viernes, 19 de agosto de 2022

Permitamos a los niños acercarse a Jesús.

En este mes dedicado a la niñez es bueno que como personas adultas, reflexionemos sobre nuestra responsabilidad para con estas personitas, hombres y mujeres del mañana pero que debemos ocuparnos hoy. Porque es hoy que ellos nos necesitan a nosotros los mayores, para tener un presente feliz y un futuro con propósito.

Estamos viviendo los tiempos finales, tiempos peligrosos de mucha degradación en la conducta y moralidad en la sociedad actual, y esto lo digo con tristeza, tiende a empeorar, así lo declaran las Sagradas Escrituras. Por lo tanto es sumamente necesario ocuparnos de los niños, si en alguna manera queremos contribuir manteniendo la formación de personas de bien en beneficio de nuestra familia y sociedad.

Dios a través de su palabra tiene mucho para enseñarnos con respecto a este tema.

Por ejemplo leemos en el Salmo 127 que nos dice; Herencia de Dios son los hijos, cosa de mucha estima el fruto del vientre. Esto nos muestra la importancia que Dios les da a los hijos que nos permite tener. Los niños nunca deben ser considerados un problema, porque no lo son, son una bendición, son herencia de Dios entregadas a nosotros. Esto nos hace responsables del cuidado, protección, enseñanza y educación de los mismos, nos manda en Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Los niños necesitan de la instrucción de sus mayores, no de la escuela o de la iglesia solamente, sino principalmente de sus padres que son los que más tiempo pasan con ellos. Es en el hogar donde deben recibir esa preparación para la vida, enseñándoles con palabras pero mostrándolas con ejemplos de vida responsable. Donde el amor, la educación, el respeto sea moneda corriente. Por sobre todo recordar las palabra de Jesús diciéndoles a sus discípulos; Dejen a los niños venir a mí, y no se lo impidan; porque de los tales es el reino de los cielos. Mateo 19:14. Lo que muchas veces impide a los niños llegar a Jesús, es la religiosidad sin compromiso de sus mayores, pidiéndoles comportamientos y actitudes que ellos mismos no lo tienen. Eso deja a los niños sin ejemplo a seguir, escuchan muchas enseñanzas teóricas, pero sin conocer la práctica de las mismas.

Amados hermanos, amigos y vecinos, toda niñez es un desafío constante a las conductas y comportamientos de los mayores. Porque nos guste o no, somos ejemplo a seguir mostrándoles el camino de la vida. Siempre habrá dos caminos, uno bueno y otro malo. Uno angosto y otro ancho. Según por cual transitemos nosotros, les estaremos indicando cual es el camino que tienen que seguir. En todo esto nuestra garantía de enseñanza de vida, debe ser nuestro Señor Jesucristo. Él dijo; Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Tres cosas necesarias para un buen transitar por esta vida, y así llegar a un final feliz en el reino de Dios, con muchas personas siguiendo nuestros pasos, como nosotros seguimos las pisadas de Jesús. Por ultimo; dejen que los niños se acerquen a Jesús, y no se lo impidan con religiosidad sin sentido, porque de ellos es el reino de los cielos.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

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