martes, 29 de abril de 2025

Saber es necesario.

Como utilizar el don de lenguas y el don de profecía en las congregaciones.

Sigan el amor; y procuren los dones espirituales, pero sobre todo que profeticen. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero más que profeticen; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. 1 Corintios 14:1-5

Al procurar recibir dones espirituales y estos tardan en manifestarse, muchas veces produce ansiedad, tristeza y confusión en algunos creyentes, que no han entendido que los dones espirituales, Dios los reparte como él quiere. También pasa que hay veces que el creyente ya posee un don espiritual de servicio, o de hacer misericordia, o de repartir cosas, pero no sabe o no entiende que es un don también dado por Dios, para que le sirva de esa manera. Los dones del Espíritu no son solamente el don de lenguas y el don de profecía, son los más deseados y conocidos por los creyentes, pero no son los únicos, hay más, varios más, en los cuales debemos ejercitarnos.

La biblia dice; Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. 1 Corintios 12:7-11. Y también dice; Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. El amor sea sin fingimiento. Aborrezcan lo malo, sigan lo bueno. Romanos 12:4-9

Es necesario saber que los dones espirituales son varios, aunque la mayoría desconocidos por el creyente. Hay que saber que todos los creyentes tenemos un don del Espíritu y en algunos hay más de uno, pero no todos conocemos o sabemos en lo personal, cuál es el don que puede estar en nuestra vida, hasta que se comience a servir al Señor en el diario andar. Muchas veces sin darnos cuenta estaremos en el espíritu haciendo algo que edifica al hermano, ya sea dando un consejo sabio, ayudándole en arreglar su vivienda, alentándole en momento de flaqueza, hospedando a alguien, exhortándole cuando vemos algo en su vida que no está bien, consolándole en momento se angustia y sufrimiento, teniendo misericordia cuando se equivoca y hace algo indebido, etc. Cuando actuamos de esa manera, no lo hacemos en nuestra fuerza, ni en nuestra capacidad natural, sino que se está manifestando en nuestra vida ese don espiritual que el Señor nos ha dado. Muchas veces nos quedamos corto para entender o conocer más sobre los dones, por el hecho de que se habla más del don de lenguas y el don de profecía, por sobre los demás dones, que también son muy necesarios en la vida del creyente dentro de una congregación. Pero no hay que olvidar que todos los dones espirituales que Dios otorga al creyente, son importantes y necesarios para que la iglesia crezca en gracia y sabiduría para con Dios y los hombres.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

miércoles, 23 de abril de 2025

La importancia del amor

 Lo más importante en la vida del creyente en Cristo es el amor.

Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha. El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13

Este capítulo de 1 Corintios 13 los creyentes en Cristo, deberíamos aprenderlo de memoria y así poder meditar continuamente en lo que dice, para que aprendamos lo que es el verdadero amor. El Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo, nos enseña a ordenar y valorar correctamente las prioridades de vida en el diario y cotidiano andar. Esta iglesia de Corintios contaba con muchos dones espirituales en los creyentes, sin embargo, era una iglesia con muchos problemas de pecado entre ellos, por eso era necesaria esta exhortación y corrección de Dios, para purificar sus vidas en Cristo.

Esta corrección lo que hace es poner por delante lo que somos como personas y no lo que hacemos para los demás. Esta enseñanza de vida manifiesta que lo más importante en nuestra vida es el fruto del Espíritu Santo, porque ese fruto provee constantemente en nuestro andar diario, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, fe, mansedumbre y dominio propio. Así de esa manera podemos ejercer correctamente, los dones espirituales que tengamos sin jactarnos ni enorgullecernos, porque todo estará condicionado por el amor a Dios y a las personas que podamos ayudar con el buen ejercicio de los dones. Jesús dijo; Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos. Juan 13:34

Hay que recordar que el propósito de los dones dados por el Espíritu Santo, son para edificación, crecimiento y madurez del cuerpo de Cristo, que es la iglesia, mientras estamos en esta tierra esperando que nuestro Señor nos venga a buscar, por eso es necesario usarlos correctamente. Todo lo que hagamos, todo lo que demos y todo lo que hablemos, siempre debe estar saturado por el amor de Dios que fue derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

martes, 15 de abril de 2025

Debemos conocer el propósito de los dones espirituales en la vida del creyente en Cristo.

Hermanos, quiero que ustedes sepan algo respecto a los dones espirituales. Ustedes saben que cuando todavía no eran creyentes se dejaban arrastrar ciegamente tras los ídolos mudos. Por eso, ahora quiero que sepan que nadie puede decir: ¡Maldito sea Jesús!, si está hablando por el poder del Espíritu de Dios. Y tampoco puede decir nadie: ¡Jesús es Señor!, si no está hablando por el poder del Espíritu Santo. Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos. Unos reciben poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas. Pero todas estas cosas las hace con su poder el único y mismo Espíritu, dando a cada persona lo que a él mejor le parece. 1 Corintios 12

La biblia nos habla y enseña acerca de los dones espirituales, y su importancia en la vida del creyente en Cristo y cómo se debe usar dichos dones. La iglesia de Cristo es un cuerpo, y debe funcionar como tal, donde cada miembro cumple una función específica, para lo cual ha sido capacitado por el Espíritu Santo, al serle otorgado un don del Espíritu. El propósito de los dones espirituales es para el crecimiento personal del creyente, pero también es para la edificación y madurez de la iglesia. Todos los dones son necesarios, pero hay veces que no todos los dones están en una congregación, porque la iglesia de Cristo, no es solo una congregación, sino que se compone de todas las personas lavadas con la sangre del Cordero, que se distribuyen en distintas congregaciones y distintas denominaciones, aunque la iglesia sigue siendo una. Es verdad puede haber en una congregación varios dones, pero faltaran algunos que también son necesarios. Esto es sabiduría de Dios para que se tenga comunión unos con otros, y nos necesitemos unos a otros, aun cuando no nos congreguemos en el mismo lugar, porque en Cristo no hay denominaciones, todos somos hermanos y miembros de la familia de Cristo en Dios. Esto nos enseña que todo creyente en Cristo, es necesario e importante dentro del cuerpo que es la iglesia, porque es un instrumento escogido por Dios con un propósito. La falta de ejercitar algunos de los dones espirituales en las congregaciones, permite la entrada del pensamiento mundano y también las falsas doctrinas o enseñanzas.

