lunes, 6 de agosto de 2018

Arrepentimiento



Dijo Jesús;  ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!

Arrepentirse ¿Qué es?
La Biblia habla mucho de arrepentimiento, Dios en el antiguo testamento, continuamente llama al arrepentimiento a su pueblo.
Es la proclama central del mensaje de Juan el Bautista, lo predicó Jesús, también lo hicieron los apóstoles. Es el corazón del Evangelio de Jesucristo.
Mi pregunta es; ¿Por qué ahora en este tiempo, ya no se habla de arrepentirse, para creer en el evangelio? ¿Por qué se eliminó de las prédicas? Sin embargo, Dios no ha desechado esa palabra ni el llamado. Es más, ahora manda que se arrepientan.
En palabras del apóstol Pablo, estando en Atenas, y ver tanta idolatría, como pasa hoy entre nosotros, en el libro de Los Hechos de los Apóstoles dice lo siguiente;
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.
De qué ignorancia está hablando Pablo, de la ignorancia de no saber o no querer reconocer, que a Dios no se le puede representar con ningún objeto hecho por el ser humano, eso es idolatría, y a Dios le desagrada. Como también le desagrada una vida amoral, una conducta corrupta, una actitud incrédula, palabras soeces y acciones violentas.
Eso también está instalado en nuestra sociedad, por lo tanto requiere de arrepentimiento para salir de esa situación destructiva, que afecta el plano social.
La Biblia es clara en esto; sin arrepentimiento no hay perdón de pecados. Todo esto que he mencionado, delante de Dios es pecado, hay que arrepentirse.
Si hay algo que no figura en el pensamiento del ser humano actualmente, es arrepentirse de algo, Todo tiene su justificación, eso es lo triste.
No reconoce nada, y reconocer es el primer paso para el arrepentimiento.
Arrepentirse, viene del griego, Metanoia, y cuyo significado es; Cambio de actitud, cambio de modo de pensar, cambio de plan de vida.
De ahí la importancia de arrepentirse para que haya un cambio, en la vida personal y colectiva, de otra manera es imposible.
¿Qué debemos hacer? Es la pregunta que surgió de parte de los oyentes de la predicación de Pedro.
Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo. 
Bendiciones.  Pastor Sosa

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