Jesús también les dijo:
Un hombre tenía dos hijos. Un día, el hijo más joven
le dijo a su padre: Papá, dame la parte de tu propiedad que me toca como
herencia. Entonces el padre repartió la herencia entre sus dos hijos. A los
pocos días, el hijo menor vendió lo que su padre le había dado y se fue lejos,
a otro país. Allá se dedicó a darse gusto, haciendo lo malo y gastando todo el
dinero. Lucas 15:11
Esta historia representa a la persona
que cree en Cristo, pero que con el paso del tiempo su vida se vuelve
rutinaria, no siente interés alguno en estar al lado de su Padre celestial
sirviéndole, sino que quiere probar otras cosas que no pertenecen al reino de
Dios, es atraído por los placeres de
este mundo y es seducido por el brillo de las riquezas.
Se olvida del consejo apostólico; No amen al mundo, ni lo que hay
en el mundo. Si alguno ama al mundo, no ama al Padre; porque nada de lo que el mundo ofrece
viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los
malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los
ojos y el orgullo de las riquezas. Pero el mundo
se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad
de Dios vive para siempre. 1 Juan 2:15
Pronto queda sin la herencia recibida
del Padre, (la presencia del Espíritu) siente hambre espiritual y empieza a ver
su triste realidad. Aunque busca en el mundo algo para satisfacer esa hambre,
nadie le puede dar, tampoco puede conseguir por su propio medio, porque todo lo
que hay, “es comida de cerdos” no apto para el consumo de un hijo de Dios.
Es ahí donde valora todo lo que tenía
en (Cristo) la casa del Padre, y dispone su corazón para iniciar el camino del
arrepentimiento, el cual le lleva directo a retornar al lugar de donde nunca debería
haberse ido.
El Padre está esperando con amor al
hijo que se va lejos de su presencia, sabe que va a volver, porque sin duda ese
hijo nunca encontrará en el mundo, lo que hay y está a su disposición en
(Cristo) la casa del Padre. Quizás usted sea ese hijo que tomó su herencia y se
fue de estar al lado de su Padre. Ahora que se da cuenta de su verdadera
situación, ¿Qué decisión va a tomar? ¿Seguir en el chiquero o volver al hogar
junto al buen Padre celestial?
Los Abraza en Cristo. P. Sosa.
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