martes, 30 de agosto de 2022

Llamado de Dios.

Dios nos llama en Cristo, a una vida de santidad en medio de un mundo de corrupción. Algo no fácil, pero sí, posible con la ayuda de su Espíritu Santo.

Por eso, hermanos, estemos  preparados y usemos del buen juicio. Pongamos toda la esperanza en lo que Dios en su bondad nos va a dar cuando Jesucristo aparezca. Como hijos obedientes, no vivamos conforme a los deseos que teníamos antes de conocer a Dios. Al contrario, vivamos de una manera completamente santa, porque Dios, que nos llamó, es santo; pues la Escritura dice: «Sean ustedes santos, porque yo soy santo.» Si nosotros llamamos «Padre» a Dios, que juzga a cada uno según sus hechos y sin parcialidad, debemos  mostrarle reverencia durante todo el tiempo que vivamos en este mundo. Pues Dios nos ha rescatado a nosotros de la vida sin sentido que heredamos de nuestros antepasados; y nosotros sabemos muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha. Cristo había sido destinado para esto desde antes que el mundo fuera creado, pero en estos tiempos últimos ha aparecido para bien de nosotros. Por medio de Cristo, nosotros creemos en Dios, el cual lo resucitó y lo glorificó; así que nosotros hemos puesto la fe y la esperanza en Dios. Ahora nosotros, al obedecer al mensaje de la verdad, nos hemos purificado para amar sinceramente a los hermanos. Así que debemos amarnos unos a otros con corazón puro y con todas las fuerzas. Pues nosotros hemos vuelto a nacer, y esta vez no de padres humanos y mortales, sino de la palabra de Dios, que es viva y permanente. Porque la Escritura dice: «Todo hombre es como hierba, y su grandeza es como la flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra del Señor permanece para siempre.» Y esta palabra es el evangelio que se nos ha anunciado a nosotros. 1 Pedro 1:13-25

viernes, 26 de agosto de 2022

La mejor cobertura.

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, castillo mío; mi Dios en quien confiaré. Salmo 91

Los seres humanos siempre necesitamos sentirnos seguros ante cualquier situación que se nos presente, mucho más en este tiempo. Es por eso que muchas veces se contrata seguros de distintas índoles, como ser, empresas que brindan seguridad en el hogar, seguros de vida, seguros contra incendios, seguro social, etc. Es verdad que necesitan contratar estos seguros porque vivimos en un mundo de injusticia, violencia, inseguridad y corrupción, y es mejor estar preparados para tener un cierto grado de protección y seguridad propia y familiar.

Pero todo eso no es suficiente para estar protegidos y seguros, porque toda esta maldad se gesta en las tinieblas de un mundo espiritual, y allí solamente se puede ingresar con el poder de Dios, de otra manera es imposible cambiar eso. Toda la maldad que hubo en el mundo en todas las épocas, tienen el mismo origen, provienen de las fuerzas espirituales de maldad que operan en este mundo, contra las cuales el ser humano solo, está desprotegido y a merced de ser un instrumento de esas fuerzas, sin darse cuenta de lo que les pasa, porque operan en el interior de las personas. Eso hace que la persona sufra desequilibrio emocional, afectivo y sentimental, produciéndole angustia, tristeza y desorden físico y espiritual.

La biblia dice claramente; Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12

En la época del escritor bíblico, no era diferente, pero el salmista encontró en su Dios la verdadera cobertura de protección y seguridad personal, y familiar. El Espíritu Santo le inspiró para dejar por escrito, las bases de esa cobertura de protección y seguridad, para que también nosotros hoy, tengamos la oportunidad de vivir esa maravillosa experiencia de vida de paz, en medio de las tormentas que azotan la vida del ser humano, utilizando la armadura que Dios nos provee a través de Cristo.

