Soy la esperanza viva, para una vida mejor,

Y solo Yo puedo darle, esperanza, fe y amor.

PS 2021