Es el de la salvación por gracia.
Estoy muy sorprendido de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó mostrando en Cristo su bondad, y se hayan pasado a otro evangelio. En realidad no es que haya otro evangelio. Lo que pasa es que hay algunos que los perturban a ustedes, y que quieren trastornar el evangelio de Cristo. Pero si alguien les anuncia un evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, que caiga sobre él la maldición de Dios, no importa si se trata de mí mismo o de un ángel venido del cielo. Lo he dicho antes y ahora lo repito: Si alguien les anuncia un evangelio diferente del que ya recibieron, que caiga sobre él la maldición de Dios. Yo no busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. No busco quedar bien con los hombres. ¡Si yo quisiera quedar bien con los hombres, ya no sería un siervo de Cristo! Gálatas 1:6-10
Al evangelio de la gracia no hay que agregarle nada para ser salvo, solo creer y aceptar a Cristo y su obra redentora en nuestra vida, pero una vez que somos salvos, tenemos la responsabilidad de manifestar esa salvación viviendo una vida diferente. Eso es posible gracias al cambio interior que Dios produce en la vida de cada persona que recibe a Cristo.
Esto dicen las Sagradas Escrituras; Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo. 2 Corintios 5:17. Por lo tanto, ya no somos los mismo de antes de tener el encuentro con Cristo. Somos nuevas personas, no debemos seguir teniendo el mismo pensamiento de antes, debemos adoptar un nuevo vocabulario, una nueva conducta, una actitud diferente, no debemos amoldarnos al sistema de este mundo, porque nosotros estamos en el mundo, pero no somos del mundo, pertenecemos a Cristo y su reino. Ahora nuestro manual de vida debe ser La Biblia, en ella encontramos todo lo que necesitamos saber para tener una vivencia grata y saludable ante Dios y las personas. El evangelio de Cristo, nos enseña nuevos comportamientos ante situaciones que antes no sabíamos cómo enfrentarlas, nuevas actitudes frente a las agresiones, nuevo vocabulario para relacionarnos con los demás, y una nueva forma de adoración y obediencia a Dios libre de ritualismo religioso. Esto dice la biblia; Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien. 2 Timoteo 3:16. Es por eso que toda enseñanza recibida, se debe cotejar con lo que está escrito en la palabra de Dios, y dejar que el Espíritu de Cristo nos enseñe la verdad que conduce a una comunión íntima de obediencia con Dios.
Conociendo las Sagradas Escrituras, leyendo, memorizando y meditando en ellas, vamos recibiendo sabiduría de lo alto para no ser engañados ni esclavizados por el enemigo de nuestras almas, el diablo, quien vino para robar, matar y destruir. Pero Jesús, el Hijo de Dios, vino para darnos vida plena y abundante para llevarnos a una eternidad con Dios.
Los abraza en Cristo. P. Sosa.
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