Nosotros, los que sí sabemos lo que Dios quiere, no debemos pensar sólo en lo que es bueno para nosotros mismos. Más bien, debemos ayudar a los que todavía no tienen esa seguridad. Todos debemos apoyar a los demás, y buscar su bien. Así los ayudaremos a confiar más en Dios. Romanos 15
Este pasaje de las Escrituras es muy interesante, porque
llama la atención a todos aquellos que normalmente se jactan de su conocimiento
de las Escrituras y dicen saber todo lo que Dios dice. Pero que muchas veces, no
están dispuestos a ayudar o a soportar al que sabe menos y que todavía le
cuesta entender algunas cosas. Al contrario, se suele tener una actitud de
crítica sin compasión hacia esas personas. Sin embargo la recomendación bíblica
es, que se debe pensar en los demás, antes que en nosotros mismos.
Nos alienta a ser generoso y apoyar, ayudando al prójimo a
buscar su bienestar espiritual, pero también el físico y material, enseñándole
con paciencia a confiar en Dios y depender de él, en toda situación que le
toque atravesar. Si es necesario, ponerse uno como ejemplo a seguir de cómo
confiar en Dios. Recordar que alguien nos ayudó en algún momento de nuestra
vida también.
Alentar y ayudar a otro siempre es difícil, hasta cuesta
lágrimas poder hacerle entender, que son valiosos y que también ellos pueden
crecer como personas y en el conocimiento de Dios, si procuran hacerlo sin duda
lo van a lograr.
Usted, ¿está dispuesto para ayudar a encaminarse a otros en
el conocimiento de Dios?
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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