sábado, 27 de abril de 2024

Esto fue escrito para enseñarnos a vivir con sabiduría.

Por lo tanto, cuiden mucho su comportamiento. No vivan neciamente, sino con sabiduría.  Aprovechen bien este momento decisivo, porque los días son malos.  No actúen tontamente; procuren entender cuál es la voluntad del Señor.  No se emborrachen, pues eso lleva al desenfreno; al contrario, llénense del Espíritu Santo. Efesios 5:15-18

La pandemia, el dengue y otras enfermedades, han dañado mucho a las personas produciendo mucho miedo y angustia, eso hace que vivan de una manera diferente, con mucha ansiedad, con cierta expectativa de lo que va a pasar, algunos muy nerviosos y esto hace que las conductas o actitudes cambien, y no siempre para bien porque se maltratan unos a otros y a veces sin motivo aparente.

Las personas somos complicadas, se piensa mucho en las cosas que pueden llegar a suceder o faltan o no hay, y no lo que se tiene o el presente que están viviendo, eso produce ansiedad y nerviosismo, lo que para nada ayuda a solucionar el problema y en algunos casos surge la violencia, aun en la familia.

Es por esto que las Sagradas Escrituras recomiendan aprovechar bien el tiempo, eso significa vivir un día a la vez, ocuparse de administrar bien todos los recursos que tenemos a nuestro alcance, como ser los recursos materiales, afectivos, emocionales y espirituales. En otras palabras ser conscientes del momento en que se vive, hay situaciones que no se puede controlar porque está fuera de nuestro entorno, y aparecen algunas complicaciones, donde es necesario actuar con sabiduría. Normalmente algunas personas tratan de huir de ese tipo de dificultad, refugiándose en el alcohol, las drogas, el sexo ilícito, o en alguna secta religiosa, lo cual hace que escape por un momento, para luego darse cuenta que no ha solucionado nada, y en algunos casos la cosa ha empeorado.

Para actuar correctamente, la persona necesita acercarse a Cristo el Salvador. Cristo dice; Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. Mateo 11:28

Con el descanso en Cristo, llega esa ayuda en forma de enseñanza de cómo vivir correctamente, en medio de situaciones difíciles y complicadas de sobrellevar, pero entendiendo el amor y la misericordia de Dios para con nosotros, podemos actuar con sabiduría y tener éxito en todas las decisiones que se tomen,  en medio de los días malos que nos toque vivir.

Dios dice en su palabra; sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.
Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a mí en oración y yo los escucharé.
Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón.
Razón suficiente para no tener miedo ni estar angustiado, solo confiando en Dios y su palabra, sabiendo que Dios es fiel y su palabra verdadera.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

domingo, 21 de abril de 2024

¡No basta con decir Señor, hay que obedecer!

No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros? Entonces les diré claramente: Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!  Mateo 7:21-23 

Es muy interesante esta exhortación de Jesús, referente a la relación del ser humano con él, y la esperanza de entrar al reino de Dios. Esta enseñanza deja en evidencia que tener comunión con Cristo como el Señor de nuestra vida y ser ciudadano del reino de los cielos, no consiste en las palabras que digamos o a que religión pertenezcamos, sino que actitud se toma con respecto a él y su palabra, no es lo que hacemos, sino lo que somos.

Al decir no todo, el que me dice Señor, entrará en el reino de los cielos, manifiesta claramente que decir, no es reconocer su Señorío y tampoco hay obediencia a la palabra. Luego la sentencia final hacia esas personas que hacen cosas en el nombre de Jesús sin tener una verdadera comunión con él, ¡es terrible! Jesús dice; entonces les diré claramente, nunca los conocí, aléjense de mí, hacedores de maldad. Qué triste es llegar a las puertas del reino de Dios, con algunos títulos y pergaminos, y tener que ser echado por el dueño del reino, por no haber tenido una relación verdadera de obediencia con él.

