Esto escribió el apóstol Santiago a los cristianos
del primer siglo, pero sigue vigente para nosotros hoy.
Hermanos míos, ustedes deben tenerse
por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. Pues ya
saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con
fortaleza el sufrimiento. Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la
perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada.
Si a alguno de ustedes le falta
sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin
limitación y sin hacer reproche alguno. Pero tiene que pedir con fe, sin
dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de
un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del
Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su
conducta. Santiago 1:2-8
Los problemas, las dificultades que
aparecen en la vida del creyente en Cristo en todas las épocas, la biblia las
describe como “pruebas de la fe”. Es una manera de aprendizaje de la nueva vida
en Cristo para crecer y madurar en el conocimiento de Dios y de Cristo, lo cual
fortalece la vida espiritual del cristiano. Además Dios ofrece dar sabiduría a
quien se lo pida para saber cómo atravesar los momentos de dificultad. Eso sí
hay que estar dispuesto a seguir las directivas de Dios, solo así nos garantiza
victoria en medio de toda clase de pruebas que nos toque atravesar. Dios es
Fiel, y sus promesas son verdaderas y con eso nos basta para salir de las pruebas
siempre en victoria con ánimo pronto para servir.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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