El apóstol Pablo al final de este capítulo, anima al creyente a procurar los mejores dones, y les hace ver que los dones son buenos, son necesario, pero que hay algo mejor que es el amor, porque cualquiera de los dones ejercidos sin amor, en lugar de traer edificación a la congregación, produce orgullo en el creyente y trae malestar entre los hermanos. Amados amigos y hermanos en Cristo, hay que continuar creciendo en el conocimiento de las Sagradas Escrituras, meditando en ellas para ir madurando en el Señor, y así servirle con mayor excelencia.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

martes, 8 de abril de 2025

Iglesia de Cristo.

¡Que no nos tome por sorpresa! ¡Cristo viene por nosotros!

Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tienen necesidad, hermanos, de que yo les escriba. Porque ustedes saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

Más ustedes, hermanos, no están en tinieblas, para que aquel día les sorprenda como ladrón. Porque todos ustedes son hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, anímense unos a otros, y edifíquense unos a otros, así como lo hacen. 1 Tesalonicenses 5

La pronta venida del Señor es un tema que produce distintas reacciones, algunos esperamos con expectativas ciertas este acontecimiento y nos preparamos para eso, en cambio otros lo toman como algo muy lejano de ocurrir, y otros simplemente no lo tienen en cuenta en su diario vivir y por lo tanto no se preparan ni lo esperan, lo cual es un error.

Sabemos que la palabra de Dios es fiel y verdadera, y lo que Dios dice se cumple nos guste o no, creamos o no, y el arrebatamiento de la iglesia de nuestro Señor Jesucristo es una realidad, y de acuerdo a las señales bíblicas, no falta mucho para que eso ocurra.

Por lo tanto debemos ser entendido de los tiempos que estamos viviendo, dejar que el Espíritu Santo nos vaya mostrando y haciendo ver las señales que marcan las cosas que están sucediendo, y las que van a venir, así no nos toma por sorpresa, como les ocurrió a las diez vírgenes de la parábola, que cinco estaban preparadas y cinco se durmieron.

Los creyentes en Cristo somos hijo de luz, no de la noche, así que esto no nos debe tomar desprevenidos o incrédulos. Estemos alerta porque, este mismo Jesús que le han visto ir al cielo, así vendrá en las nubes a buscarnos para estar eternamente con Él.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

viernes, 4 de abril de 2025

Dios no quiere la muerte de la persona mala o pecadora.

Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Ezequiel 33:11

Generalmente cuando nos enteramos de la muerte de alguna persona que consideramos buena o algún niño o joven, muchos se lamentan diciendo ¿por qué tuvo que pasar esto? habiendo tantas personas malas y perversa. Se dice, ¡Hierba mala nunca muere! Porque les parece que los que tendrían que morir son los malos, no los que consideramos que son buenas personas.

Pero debemos saber que, Dios tiene otra perspectiva de la vida y de la muerte. Él sabe para quién ya es tiempo de irse de este mundo y quién todavía no es conveniente que abandone este mundo, ya sea por no haber terminado su tiempo aquí o no haber arreglado sus cuentas con Dios, ante el cual tendrá que ir para dar cuenta de sus actos. Dios en su misericordia le está dando tiempo de arrepentirse de sus maldades y le dice, Prepárate para venir al encuentro de tu Dios. Amós 4:12

La biblia nos enseña que la persona que se ha arrepentido de sus pecados, entregando su vida a Cristo, cuando muere goza de una vida eterna en el reino de Dios, sin ningún otro trámite a realizar, solo por haber creído en Cristo. En cambio la persona que no se ha arrepentido de sus pecados y que por lo tanto no ha entregado su vida a Cristo, sino que ha vivido según sus propios deseos, cuando muere su destino es de una eterna condenación lejos de Dios.

Es por esto que Dios en su gran misericordia y compasión, le extiende el periodo de vida esperando a que se arrepientan de sus pecados, y se vuelvan a Él. Porque toda persona en este mundo necesita solucionar el tema de su relación con Dios, antes de partir de este mundo, después ya no tiene ninguna posibilidad de reparar eso. No hay misa, no hay rezo, no existe religión, ni ninguna otra posibilidad de cambiar su destino final. Porque es la persona quien elige su destino eterno mientras está viva.

Esto es lo que está escrito en la biblia; El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36

Esta es la razón por la cual se predica el evangelio de Jesucristo, para que toda persona tenga la oportunidad de escuchar del amor, la misericordia y compasión de Dios hacia cada uno de nosotros los seres humanos. Dios no condena a nadie, es la persona que elige cuál va a ser su destino final, a través de creer en Cristo, o rehusar creer en Él.

Es mi deseo que cada persona que lea esto, pueda tener solucionado su destino final ahora y no estar con esa incertidumbre al momento de su partida.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.