Pero, pensemos por un momento, como es el amor de Dios hacia cada persona, vemos que la intención del Señor no es condenar al ser humano, sino cambiar su condición y salvarlo.

Esa es la razón por la cual quedó registrada esta palabra del Señor, como advertencia para todos, para que no haya sorpresa cuando estemos en su presencia a las puertas del reino. Allí no se ingresa de cualquier manera, tampoco por pertenecer a tal o cual religión, menos por hacer cosas en el nombre del Jesús, sino por tener una verdadera comunión con el Señor.

Aquí nuevamente toma mayor importancia las palabras del Señor dicha a Nicodemo, el religioso de su época, si no naces de nuevo, no puedes entrar al reino de Dios.

Paremos un momento, revisemos nuestra vida a la luz de las palabras del Señor, y preguntemos no, ¿Qué me habilita el ingreso al reino de Dios? ¿Mis buenas obras o la obra de Cristo en la cruz? ¿El hacer muchas cosas para él, o el ser como él es?

Que la maravillosa persona del Espíritu Santo, le convenza y le guíe a la respuesta correcta que le abrirá ampliamente la puerta del reino de Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa

 

jueves, 18 de abril de 2024

Esto le mostró nuestro Señor Jesucristo al apóstol Juan, con respecto a su venida para llevarnos con Él.

El ángel me dijo: Estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. El Señor, el mismo Dios que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que pronto va a suceder. ¡Vengo pronto! ¡Dichoso el que hace caso del mensaje profético que está escrito en este libro! Yo, Juan, vi y oí estas cosas. Y después de verlas y oírlas, me arrodillé a los pies del ángel que me las había mostrado, para adorarlo. Pero él me dijo: No hagas eso, pues yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú y que tus hermanos los profetas y que todos los que hacen caso de lo que está escrito en este libro. Adora a Dios. También me dijo: No guardes en secreto el mensaje profético que está escrito en este libro, porque ya se acerca el tiempo de su cumplimiento. Deja que el malo siga en su maldad, y que el impuro siga en su impureza; pero que el bueno siga haciendo el bien, y que el santo siga santificándose. Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho. Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin. Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. Pero fuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño. Yo, Jesús, he enviado mi ángel para declarar todo esto a las iglesias. Yo soy el retoño que desciende de David. Soy la estrella brillante de la mañana. El Espíritu Santo y la esposa del Cordero dicen: ¡Ven! Y el que escuche, diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, y quiera, venga y tome del agua de la vida sin que le cueste nada. A todos los que escuchan el mensaje profético escrito en este libro, les advierto esto: Si alguno añade algo a estas cosas, Dios le añadirá a él las calamidades que en este libro se han descrito. Y si alguno quita algo del mensaje profético escrito en este libro, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que en este libro se han descrito. El que declara esto, dice: Sí, vengo pronto. Amén. ¡Ven, Señor Jesús! Que el Señor Jesús derrame su gracia sobre todos.

Apocalipsis22:6-21

¡Cristo viene! ¡Glorioso momento! ¡Ven Señor Jesús! ¡Tu esposa te espera! ¡Queremos ir contigo a vivir eternamente en tu reino! ¡Es lo mejor que nos puede pasar! sobre todo en estos momentos de gran incertidumbre y violencia internacional, con guerras, rumores de guerra, corrupción y desprecio por la vida.

El rapto de la iglesia es algo que todos los que hemos nacido de nuevo en Cristo estamos esperando. Es un momento único en la historia de la humanidad, donde millones de personas seremos sacadas del mundo, sin pasar por los dolores de la muerte, para reunirnos con el Señor en el aire, y con todos aquellos que han muerto en Cristo y están a la espera de la resurrección, para ir y estar para siempre con el Señor en su reino.