Jesús el Hijo de Dios dijo; el diablo vino para matar, hurtar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Solamente estando en Cristo, estamos seguros y confiados. Estando en Cristo, estamos habitando al abrigo del Altísimo, permaneciendo en Cristo, estamos morando bajo la sombra del Omnipotente. Por lo tanto nos hacemos acreedor por la gracia de Dios, de todos los beneficios incluidos en el paquete de amplia cobertura de protección expresada en el salmo 91, disponibles para todos los que han nacido de nuevo. Usted ¿Ya tiene este maravilloso seguro de vida y protección? Sino la tiene, le animo a suscribirse ahora mismo. ¡Le recomiendo, porque nunca falló ni fallará!

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

viernes, 19 de agosto de 2022

Permitamos a los niños acercarse a Jesús.

En este mes dedicado a la niñez es bueno que como personas adultas, reflexionemos sobre nuestra responsabilidad para con estas personitas, hombres y mujeres del mañana pero que debemos ocuparnos hoy. Porque es hoy que ellos nos necesitan a nosotros los mayores, para tener un presente feliz y un futuro con propósito.

Estamos viviendo los tiempos finales, tiempos peligrosos de mucha degradación en la conducta y moralidad en la sociedad actual, y esto lo digo con tristeza, tiende a empeorar, así lo declaran las Sagradas Escrituras. Por lo tanto es sumamente necesario ocuparnos de los niños, si en alguna manera queremos contribuir manteniendo la formación de personas de bien en beneficio de nuestra familia y sociedad.

Dios a través de su palabra tiene mucho para enseñarnos con respecto a este tema.

Por ejemplo leemos en el Salmo 127 que nos dice; Herencia de Dios son los hijos, cosa de mucha estima el fruto del vientre. Esto nos muestra la importancia que Dios les da a los hijos que nos permite tener. Los niños nunca deben ser considerados un problema, porque no lo son, son una bendición, son herencia de Dios entregadas a nosotros. Esto nos hace responsables del cuidado, protección, enseñanza y educación de los mismos, nos manda en Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Los niños necesitan de la instrucción de sus mayores, no de la escuela o de la iglesia solamente, sino principalmente de sus padres que son los que más tiempo pasan con ellos. Es en el hogar donde deben recibir esa preparación para la vida, enseñándoles con palabras pero mostrándolas con ejemplos de vida responsable. Donde el amor, la educación, el respeto sea moneda corriente. Por sobre todo recordar las palabra de Jesús diciéndoles a sus discípulos; Dejen a los niños venir a mí, y no se lo impidan; porque de los tales es el reino de los cielos. Mateo 19:14. Lo que muchas veces impide a los niños llegar a Jesús, es la religiosidad sin compromiso de sus mayores, pidiéndoles comportamientos y actitudes que ellos mismos no lo tienen. Eso deja a los niños sin ejemplo a seguir, escuchan muchas enseñanzas teóricas, pero sin conocer la práctica de las mismas.

Amados hermanos, amigos y vecinos, toda niñez es un desafío constante a las conductas y comportamientos de los mayores. Porque nos guste o no, somos ejemplo a seguir mostrándoles el camino de la vida. Siempre habrá dos caminos, uno bueno y otro malo. Uno angosto y otro ancho. Según por cual transitemos nosotros, les estaremos indicando cual es el camino que tienen que seguir. En todo esto nuestra garantía de enseñanza de vida, debe ser nuestro Señor Jesucristo. Él dijo; Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Tres cosas necesarias para un buen transitar por esta vida, y así llegar a un final feliz en el reino de Dios, con muchas personas siguiendo nuestros pasos, como nosotros seguimos las pisadas de Jesús. Por ultimo; dejen que los niños se acerquen a Jesús, y no se lo impidan con religiosidad sin sentido, porque de ellos es el reino de los cielos.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

martes, 16 de agosto de 2022

Origen de la familia.

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Efesios 3:14-19

En este tiempo que vivimos se ha perdido el concepto de la familia original. Han surgido nuevos modelos de familias que nada tienen que ver con el modelo que Dios como el creador de la misma estableció. Con la aceptación del matrimonio igualitario y otros modelos de familia, se ha ido socavando el fundamento de la familia original.

