viernes, 7 de abril de 2023

Un solo cuerpo, una sola iglesia.

Cristo,  vino y anunció las buenas nuevas de paz a ustedes que estaban lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. Efesios 2:11

Quizás usted se pregunte. ¿Quiénes son los que estaban cerca? El pueblo judío al ser el pueblo creado por Dios, con leyes dadas por Dios, con líderes puestos por Dios, con una territorio dado por Dios, un culto establecido por Dios y un lugar específico de adoración a Dios. Los hace cercanos a Dios, porque es el pueblo físico de Dios, a través del cual vino Jesús nuestro salvador. Y, ¿Quiénes son los que estaban lejos? El resto de las naciones del mundo, formamos parte de los que estábamos lejos de Dios, cada uno con sus religiones, con sus dioses, con sus costumbres paganas, por lo tanto estábamos, sin Dios y sin esperanza en este mundo.

El propósito de Cristo al venir a este mundo, fue anunciar a la humanidad que Dios nos ama, y que tiene planes y propósito para cada ser humano que quiera creer, en la buena voluntad de Dios para con las personas. Cuando Jesús siendo inocente fue crucificado, mostró al mundo que el amor de Dios por el ser humano es verdadero. Jesús resucitando al tercer día, manifiesta que fue  por nuestro pecado que Él murió.

La crucifixión, muerte y resurrección de Cristo fue, para que cada persona en este mundo tenga Dios, y esperanza de vida eterna. Cristo vino para hacer de judíos y gentiles un solo pueblo, quitando toda pared separatista de religiones, rituales, tradiciones y cosas que no permitían la libre integración de los pueblos.

Ahora, en Cristo, todas las personas, judías y gentiles, pasan a formar parte del cuerpo de Cristo, la iglesia de Cristo, y una sola ciudadanía celestial, no importa donde han nacido, que idioma hablan, cómo se visten, o cual ha sido la religión que practicaban.

Todas las personas que creemos y aceptamos a Cristo, pasamos a ser ciudadanos del reino de Dios. Nosotros somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamemos las obras maravillosas de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Nosotros antes ni siquiera éramos pueblo, pero ahora somos pueblo de Dios; antes no habíamos recibido misericordia, pero ahora ya la hemos recibido. 1 Pedro 2:9-10

Todo eso lo hizo Dios por medio del sacrificio redentor de Cristo en la cruz. Esto es la iglesia de Cristo en la tierra, un pueblo espiritual sin acepción de personas. Donde nosotros somos el cuerpo, y Cristo es la cabeza de ese cuerpo. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:28. Ahora bien, me pregunto, ¿Por qué la iglesia de Cristo, levanta barrera denominacional? Yo, no tengo la respuesta. En la biblia, la única barrera que Dios establece es, separarse la iglesia santificada, del sistema corrupto del mundo.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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