Luego de eso los que se quedan en esta tierra, por haber rechazado a Cristo y el amor de Dios pasaran por grandes problemas, lo que la biblia llama la gran tribulación, donde el mundo entero estará bajo el gobierno del Anticristo. Esto va a suceder, se crea o no, pero es la verdad escrita en las Sagradas Escrituras. Ahora bien, ninguna persona tendría que quedarse a sufrir en este mundo, pero por causa de su incredulidad muchos van a quedarse, pero todavía están a tiempo, la puerta de la salvación está abierta, se llama Jesús, él dijo; Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos. Juan 10-9. Por favor, no deje pasar esta oportunidad, humíllese ante Dios y dígale que necesita el perdón de sus pecados y también a Cristo en su vida.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

martes, 16 de abril de 2024

Esto es para los que quieran creer en la palabra de Dios.

¡Hay una hermosa esperanza de vida eterna con Dios, y en un lugar maravilloso!

Libre de sufrimientos, libres de oscuridad, libre de violencia, libre de guerras, libre de enfermedad, libre de contaminación, libre de muerte, libre de maldad, libre de todo lo que hace daño a una persona.

Dicen las Sagradas Escrituras; En la santa ciudad no vi ningún templo, porque su templo es el Señor, el Dios todopoderoso, y también el Cordero.  La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara. Gente de todos los países caminará a la luz que sale de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus riquezas. Los portones de la ciudad no se cerrarán de día, y allí nunca será de noche. Le entregarán las riquezas y todo lo bello de los países. Pero nunca entrará en ella nada que desagrade a Dios; no entrarán los que han adorado a dioses falsos, ni los objetos que hayan usado en su culto. Sólo podrán entrar los que tengan anotados sus nombres en el libro del Cordero. En ese libro están anotados los que recibirán la vida eterna. Apocalipsis 21:22-27

¡Hermosa es la vida! Más cuando se tiene la certeza que ésta no termina acá, sino que hay una eternidad para continuar viviendo de una manera única, en una ciudad extraordinaria y en un reino maravilloso.

Pero debemos saber que Dios ejerce el derecho de admisión con todos los que quieran entrar en su reino. Sólo podrán entrar los que tengan anotados sus nombres en el libro del Cordero. En ese libro están anotados los que recibirán la vida eterna.

Usted, ¿Ha nacido de nuevo en Cristo? ¿Ya tiene anotado su nombre en el Libro de la Vida? Si no está seguro, hable con Dios por medio de una sencilla oración diciendo, Señor, ten misericordia de mí, sé que soy pecador, pero sé que Tú me amas, creo que Cristo cargó sobre su cuerpo en el madero, todos mis pecados, lavando mi vida con su preciosa sangre, te entrego mi vida Señor. El resto lo hace Dios. ¡Solo crea y confíe en la misericordia de Dios!

Los abraza en Cristo. P. Sosa.  

domingo, 14 de abril de 2024

El evangelio es uno solo.

 

Es el de la salvación por gracia.

Estoy muy sorprendido de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó mostrando en Cristo su bondad, y se hayan pasado a otro evangelio. En realidad no es que haya otro evangelio. Lo que pasa es que hay algunos que los perturban a ustedes, y que quieren trastornar el evangelio de Cristo. Pero si alguien les anuncia un evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, que caiga sobre él la maldición de Dios, no importa si se trata de mí mismo o de un ángel venido del cielo. Lo he dicho antes y ahora lo repito: Si alguien les anuncia un evangelio diferente del que ya recibieron, que caiga sobre él la maldición de Dios. Yo no busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. No busco quedar bien con los hombres. ¡Si yo quisiera quedar bien con los hombres, ya no sería un siervo de Cristo! Gálatas 1:6-10

Al evangelio de la gracia no hay que agregarle nada para ser salvo, solo creer y aceptar a Cristo y su obra redentora en nuestra vida, pero una vez que somos salvos, tenemos la responsabilidad de manifestar esa salvación viviendo una vida diferente. Eso es posible gracias al cambio interior que Dios produce en la vida de cada persona que recibe a Cristo.

