miércoles, 19 de abril de 2023

La gratitud siempre es la mejor opción.

Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 1 Tesalonicenses 5:12-24

Vivimos en un mundo caracterizado por el descontento social con quejas y reclamos, muchas veces acompañados de la violencia, sin respuesta satisfactoria por parte de las autoridades, y cada vez son más las naciones afectadas por este problema.

También las congregaciones han sido afectadas por estas conductas de injusticia y violencia. ¿Por qué? Por la sencilla razón de no tener en cuenta la enseñanza de Jesús.

Al olvidar que aunque estamos en el mundo, no somos del mundo. Permitiendo así, la influencia del mundo y su conducta en la vida del creyente. Aparece el descontento, quejas y reclamos al no ser escuchados y contenidos por sus líderes o gobernantes.

La enseñanza bíblica es clara con respecto a la conducta del creyente en todo lugar donde se mueva. Como ser, el hogar, el trabajo, el deporte, la recreación, en su barrio y ciudad, con su actitud, conducta y pensamiento debe manifestar la influencia en su vida, de las enseñanzas que Cristo da a sus seguidores.

Tenemos la responsabilidad de extender el reino de Dios en este mundo. Para eso, no solo hay que declarar lo que dicen las Sagradas Escrituras, sino también acompañar con nuestra conducta diaria esas enseñanzas, manifestando así que creemos lo que decimos, si funciona en nosotros, también funcionará en los demás.  Por eso el apóstol Pablo, les recuerda a los Tesalonicenses, y hoy a nosotros, cuál debe ser el comportamiento dentro de la congregación, para luego extenderse hacia afuera influenciando a la sociedad en la que vivimos.

La conducta del creyente debe caracterizarse, por el amor, el gozo, la paz, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y el dominio propio. Muchas veces se piensa que eso es debilidad de carácter, sin embargo no es así, es el fruto del Espíritu. Eso es el carácter de Cristo en la vida del creyente, es lo que todo creyente en Cristo debe manifestar. Usted dirá; eso es muy difícil, sí, es difícil, pero no imposible. Solo requiere de querer, de voluntad y perseverancia.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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