Se ha quitado la figura del hombre como cabeza del  hogar y a la mujer como su ayuda idónea. El varón dejó de ser el responsable y protector de la familia, y la mujer asumió otros roles que no debería ser necesario, si se mantuviese el orden natural que fue desde el principio.

Eso produce un terrible daño y confusión en la mente de los menores, porque cambia el orden, principio y línea de autoridad en la formación y educación de los niños, cuya consecuencia es la falta de respeto que últimamente va creciendo en las familias y fuera de ellas.

Sería bueno reconocer que el modelo de familia que Dios estableció, es insuperable, contiene todos los ingredientes necesarios para que haya felicidad en el matrimonio, los hijos y la familia, siendo perdurable, sano y con una buena contención emocional, afectiva y espiritual.

Siempre hubo y habrá conductas personales que atentan contra la familia, como así también leyes perversas que socavan la autoridad moral de la familia, tratando de destruirla y cuando se destruye la familia como tal, se destruye la sociedad en la cual se vive, porque la familia es la base de la sociedad.

Como parte de una sociedad que nos consideramos cristiana, es imperante retornar a la sana enseñanza de las Sagradas Escrituras, en ellas tenemos todo lo necesario para el buen funcionamiento de la vida en familia. Son principios de vida y conductas que provienen directamente del Creador y sustentador de la familia Dios el Padre celestial, y no tienen necesidad de ser cambiadas o mejoradas porque son inmejorables.

Quiera Dios darnos sabiduría con respecto a este tema para no continuar arruinando el buen concepto de la vida familiar.

Los abraza en Cristo. P. Sosa.

domingo, 14 de agosto de 2022

Dijo Jesús el Hijo de Dios.

Ustedes estudian la Biblia con mucho cuidado porque creen que así alcanzarán la vida eterna. Sin embargo, a pesar de que la Biblia habla bien de mí,  ustedes no quieren creer en mí para alcanzar la vida eterna. Juan 5:39

¿Cuál es el propósito de la Biblia en la vida del ser humano? ¿Qué produce ella en cada persona que la lee y medita en su lectura? ¿Por qué ha sido y es prohibida su lectura en algunos lugares? ¿Es un libro religioso solamente? ¿Por qué es tan resistido?

Usted, ¿qué piensa o qué cree sobre esto?

Aquí en este relato nuestro Señor Jesucristo le está hablando al pueblo judío, especialmente al grupo de los religiosos, que creían saber todo, pues conocían de memoria las Sagradas Escrituras. Pero, aun cuando conocían las Escrituras, no entendían el propósito de las mismas, por lo tanto se constituyeron en celosos custodios, protectores y defensores de esas Escrituras, pensando que con eso tenían ganado el cielo, por causa de eso rechazaron a Jesús como el Salvador.

Hoy día no es muy diferente, hay personas que creen que porque leyeron algo de la Biblia, o pertenecen a alguna religión ya tienen ganado el cielo.

Sin embargo, lo que el Señor Jesús declara, quita sustento a ese pensamiento erróneo. Les hace ver que la Biblia es, “el mapa de ruta hacia la vida eterna” o sea a un verdadero conocimiento de Jesús como el Mesías enviado por Dios Padre, asimismo es luz para el caminante, alimento para el peregrino, detalles del verdadero camino, descripción de cómo es la puerta de ingreso, y con quien hay que tener comunión permanente para no extraviarse.

En otras palabras, toda la Biblia nos conduce a Jesús el Salvador de la humanidad. Además es un constante desafío de qué hacer con la persona de Jesús, pues en la Biblia encontramos todo lo que se necesita saber acerca de Cristo y su obra en la cruz, para que cada persona pueda tomar una decisión, con respecto a creer o no creer lo que la Biblia dice.

En ella se lee qué; el que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio; que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1 Juan 5:10-12

Con esto Jesús dejó en claro qué; la Única manera de tener vida eterna, es tener a Cristo como Salvador y Señor de nuestra vida. Usted, ¿ya lo tiene?

Los abraza en Cristo. P. Sosa.