Esto dicen las Sagradas Escrituras; Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo. 2 Corintios 5:17. Por lo tanto, ya no somos los mismo de antes de tener el encuentro con Cristo. Somos nuevas personas, no debemos seguir teniendo el mismo pensamiento de antes, debemos adoptar un nuevo vocabulario, una nueva conducta, una actitud diferente, no debemos amoldarnos al sistema de este mundo, porque nosotros estamos en el mundo, pero no somos del mundo, pertenecemos a Cristo y su reino. Ahora nuestro manual de vida debe  ser La Biblia, en ella encontramos todo lo que necesitamos saber para tener una vivencia grata y saludable ante Dios y las personas. El evangelio de Cristo, nos enseña nuevos comportamientos ante situaciones que antes no sabíamos cómo enfrentarlas, nuevas actitudes frente a las agresiones, nuevo vocabulario para relacionarnos con los demás, y una nueva forma de adoración y obediencia a Dios libre de ritualismo religioso. Esto dice la biblia; Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien. 2 Timoteo 3:16. Es por eso que toda enseñanza recibida, se debe cotejar con lo que está escrito en la palabra de Dios, y dejar que el Espíritu de Cristo nos enseñe la verdad que conduce a una comunión íntima de obediencia con Dios.

Conociendo las Sagradas Escrituras, leyendo, memorizando y meditando en ellas, vamos recibiendo sabiduría de lo alto para no ser engañados ni esclavizados por el enemigo de nuestras almas, el diablo, quien vino para robar, matar y destruir. Pero Jesús, el Hijo de Dios, vino para darnos vida plena y abundante para llevarnos a una eternidad con Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

viernes, 12 de abril de 2024

Si Cristo los hace libres.

¿Por qué se vuelven a esclavizar?

Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estén otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gálatas 5

Si hay algo por lo que los seres humanos luchamos, es por la libertad, el poder ser libres y estar libres. Pero es curioso nuestra actitud, porque al vernos libres, hacemos o aceptamos cosas que nos esclavizan otra vez. No aprendemos a mantener la libertad.

En este tiempo, quizás haya muy poca esclavitud física, sin embargo la esclavitud espiritual va creciendo cada día, y es peor que la física porque está en nuestra alma, afecta nuestra voluntad, nuestras emociones, nuestros sentidos, lo cual nos impide tomar decisiones con sabiduría y no nos permite alejarnos de las cosas o personas que dañan o afectan nuestras vidas.

Llamativamente la peor esclavitud se produce en el ámbito espiritual, a través de las distintas religiones o el ocultismo en todas sus formas. Porque por medio del engaño y las mentiras manipulan a las personas, aprovechándose de la necesidad espiritual de ellas, para usarlas para sus oscuros fines o propósitos personales.

Lamentablemente las personas al ser engañadas, no se dan cuenta que están siendo esclavizadas por una religión, un falso pastor o líderes religiosos, es triste, pero es la realidad. Hay que saber que no todos los que hablan de parte de Dios, son de Dios.

¿Cómo saberlo? Hay algunas cosas a las cuales hay que prestarle atención como ser, ¿Se preocupan por usted o, por sus bienes? ¿Permiten el contacto con otras congregaciones o usted es de su exclusiva propiedad? ¿Le llevan a un conocimiento de Dios y de Cristo o solo le hablan de los programas de la congregación? ¿Cuándo usted está pasando por algún problema le visitan o solo aparecen a buscar sus diezmos? ¿Recibe contención emocional en momentos de angustia o le acusan que usted está en pecado?

