Con el nacimiento de la Iglesia, la justificación ante Dios es por medio de la fe, no por buenas obras que hagamos.
Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios es por la salvación de Israel, porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no conforme al verdadero conocimiento. Ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios, pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Moisés escribe así de la justicia que es por la Ley: "El hombre que haga estas cosas vivirá por ellas". Pero de la justicia que es por la fe, dice así: "No digas en tu corazón: "¿Quién subirá al cielo?" (esto es, para traer abajo a Cristo); o, "¿quién descenderá al abismo?" (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos)". Pero ¿qué dice?: "Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón". Esta es la palabra de fe que predicamos: Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. La Escritura dice: "Todo aquel que en él cree, no será defraudado", porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que lo invocan; ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: "¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: "Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?" Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Pero yo pregunto: ¿Acaso no han oído? Antes, bien, "Por toda la tierra ha salido la voz de ellos y hasta los fines de la tierra sus palabras". También pregunto: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: "Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; con pueblo insensato os provocaré a ira". E Isaías dice resueltamente: "Fui hallado por los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí". Pero acerca de Israel dice: "Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde". Romanos 10:1-21
El pueblo de Israel, como pueblo de Dios, recibió las leyes de Dios en el Monte Sinaí. Esas leyes daban a conocer al pueblo de Israel y a toda la humanidad, cuál es la escala de valores establecidas por Dios, en cuanto a la conducta y moralidad para el ser humano. La ley de Dios es el diagnóstico de la conducta humana, pues muestra que es imposible que se pueda cumplir realmente con lo que ella establece como norma de vida diaria. Por esa razón Dios también prometió un Mesías, un salvador que nació y vivió sin pecado, para que ocupe el lugar del ser humano y pague el precio del pecado, que es la muerte.
Este salvador vino para Israel, pero como no fue aceptado por su pueblo, Dios abre la puerta de la salvación por gracia a toda la humanidad. Porque no es por obra, sino por GRACIA, toda la humanidad tiene la misma oportunidad de ser salvo, esto es judíos y gentiles todos por igual. Porque el único requisito es creer. La biblia dice; Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Juan 1:17. Así Dios muestra que es Justo, porque solamente el pueblo de Israel conocía la ley de Dios, nosotros, el pueblo gentil no la conocíamos, por lo tanto no la podíamos cumplir. Sin embargo en Cristo, todos tenemos libre acceso al trono de la gracia de Dios. ¡Maravilloso amor de Dios! manifestándose para judíos y gentiles que han decidido creer en Cristo como su único Salvador, obteniendo la salvación por gracia.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.