miércoles, 8 de junio de 2022

¿Por qué andar tristes?

 

¿Es malo divertirse, ser felices?

El desconocimiento que hay de Dios y su palabra en nuestra sociedad, hace creer que tener comunión y relacionarse con Dios es aburrido, que no hay alegría, que divertirse es malo.

Nada más lejos de la verdad, quizás la religión o la religiosidad sean monótonas que se vuelven aburridas, porque tiene muchos reglamentos humanos que hacen que sea así.

Sin embargo la relación con Dios es una hermosa aventura de vida, el gozo de su presencia es maravilloso, y con distintas situaciones diarias que invitan a que sean resueltas sin quitarnos la alegría de vivir.

Debemos saber, si hay algo que Dios desea realmente para el ser humano es que ¡Sea feliz! Que viva con alegría, con gozo, a pesar de las circunstancias que le toque atravesar, ya que en eso consiste la vida, en momentos buenos y maravillosos, pero también de momentos que no parecen tan buenos, pero hay que superarlos.

En las Sagradas Escrituras encontramos permanentemente el mandato de Dios a que vivamos con alegría: ¡Alégrense de veras los que buscan al Señor Dios!
¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza,  busquen siempre su presencia!

1Crónicas 16:11

Alégrense los que buscan su protección; canten siempre de alegría porque tú los proteges. Los que te aman, se alegran por causa tuya,  pues tú, Señor, bendices al que es fiel; tu bondad lo rodea como un escudo. Salmo 5:11-12

No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos.  Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo. Filipenses 4

Las personas felices son aquellas que buscaron y encontraron el reino de Dios y su justicia, y tomaron la decisión de vivir en él.

Viviendo una vida sencilla, tratando de hacer el bien cada momento, sin importar a quien sea, sino que disfruta en compadecerse y ayudar al prójimo.

El amor del Señor envuelve a los que en él confían.  Alégrense en el Señor, hombres buenos y honrados; ¡alégrense y griten de alegría! Salmo 32:10-11

El Señor nos ayude por medio de su Santo Espíritu a recuperar la alegría de la vida, a tener siempre el gozo de su presencia.

Los abraza en Cristo. P. Sosa

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