Estas y otras tantas son las cosas, a la que las personas deben estar atentas, para no ser esclavizadas, engañadas, usadas y abusadas por los falsos líderes religiosos, haciéndolas creer que todo es por su bien. El apóstol Pablo dejó esta advertencia a fin de que no nos tome por sorpresa estas cosas. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de ustedes mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Hechos 20:29

Recuerde siempre que Dios le ama, por eso envió a su Hijo Jesús a este mundo, para que en Él usted tenga vida plena y abundante. Aun en medios de los problemas y dificultades que pueda estar atravesando. Jesús dijo; Estas cosas os he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo. Juan 16:33

Por último, el único que tiene derecho a manejar la vida de una persona, es Dios por medio de su Espíritu Santo, quien vino para morar en el corazón de cada uno que tomó la decisión de entregar su vida a Cristo. Por tanto, ¡No se deje esclavizar por nada ni por nadie!

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

 

martes, 9 de abril de 2024

Cada persona en este mundo es.

¿Esclavo del pecado o libre en Cristo? No hay otra.

Porque cuando eran esclavos del pecado, eran libres acerca de la justicia.
¿Pero qué fruto tenían de aquellas cosas de las cuales ahora se avergüenzan? Porque el fin de ellas es muerte. Más ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23

Ahora en este tiempo, pleno siglo 21, podríamos preguntarnos ¿Qué es la esclavitud? Y también ¿Qué es ser libre? Porque en este mundo cambiante, cambian las palabras y cambian los conceptos. Eso muchas veces trae confusión de valores en la sociedad actual para juzgar algunos delitos, y no hay ley que pueda juzgar ciertos comportamientos o conductas, menos aún aplicar el castigo correspondiente. Es como que todo el tiempo se está re definiendo todo, sin llegar a nada en concreto.

Sin embargo, Dios y su palabra no tienen cambio ni sombra de variación. Lo que Dios dice, lo sostuvo, lo sostiene y lo sostendrá. Jesús dijo; cielo y tierra pasará, pero mi palabra no pasará.

¿A qué nos lleva esto?; a saber que las leyes establecidas por Dios, sus mandamientos, sus valores morales, no sufren ningún cambio y tampoco dejan de ser. Lo que Dios estableció desde el comienzo de la humanidad, para el ser humano, estará vigente hasta que la última persona humana deje este planeta.

Debemos saber que las personas somos seres espirituales, que tenemos un alma y habitamos un cuerpo físico. Desde esa óptica debemos entender la palabra de Dios, porque esa palabra está dirigida directamente al espíritu del hombre. Porque es el espíritu del hombre quien tiene autoridad sobre su cuerpo y alma.

Es por eso que cuando el espíritu humano está muerto a causa del pecado, su naturaleza humana es quien toma el mando en la persona, y le conduce por el camino de la desobediencia a Dios, llevándola a cometer toda clase de impureza que lo esclaviza. Cuando la persona se arrepiente de su pecado y quiere cambiar de vida, se acerca a Dios creyendo en la obra redentora de Cristo en la cruz, allí recibe el perdón de sus pecados y vida en su espíritu.

Esto dice la biblia; Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2

Esta condición espiritual ante Dios es la que define si la persona es libre, o todavía permanece en esclavitud. Si tiene vida en Cristo, es libre, si no tiene vida en Cristo, todavía permanece en esclavitud y por lo tanto bajo condenación.

La esclavitud física del ser humano es despreciable, pero mucho más lo es la esclavitud espiritual. Porque de la esclavitud espiritual el único que nos puede sacar, es Dios por medio de la obra redentora de Cristo en la cruz. ¡No hay otra manera de ser liberado! Creamos o no, aceptemos o no, Jesucristo es el único camino a la libertad, es el único salvador y redentor de la humanidad. ¿Quieres creer esto y ser libre en Cristo?

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

domingo, 7 de abril de 2024

La adoración a Dios no depende de un lugar, sino de un corazón humilde.

