El matrimonio y la familia, tienen enemigos que tratan de hacerlo fracasar.
Lo más destructivo de una relación matrimonial es la infidelidad, generalmente comienza en el tiempo del noviazgo, continúa en el matrimonio y afecta las relaciones entre ambos porque se considera una falta de respeto hacia el otro. En las Sagradas Escrituras leemos esto; Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Hebreos 13:4… pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 1 Corintios 7:1-5… Más el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace. Proverbios 6:32. Esto es sabiduría y es necesario creer que es así, y actuar en consecuencia evitando cualquier tipo de infidelidad ya sea física o emocional dentro del matrimonio.
El rol de la esposa en el hogar es fundamental y debe ser reconocida por el varón, porque eso hace una familia perdurable, la función principal de la mujer es ser esposa y madre, y cuando se entiende esto no hay competencia en el matrimonio, sino que se complementan perfectamente entre sí, y además no quita el hecho del trabajo y desarrollo de la mujer siempre en armonía con su esposo. Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida. Proverbios 31:10-12.
Muchas veces ante situaciones conflictivas se recurre al divorcio o separación, creyendo que así se solucionará el problema, esto es un error, es una mentira diabólica, agrava el problema, no trae ninguna solución, sobre todo si ya hay niños de por medio los cuales sufren las consecuencias.
El divorcio o rompimiento de relaciones matrimoniales, es un pensamiento y una actitud permanente en la mayoría de los matrimonios, sobre todo cuando comienzan algunos problemas o dificultades, la primera solución que aparece es la separación, el argumento es, ¿para qué seguir juntos sino se entienden? Esto es impulsado constantemente por personas frustradas, por artistas de cine y televisión con programas exclusivos, de los medios masivos de comunicación, haciendo creer a la juventud que todo es descartable, que la convivencia matrimonial es imposible sostener en el tiempo. Eso es una mentira diabólica que ataca al matrimonio, y atenta contra la familia, porque así no se busca o considera otra opción para solucionar dicha situación, sino que lo presentan como única opción.
Cuando un grupo de fariseos preguntaron a Jesús ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Jesús respondiendo dijo; ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés les permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así. Y yo les digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Mateo 19:3-9. Esto debe llevar a los matrimonios a replantearse en los momentos de dificultad para entenderse, y buscar ayuda espiritual para solucionar esos problemas que buscan separarlos.
Dios como el creador del matrimonio aborrece la infidelidad matrimonial, esto dicen las Sagradas Escrituras; Pero ustedes aún hacen más: inundan de lágrimas el altar del Señor, y lloran con grandes lamentos porque el Señor ya no acepta con gusto sus ofrendas. ¿Y aún preguntan ustedes por qué? Pues porque el Señor es testigo de que tú has faltado a la promesa que le hiciste a la mujer con quien te casaste cuando eras joven. ¡Era tu compañera, y tú le prometiste fidelidad! ¿Acaso no es un mismo Dios el que ha hecho el cuerpo y el espíritu? ¿Y qué requiere ese Dios sino descendientes que le sean consagrados? ¡Cuiden ustedes, pues, de su propio espíritu, y no falten a la promesa que le hicieron a la esposa de su juventud! El Señor Dios de Israel, el todopoderoso, dice: ¡Cuiden, pues, de su propio espíritu, y no sean infieles; pues yo aborrezco al que se divorcia de su esposa y se mancha cometiendo esa maldad! Malaquías 2:14. Es cierto que esto no siempre es aceptado por la mayoría de las personas, creyendo que esto es religión y no se dan cuenta que son principios de vida establecida por Dios, para el buen funcionamiento en las relaciones familiares.
¿Por qué ayuda espiritual? Porque siempre los problemas matrimoniales y familiares, tienen un origen espiritual que se manifiesta en lo físico. Surgen por causas económicas, comportamientos y actitudes equivocadas, o influencias de terceros, y todo eso es parte de un plan diabólico para destruir o dañar lo que Dios estableció, por lo tanto solamente acudiendo a Dios, se puede tener la sabiduría de cómo resolver o tratar con el tema que preocupa o interfiere en la buena relación entre marido y mujer sin atacarse el uno al otro. Recordando que en Cristo, todo tiene solución, si realmente se quiere solucionar.
El matrimonio debe ser lo más saludable posible para que perdure en el tiempo, porque es en la familia donde se forjan el carácter de las personas que integran la sociedad, en la cual desarrollan las actividades físicas, comerciales, culturales, emocionales, deportivas, recreativas y espirituales. Sin matrimonios responsables, las familias no serán perdurables, y la sociedad se irá deteriorando moralmente, conforme al deterioro de sus integrantes por causa de los problemas o dificultades que tengan como personas. Por lo tanto, la sociedad en la cual se vive está limitada en dar solución a los problemas que surgen en el ámbito familiar. Por eso solamente con un consejero espiritual fundamentado en las Sagradas Escrituras y con la guía del Espíritu Santo, se puede encontrar la ayuda necesaria para el entendimiento y comprensión en la relación de pareja.
Se puede hablar mucho del tema matrimonio y familia, pero si no se reconoce los principios establecidos por Dios su creador, difícilmente funcione al cien por cien. Pero si se toma en cuenta esto que está escrito en la biblia, todo puede cambiar. Esto dice; Estén sujetos los unos a los otros, por reverencia a Cristo. Las esposas deben estar sujetas a sus esposos como al Señor. Esposos, amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella. Efesios 5:21. Estando estos componentes en la voluntad del matrimonio, sin duda van a ser felices, no exento de problemas, pero con la voluntad firme de solucionarlos con la ayuda de Dios, fortaleciendo el vínculo del amor del uno por el otro. Y sin duda que ahí crecerán niños sanos y felices, que integrarán la sociedad en la cual se vive, aportando vida y conducta saludable a la misma, como así también conservando la continuidad del matrimonio y la familia original.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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