Cuando veo el cielo que tú mismo hiciste,
y la luna y las estrellas que pusiste en él, pienso:
¿Qué es el hombre?
¿Qué es el ser humano?
¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él?
Pues lo hiciste casi como un dios,
lo rodeaste de honor y dignidad,
le diste autoridad sobre tus obras,
lo pusiste por encima de todo:
Es
interesante poder reflexionar sobre temas que hacen a nuestra identidad, pues
por causa de no pensar en esto muchas veces nos vemos afectados en nuestra
autoestima, ya que generalmente no tenemos en claro quiénes somos, ni adonde
pertenecemos y eso produce a veces comportamiento y actitudes confusas y
perjudiciales.
Hemos
aprendido que para el estudio y una mejor comprensión del origen y
comportamiento de los mismos, los minerales agrupamos en el Reino Mineral, los
vegetales los juntamos en el Reino Vegetal y los animales los ubicamos en el
Reino Animal. Y allí surge la pregunta que tal vez nunca nos hicimos, pero que
es muy importante hacernos, los seres humanos ¿A qué reino pertenecemos? Pues
personalmente no me siento identificado con ninguno de estos tres reinos
mencionados y creo que usted tampoco.
Aunque
por mucho tiempo nos hicieron creer y nos enseñaron que pertenecemos al reino
animal, (pero me resisto a aceptar esa enseñanza y afirmación) Considero que
por aceptar tal enseñanza, nuestra sociedad se va deteriorando
vertiginosamente. Además en nombre de la civilización se ha destruido y
exterminados a pueblos originarios, y a los que existen no se les atiende
debidamente, ya que no se les consideró ni se los considera seres humanos
útiles a la sociedad, sino que se les trató y se los trata como salvajes o
animales que impedían e impiden el desarrollo y crecimiento de la misma.
Buscando
información sobre nuestro origen fui a la Carta Magna de la
creación y descubro que, no somos animales evolucionados, aunque a veces nos
comportemos como tales. Somos criaturas de un Dios Eterno y Creador que puso en
nosotros su imagen y semejanza, que nos dio el Libre Albedrío y además la
capacidad de razonar, de pensar, de elegir, de escoger, de aceptar o rechazar,
de amar u odiar, de hacer bien o hacer mal, de ser necios o sabios, de obedecer
o desobedecer, de construir o destruir. Somos una raza superior a la de los
animales. Somos seres pensantes. Génesis 1 y 2
Con todo
este equipamiento que nos hace diferente al resto de la creación,
necesariamente debemos pertenecer a otro reino, que tal vez no ha sido
estudiado, descubierto o aceptado. De acuerdo a lo que leemos en La Biblia de nuestro origen y
el propósito de nuestra existencia, sin dudar podemos afirmar que el reino al
cual pertenecemos los seres humanos es el Reino de Dios, aunque debemos
reconocer que nos hemos alejado y extraviado de él.
Pero
también sabemos que podemos y debemos regresar al mismo, para de esa manera
recuperar nuestra verdadera identidad. Y junto con ella volver a tener los
principios y valores que El Creador nos entregó como tesoros que hermosean
nuestra existencia, y además nos ayudan a relacionarnos entre nosotros,
permitiendo una convivencia sana fundamentada en el respeto, las obligaciones y
el derecho de cada uno. Y así poder construir si queremos una sociedad más
justa, sin tanta violencia, marcando claramente la brecha que existe entre los
seres humanos y los animales o bestias.
Si
creemos esto podemos estar seguro que al final de los tiempos, escucharemos
esto que dice Jesús en Mateo 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha;
Venid, benditos de mi padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo.
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