Jesús le dijo a la mujer samaritana. Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos. Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. Juan 4:22

Las personas siempre nos complicamos la vida con respecto a Dios, cómo y dónde tener comunión con Él. Buscamos un determinado lugar, un horario específico, e inventamos una forma o un ritual para acercarnos a Dios. Sin embargo la biblia nos enseña, que Dios está en todo lugar porque es Omnipresente, y escucha a todas las personas que claman a Él con un corazón contrito y humillado. Eso hace que, acercarse a Dios y tener comunión con Él, no sea complicado, es sencillo y práctico porque Jesús nos abrió la puerta de ingreso ante el trono de Padre. Esto dice la biblia; Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos. Pues nuestro Sumo sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; sólo que él jamás pecó. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad. Hebreos 4:14

¡Qué maravilloso es Dios! ¡Qué grande es su amor! ¡Qué inmensa es su misericordia! ¡Qué bueno es poder conocerlo! ¡Cómo no acercarse a Él!

No se complique la vida para acercarse a Dios. No necesita un lugar especial, no requiere de ningún ritual, solo debe tener deseo de conocerlo para tener comunión con Él y con una sencilla oración comenzar una nueva vida en Cristo.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

viernes, 5 de abril de 2024

La salvación es por gracia, no por obras

 

Cristo, poder y sabiduría de Dios para la salvación del ser humano.

El mensaje de la muerte de Cristo en la cruz parece una tontería a los que van a la perdición; pero este mensaje es poder de Dios para los que vamos a la salvación. Como dice la Escritura: Haré que los sabios pierdan su sabiduría y que desaparezca la inteligencia de los inteligentes. ¿En qué pararon el sabio, y el maestro, y el que sabe discutir sobre cosas de este mundo? ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría de este mundo! Puesto que el mundo no usó su sabiduría para reconocer a Dios donde él ha mostrado su sabiduría, dispuso Dios en su bondad salvar por medio de su mensaje a los que tienen fe, aunque este mensaje parezca una tontería. Los judíos quieren ver señales milagrosas, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería; pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, este Mesías es el poder y la sabiduría de Dios. Pues lo que en Dios puede parecer una tontería, es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad, es más fuerte que toda fuerza humana. Hermanos, deben darse cuenta de que Dios los ha llamado a pesar de que pocos de ustedes son sabios según los criterios humanos, y pocos de ustedes son gente con autoridad o pertenecientes a familias importantes. Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios. Pero Dios mismo los ha unido a ustedes con Cristo Jesús, y ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra liberación. De esta manera, como dice la Escritura: Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor. 1 Corintios 1:18-31

Si hay algo que los seres humanos tenemos en común es creer que sabemos todo, que nadie puede venir a enseñarnos. Sin embargo para poder conocer a Dios, nuestra sabiduría no nos sirve. Sí o sí, se necesita la presencia del Espíritu de Dios en nuestra vida, para que nos enseñe y haga conocer al verdadero Dios de la biblia. Sin la asistencia del Espíritu Santo, corremos el riesgo de mal interpretar o tergiversar las Sagradas Escrituras.

Dios en su gran sabiduría nos escogió a nosotros, los débiles e ignorantes según el mundo, para avergonzar a los que se creen sabios y fuertes. No porque Dios haga acepción de personas, sino porque los que se creen sabios y fuertes en sí mismos, nunca dependen de Dios para nada, porque creen que no necesitan de él.

Es por esto que ninguno de nosotros podemos atribuirnos, las cosas espirituales que Dios hace en las personas, como ser transformación de vida y sanidad interior, porque solo somos instrumentos en las manos de Dios. Todo lo hace Dios, por medio de Cristo que vive en nosotros sus hijos. Toda la gloria siempre es para Dios, porque solo él es digno de toda honra, gloria y alabanza. El mensaje del evangelio es algo sencillo, por eso es difícil de aceptar por las personas, porque choca con el orgullo y la religiosidad del ser humano.

Pero la verdad es, Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; para darnos vida eterna.
Si crees eso eres salvo, sino no crees estás condenado, lo dice la biblia, no lo digo yo, así de sencillo es el mensaje del evangelio de la gracia de Dios.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.